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miércoles, 17 de abril de 2024

Prehistoria y cómic

 



Helena Bonet Rosado es una destacada arqueóloga especializada en la Prehistoria que ha logrado combinar su pasión por la historia antigua con su amor por el cómic. A través de su trabajo, ha logrado acercar el pasado remoto a un público más amplio, investigando cómo el cómic ha sido una herramienta poderosa para educar y entretener.


domingo, 14 de abril de 2024

Historia de los Cómics


Historia de los Comics es una colección de 48 fascículos de 32 páginas cada uno, publicada entre 1983 y 1984 por Editorial Toutain bajo la dirección de Javier Coma, que aborda la historia del medio a un nivel global. Escrita por importantes estudiosos del medio, tanto españoles como extranjeros, se la considera una obra de referencia imprescindible e inédita hasta entonces por su tamaño y ambición.


Durante la segunda edición del Salón Internacional del Cómic y del Libro Ilustrado se presentó el proyecto de la futura enciclopedia, con la exhibición de las portadas de sus tomos. Para entonces, estaba previsto que constará sólo de 36 entregas resueltos en tres volúmenes, no dedicándose ninguno en exclusiva al cómic estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.

Cada tomo contenía dos capítulos de la obra y estaba profusamente ilustrado en blanco/negro y color, además de contener muestras de las historietas reseñadas y fichas de autores. Su periodicidad era semanal y podían ser encuadernados en 4 volúmenes de 12 tomos cada uno, cuyas tapas también eran puestas a la venta.

En total, se alcanzaban las 1.344 páginas, descontando las cubiertas de los tomos. Una de las historietas publicadas en ellas era inédita: El adivino de los ojos muertos, protagonizada por El Capitán Trueno y realizada por Víctor Mora (guion), Ambrós (dibujo) y Amador (entintado y coloreado). FUENTE.







jueves, 11 de abril de 2024

Consejos para pintores, dibujantes e ilustradores (4) La composición


La composición en las artes visuales es el plan. La distribución de los elementos en un determinado plano.


Hoy hablaremos de composición, manzanas y otras frutas menores. De cosas obvias, pero no tanto. Resuelto el tema a representar (una manzana, por ejemplo) está por definir qué reparto le doy en mi obra.

Por Rubén Reveco - Licenciado en Artes Plásticas

Composición: La manzana      

Por lo general, hará el papel protagónico, pero existen infinitas combinaciones y pueden ser una, dos, o un grupo de manzanas. Pueden estar en un primer o segundo plano, entre las opciones más recurrentes. 

jueves, 4 de abril de 2024

La Mona Lisa chilena


Les comparto esta crónica-ficción. Un poco de verdad y un poco de mentira. Esa combinación que hace a nuestras vidas.

Por Rubén Reveco - Editor

"Cuando viajes a Santiago tienes que conocer a la Mona Lisa chilena", me sugirió mi amiga Liz mientras se acomodaba su pañuelo de cuadrados rojos y rectángulos verdes sobre su cuello. Y agregó con algo de sorna: "Tu que te crees un hombre que sabe de arte quiero que vayas al MNBA y me cuentes de qué pintura te estoy hablando", y no me dio más información.
Me entusiasmó la idea. Además de la pintura, siempre me ha gustado la novela policial y esto significaba investigar -no un crimen- sino un parecido o, tal vez, una obra que represente el mismo espíritu de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci.
Viajé a Chile a fines de octubre. Al primer domingo me fui al museo con el objeto de cumplir con el desafío. ¿Mona Lisa chilena? Nunca había escuchado algo semejante. ¿Quién será el  autor?
El único dato certero era que la pintura estaba en el segundo piso del museo. Le juré a Liz que nada había investigado en Internet. Además, creo que la experiencia de conocer y estar frente a una obra de arte es incomparable cuando no tienes referencia alguna. Me refiero que de joven vi muchas reproducciones de pinturas en libros y revistas y cada vez que estaba por primera vez ante el original sentía que algo ya sabía de esa obra. Algo me habían contado esas innumerables fotos de todos los tamaños y calidades.
Los retratos pictóricos por lo general son de tamaño original al modelo -cosa que no ocurre con un retrato fotográfico- y ese era otro antecedente que debía tener en cuenta. Descartaría todas las pinturas grandes o muy pequeñas. Es curioso pero la pintura más famosa del mundo es pequeña. Dice la leyenda que el señor Giocondo no le gustó como había quedado su señora Lisa y no aceptó la pintura. ¡Graso error! Leonardo siempre la llevó consigo y el rey de Francia la terminó comprando. También es curioso que el retrato no es el de una mujer muy bella. Le faltan las cejas, entre otros detalles. Cuando fui al museo Louvre la vi unos segundos como a 10 metros de distancia. Había un mar de gente; no puedo decir que la conozco.
En el museo de El Prado existe una hermosa copia de la Mona Lisa, no creo que esta sea una más. Es una mujer y es un retrato, de eso estoy seguro. ¿Un retrato que también mira al espectador y sonríe? Sobre la sonrisa de la pintura de Leonardo han corrido ríos de tinta y quizás sea ese uno de los aspectos que deba tener en cuenta. Seguro que la Mona Lisa chilena también sonríe.

domingo, 31 de marzo de 2024

El rostro de Jesús según la Inteligencia Artificial

La imagen idealizada en Occidente. Rubio, alto, tez blanca, pelo largo.

