Aquella Isis, que decía ser diosa o emparentada con dioses, que parecía tener tanto afán en encontrar al faraón, era una criatura espléndida.
Los setenta fueron para Esteban Maroto los años de espada y brujeria: vio publicado su Wolff en Francia, Dax el guerrero se tradujo en varios países, y Korsar pudo ofrecerse en una revista española (Cimoc, 1979). En paralelo, escribió y dibujó obras de ciencia ficción como Alma de dragón, para la revista Trinca primero (luego publicada con descuido por la revista La historieta, de Ursus, en 1973), como La Esfinge o Nave prisión, series que Maroto destinó a la nueva alineación de revistas de cómics del sello Toutain Editor desde 1979, en las cuales su firma fue elegida como una de las puntales en el etiquetado de la historieta como medio "para adultos" y "artístico" con el que intentaron hacer comulgar al público español de los finales setenta y primeros años ochenta. De hecho, su firma fue una de las seleccionadas para la colección enseña de SI titulada Cuando el comic es arte, y la edición del álbum Dax el guerrero por Toutain resultó llamativa para la época por sus dimensiones y calidad de edición. En las páginas de 1984, 1994 y Comix, las de Warren, también dibujó Maroto un buen surtido de historietas de ciencia ficción a finales de los setenta.
Historia publicada en la revista "1984"
1984 #01 al #10
1984 #11 al #17
1984 #18 al #25
1984 #26 al #33
1984 #34 al #39
1984 #40 al #44
1984 #45 al #49
1984 #50 al #56
1984 #57 al #61
1984 #62 al #64
1984 Almanaques 1980 al 1982
1984 Almanaques 1983 al 1984
1984 Especiales I y II
Los mutantes fueron muy razonables, muy considerados, considerando la situación en que están. Tuvieron lo que querían y lo dejaron ir. Como también dejaron ir a Isis.
ResponderEliminar