Aquí me encuentro ante un problema difícil de resolver ¿Cómo elegir a diez pintores españoles (vivos) y no cometer un montón de injusticias? España es la madre patria del realismo y durante todo el siglo XX y lo que va del XXI ha sido la que ha mantenido en alto la bandera de la resistencia; de la resistencia realista. Sepan disculparme los que han quedado afuera de esta arbitraria selección (en algunos casos por ser muy jóvenes y en otros por tener poca obra). Pero de una cosa estoy seguro, estos diez titulares elegidos en esta oportunidad deben estar en este equipo. ¡Seamos realistas!
Por Rubén Reveco - Editor
1) Antonio López García
Antonio López García es sin lugar a dudas el pintor y escultor más importante del realismo contemporáneo español, la meticulosidad de sus trabajos ha hecho que su producción de “fotografías al oleo” no haya sido tan prolífica, motivo por el cual sus obras han alcanzado valores incalculables antes incluso de su existencia. Ningún artista representado por Marlborough tiene una lista de espera como la de Antonio López, circunstancia, entre otras, que le convierte en el artista vivo español más cotizado.
"El mundo sigue siendo precioso, pero los dioses nos han abandonado…". Antonio López conversa con los socios del Círculo del Liceo en una sobremesa preñada de epifanías. Su oficio, explica, "nace de la vocación de narrar visualmente". El crítico J. J. Yvars califica su obra de "realismo espectral", una pintura humanista cuyo protagonista es el ser humano.
Observado por su hija María, que le recuerda que el AVE para Madrid sale a las seis de la tarde, López advierte de que, pese a su laconismo castellano de Tomelloso, tiene muchas cosas que contar, aunque "lo difícil es resumirlas". Puestos a ser sinceros, confiesa que le fatiga "vivir el mundo vertiginoso y caótico del arte". Por un momento, el autor del cuadro de los Reyes de España, se deja mecer por el igualitarismo. Gracias al arte moderno, "todos podemos ser pintores y espectadores", anuncia. Pero, nos preguntamos nosotros, ¿y la técnica? "Yo era un pintor hábil, a los trece años era capaz de reproducir lo que fuera", recuerda López. Pero, matiza, "la capacidad técnica acaba desbordada por la emoción porque es la emoción lo que hace visible lo que llevamos dentro". Eso justifica las dos décadas que ha dedicado al retrato regio.
Todo el arte del siglo XX, prosigue, "precisa de un guionista". ¿Ejemplos? Picasso, Giacometti, Lucien Freud…
El ejercicio de la escultura le hizo recuperar la dimensión de la figura humana. Si se trata de situarse en una tradición, Antonio López opta por Monet o Cézanne: la vida moderna. Demuestra que es más difícil ser figurativo que abstracto: "Para el pintor figurativo lo más importante es qué pintar, mientras que la abstracción trabaja sobre la propia pintura". Se dirige a los jóvenes: "Antes, el artista era la voz de la sociedad, pero ahora la sociedad no tiene nada qué escuchar… Si no sabemos qué quieren de nosotros, lo único que nos queda es el oficio de pintar". A partir de entonces el lienzo y el pincel devienen en plataformas de una oscuridad que comienza con "La Gioconda" de Leonardo. El problema del arte actual, concluye el maestro, "es que ya no sabemos qué pintar". (Fuente)
2) Modesto Trigo Trigo
En línea recta de Neuquén a Buenos Aires hay 989 kms., de Buenos Aires a Madrid 10.044 kms. En total, 11.033 kms. Esa es la distancia que nos separa de la obra del pintor español Modesto Trigo Trigo y sin embargo la sentimos cercana, familiar, nuestra, comprensible. Es Madrid, pero bien podría ser Buenos Aires, Sao Pablo, ciudad de México. La gran ciudad con sus habitantes anónimos que circulan de prisa, tal vez después de una jornada de trabajo y en la necesidad de llegar pronto a sus hogares.La obra del artista es siempre superar distancias para que los de allá y los de acá se unan en el arte.
“La pintura ofrece otra forma de ver la realidad, transforma el ente subjetivo, que es muy personal; es darle una vuelta de tuerca más al concepto del realismo”, expresa Trigo Trigo.En el realismo madrileño, “que empieza con Antonio López y ya es una escuela en la que se pueden encontrar cincuenta nombres punteros”, es precisamente donde inscribe su estilo Modesto Trigo.