El aspecto revelado por una IA concuerda con la apariencia que tenían los judíos que habitaron en Medio Oriente durante el siglo I, según han documentado los historiadores.


FUENTE

Con la piel oscura, los ojos de color castaño y el pelo corto. Así eran los judíos que habitaron Medio Oriente en el siglo I, según la autora del libro ¿Cómo se veía Jesús?, la neozelandesa Joan Taylor.

La historiadora propone que la imagen de Jesús que conocemos está alejada de la realidad. Tras siglos de eurocentrismo, explica Taylor, absorbimos la imagen más conocida de Jesús: un hombre blanco, barbudo, de cabello largo castaño claro y ojos de color azul.

Aunque es un retrato ya conocido por la mayoría de los 2.000 millones de cristianos que hay en el mundo, se trata de una recreación apenas verosímil, que debe haber tenido poco que ver con la realidad.

Así sería la verdadera imagen de Jesús, según una Inteligencia Artificial.

sábado, 30 de marzo de 2024

Especial mes de la Mujer: Josefina Madariaga: "En el terreno de la plástica gobierna el deseo"

 


Mujeres de espalda, fondos despojados… Los dibujos y las pinturas de la joven artista plástica correntina están cargados de silencio y vacío, sin embargo allí, en cada obra, reposa un relato firme y latente. El suyo, es un trabajo profundamente emocional, basado en el estudio del rostro y el cuerpo femenino.



Por Camila Reveco 
Editora Revista Ophelia 
creveco@revistaophelia.com




Nació en Mercedes, Corrientes, en el año 1985. Allí estableció de forma natural su primer contacto con el mundo del arte: “Digamos que me acerqué al dibujo en mi casa: viendo muchos libros de arte y observando dibujar a mi papá. Entonces, por propia iniciativa, comencé a dibujar figuras humanas y naturaleza muerta; a partir de esa experiencia, mis padres decidieron mandarme a talleres de pintura”, explica. Más tarde, cuando terminó la secundaria, decidió irse a Buenos Aires para estudiar arte en el IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte). Actualmente, sigue explorando en nuevas propuestas: “Desde mediados de 2017, hasta hoy, se está gestando una nueva serie, repitiendo la figura femenina cargada de otro contenido. Un juego plástico entre el cuerpo de la mujer, cierta iconografía simbólica (sacra) y el uso de la acuarela. Está de alguna forma inspirado en antiguos retablos medievales”, nos dice, adelantándonos el trabajo de su próxima muestra.
De sus palabras se evidencia un mundo interior rico y sensible. El cineasta sovietico Andréi Tarkovsky, el pintor estadounidense Andrew Whyeth y el chino Zhang Daqian (que vivió en Mendoza entre 1951 y 1954), figuran entre los artistas que más la seducen al momento de crear. De allí, quizás, pueda entenderse el carácter meditativo y onírico de su trabajo figurativo centrado en torno a la mujer. La entrevista exclusiva, con Josefina Madariaga.



viernes, 29 de marzo de 2024

El Cristo de Velázquez

 

El "Cristo de San Plácido", pintado por Diego Velázquez.
 
                       
Diego Velázquez es sin duda uno de los pintores más destacados de la historia del arte español, y su obra ha sido objeto de estudio y admiración por generaciones. En particular, el "Cristo de San Plácido" es una de sus obras más emblemáticas y enigmáticas. La simplicidad y la profundidad de esta pintura han intrigado a críticos y espectadores durante siglos, y mi análisis detallado de esta obra buscaba arrojar luz sobre su significado y su impacto en el espectador. En esta semana tan significativa para los cristianos, me parece oportuno compartir nuevamente mis reflexiones sobre esta obra maestra de Velázquez. La manera en que el pintor logra transmitir la serenidad y la humanidad de Cristo a través de una composición tan sencilla es verdaderamente admirable, y creo que es importante seguir reflexionando sobre la relevancia y el poder de esta obra en la historia del arte.


Por Rubén Reveco, editor

Semana Santa

La obra a la que me refiero es "El Cristo Crucificado" de Diego Velázquez, una pintura que ha sido objeto de admiración y estudio por siglos. Su belleza artística y su profundo simbolismo místico la convierten en una pieza única en la historia del arte. Sin embargo, lo que realmente destaca en esta obra es el desnudo masculino que representa, considerado por muchos como el más hermoso jamás pintado. Se dice que Velázquez, en un momento de frustración, arrojó sus pinceles a la cara de Cristo, creando una mancha que luego transformó en la abundante melena que cubre parte de su rostro. Esta anécdota, aunque posiblemente apócrifa, refleja la intensidad y el genio creativo del artista. La combinación de técnica magistral y emotividad en esta obra la convierten en una verdadera joya del arte universal.