Considera que el realismo actual es un movimiento al que en España no se le está concediendo la debida atención, que pasa desapercibido a pesar de tener una gran potencia y de que en países como Estados Unidos y Reino Unido se desarrolla con mucha fuerza.
No obstante, va más allá y explica que en sus cuadros intenta trascender la realidad y captar emociones, que para él no tiene interés el realismo cuando se queda “en mera fotografía”, porque el pintor no puede competir con la cámara. Hay, explica, un filtro que intenta separar elementos para trasladar la emoción y “eso es lo que produce la tensión y una obra de arte no existe sin tensión”. “El hiperrealismo lo ilumina todo, no tiene misterio, le falta embrujo. En la tradición española están los detalles en la sombra”, concluye. (Fuente)
3) Miguel Angel Mayo
"El problema que tiene el realismo es que todo el mundo cree comprenderlo", expresa Miguel Angel Mayo. Y el mundo real -agregamos nosotros- si queremos estudiarlo y encontrar un significado es más complejo todavía. Somos nosotros -inmersos es esa realidad- limitados e ignorantes los que intentamos comprender su misterio. Como escribió un poeta: "lo unico cierto es que respiramos y dejamos de respirar". Y el arte hace lo que puede.
"El que no ve la belleza está condenado a destruirla"
Miguel Ángel Mayo, conocido como Golucho, nació en Madrid en 1949 donde aprendió pintura de forma autodidacta estudiando la colección pictórica del Museo del Prado y del Casón del Buen Retiro. Desde el mayo de 1968 hasta 1973 fijó su residencia en París, donde vivió la bohemia que aún alberga su espíritu: "Más que por la calidad artística, por el modelo de vida, el modelo bohemio a mí me interesa mucho..." Tras estos cinco años de ausencia por la península, volvió con el fin de explorar las relaciones expresivas del realismo iniciando junto a pintores como Andrés García Ibáñez y Dino Valls la nueva figuración española o nuevo realismo. Junto a estos dos pintores, Antonio López y Noé Serrano entre otros, han creado el manifiesto contemporáneo La Gallina Ciega donde se analizan los criterios estéticos y valorativos del arte contemporáneo así como se reclama una vuelta al arte de calidad intelectual sin que ello lleve al desprecio de los procesos artesanales en el arte. En palabras del pintor: "La pintura, el dibujo necesita manos, si no tienes manos no la haces. El pintor tiene que tener una calidad de oficio, de artesano" La obra de este pintor se ha expuesto en ciudades como París, Bruselas, Filadelfia y Nueva York y, desde que ganó en el 2007 el II Concurso de Pintura y Escultura Figurativas con la obra Retrato de Isomnios, se ha podido disfrutar de su obra también en ciudades españolas como Barcelona, Córdoba, Melilla, Almería y Alicante.
Residente en la actualidad en la ciudad alicantina de Alcoy, el pintor también poeta, continua elaborando su personal manifiesto artístico a través del nuevo realismo. (Fuente)
"La espontaneidad no tiene por qué ser un rasgo de la pintura contemporánea. En cualquier caso, para mí la forma es importante pero siempre es secundaria respecto al fondo. Uso una forma depurada, recupero lenguajes en desuso, y todo ello es válido para transmitir un fondo, unas ideas, una inquietud, un sentido de la belleza. Uso una figuración hiperrealista, muy verosímil y muy elaborada, que haga que el contraste de lo irracional se haga más potente. Disfruto con la práctica de la pintura, que me sirve de vehículo de la esencia interior de los personajes y del artista." (Fuente)
4) Dino Valls
A poco de iniciar el viaje de este blog, dediqué parte de un post a Dino Valls, un extraordinario pintor zaragozano nacido en 1959, con un estilo bien definido, una técnica admirable y una temática más que singular. Ahora, con su autorización, un aporte un poco más extenso e informativo para ayudar a difundir el trabajo de este notable artista. Una selección de sus obras de los últimos años.