Especial mes de la Mujer: Ofelia Andrades Madariaga: "Intento romper con la mirada tradicional de lo femenino"

 

Sus más recientes obras es un conjunto de retratos y autorretratos bajo el nombre de “Narcisa”. “Todo se articula a partir del espejo como dispositivo y óptica”, revela la pintora chilena, especializada en el inagotable género del retrato.



Por Lic. Camila Reveco 
creveco@revistaophelia.com

“Siempre he trabajado el retrato. Es un género que me fascina por toda la complejidad que involucra.  Es muy, muy complejo porque tiene mucho de psicología en su elaboración y planteamiento, involucra muchos elementos de la identidad. Estoy convencida de que es lo más difícil de representar en pintura y el más rico en su significación”.

Lo dice Ofelia Andrades, joven pintora chilena que desde el comienzo de su carrera artística ha volcado su interés por el arte figurativo, y se ha inspirado en los grandes clásicos, pero que a través de una obra absolutamente contemporánea, logra reivindicar -y actualizar- el retrato y la pintura de escenas. El suyo, es un trabajo que invita a la exploración geográfica de los rasgos que tiene el rostro, que esconde -a su vez- un profundo estudio psicológico del alma humana, y en donde queda en evidencia la convivencia entre lo tradicional y lo nuevo.
Sin duda lo más novedoso de su contundente propuesta pictórica es la forma  la que decide encarar cada retrato y la observación que tiene acerca de la mujer y el mundo femenino. “La mujer ha sido históricamente representada como un objeto, deshumanizada, no sexuada. Siempre la hemos visto en situaciones de pasividad e indefensión”, precisa la artista.  Y es cierto: culturalmente ha sido propio del hombre mirar como sujeto y de la mujer ser mirada. La historia del arte ha sido una his­to­ria es­cri­ta por y para hom­bres en don­de la mu­jer ocupó el lugar de ob­je­to a con­tem­plar -no fue su­je­to ac­ti­vo de crea­ción-. De ahí que, los nombres de Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi o Clara Peeters, -por sólo nombrar a tres- resulten para la mayoría de las personas una verdadera incógnita, cuando se trata de nombres de grandes, muy grandes, artistas.  Hoy, diferentes colectivos se están animando  a repensar cómo han sido vistas las mujeres por la historia del arte oficial y esa es, evidentemente, una lucha feminista. “Las mujeres nos conocemos a nosotras mismas a través de mujeres hechas por hombres”, sostuvo con razón Sheila Rowbotham, historiadora británica. La entrega de Ofelia Andrades es -en este sentido- considerable porque recorre, con su arte, los discursos contemporáneos alejándose  de la hetero-normatividad, simboliza -por tanto- un aire fresco acerca de la representación de la mujer en la pintura en este comienzo de siglo, y contribuye así, a la deconstrucción, que nuestro tiempo demanda.  “Me gusta siempre expresarme de acuerdo a mi manera de ver las cosas, conectarme y comunicar desde mi propia existencia en este mundo, desde este punto geográfico, siendo mujer y todo lo que eso conlleva también socialmente e históricamente para una pintora”, concluye.


jueves, 28 de marzo de 2024

La cruzada de los Niños

 


En 1212, un niño francés afirmó que Jesucristo le había pedido que condujera a cerca de 30.000 menores a la reconquista de Tierra Santa. No obstante, la travesía terminó cuando un grupo de mercaderes engañó a los niños para embarcar hacia Oriente Próximo, pero en realidad los vendieron como esclavos.


FUENTE
de España




Entre la realidad y la leyenda, se mueve un episodio insólito de la historia medieval y de las cruzadas que terminó, como suelen hacerlo los grandes éxodos de personas, en una tragedia de dimensiones bíblicas. A principios del siglo XIII, un niño francés procedente de la pequeña ciudad de Cloyes, al que se le había aparecido Jesucristo, según él, para encomendarle la reconquista de Jerusalén, consiguió reunir a cerca de 30.000 niños y algunos adultos para dirigirse a Tierra Santa. Tras pasarse semanas rezando en Niza para que Dios obrara el milagro de trasladarlos por vía marítima a Oriente Próximo, los pocos niños que aún sobrevivían en la expedición, azotada por el hambre y las deserciones, aceptaron la proposición de un grupo de marineros locales que prometían poner a su disposición una maltrecha flotilla. Estando cerca de Alejandría (Egipto), la Cruzada de los niños terminó dramáticamente cuando los marineros vendieron a los niños como esclavos.