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5) Andrés García Ibañez
El pintor almeriense Andrés García Ibáñez (Olula del Rio 1971) pasa por ser el pintor español vivo que más obra religiosa tiene en templos, pero también como el más descreído y herido de los intelectuales agnósticos actuales.
Arquitecto, escultor y sobre todo pintor su obra pictórica triunfa en Inglaterra, Estados Unidos y medio mundo y como suele ser la norma en este país, un gran desconocido, teniendo incluso que costearse su propio museo para mostrar su obra.
García Ibáñez empieza a pintar muy pronto, demostrando una inusual facilidad en su primera forma de expresión. A los 11 años expone por primera vez en el salón parroquial de Albox. Con 13 ya pinta al oleo y en tres años copia gran parte de la obra de Velázquez, Rembrandt, el Greco y Goya, siendo notable la influencia de este ultimo en toda la obra plástica de García Ibáñez.Entre 1989 y 1996 cursa estudios de arquitectura en la Universidad de Navarra siendo en este periodo muy notable su obra religiosa para distintos templos y creando en 1993 el cuadro de gran formato para la beatificación del obispo mártir de Almería Diego Ventaja Milán y que presidio la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano. (Fuente)
6) Bernardo Torrens
Podemos decir que este es un pintor (¿dibujante?) español célebre no sólo por la calidad de su propuesta sino que, también, por la calidad de su obra. Si bien el desnudo -como tema- es muy seductor para el artista, para la que modela y para el público que observa, por momentos hay una sobre oferta. Sin embargo, este artista ha propuesto algo muy personal e inconfundible: la iluminación y la asepsia cromática.
-Después de la hecatombe hace un siglo del arte realista por la irrupción del arte abstracto, ¿considera usted que el arte realista está de vuelta o nunca se ha ido?
-Yo no lo considero una hecatombe, mas bien una exploración de nuevos caminos y formas de expresarse que han aumentado mucho nuestra perspectiva del arte. Obviamente esto conllevo una menor presencia del realismo como lenguaje de expresión artística no solo fagocitado por los “nuevos ismos” sino, también, por la poca calidad de la obra que se hizo durante ese largo periodo desde el punto de vista de pintura realista.. Nunca desaparecido como tal expresión pero si tuvo que buscar su sitio en el mundo del arte. (Fuente)
7) Javier Arizabalo García
En una entrevista exclusiva conversamos con el artista francés (de origen español) Javier Arizabalo García sobre su propuesta pictórica. Su obra es un festival de realismo al extremo en donde impera el movimiento lento y la energía calma.
Cuando una pintura impacta y alucina la pregunta que se hace el espectador frente al asombro es ineludible: ¿Cómo lo hizo? Como si aquello increíble que se nos presenta ante los ojos, no pudiera lograrlo una persona común y corriente con un pincel en la mano.
Claro está que la duda no mitiga el desconcierto frente al virtuosismo y despliegue técnico de los grandes pintores; en el arte simplemente se admira lo que se ve. Es lo que sucede frente a la obra del pintor Javier Arizabalo García nacido en San Juan de Luz, -Francia- en 1965 y radicado en Irun, al norte de España.
Su extraordinario oficio evidencia el enigma propio de la creación artística. Hoy, el pintor, licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, ocupa un lugar de relevancia en el ambiente de la pintura realista contemporánea.
Su trabajo, junto al de toda una nueva generación de nuevos artistas de impecable factura, pone de manifiesto la manera en que el realismo ha sabido transmitir a lo largo de la historia nuevas ideas, mutar y re-configurarse, trascendiendo de lo meramente representativo.
“La excusa de la realidad representa un reto y una emoción”, explica nuestro artista y agrega: “En mi práctica necesito las formas naturales en las que asirme".
La pintura sin límites de Arizabalo García demuestra que, a pesar del contexto hostil en el que reina la mercantilización y la banalidad de las distintas corrientes estilísticas de moda, el arte sigue teniendo sentido y ganas de perdurar. “Lo contemporáneo sólo es una borrachera de elementos, el devenir apartará lo superfluo”, concluye. (Fuente)
8) Santiago Carbonell
El artista español (1960) es un trotamundos. Ha vivido en su país, Ecuador y Estados Unidos. Ahora radica en la ciudad mexicana de Queretaro. Desde 1985 ha participado en exposiciones individuales y colectivas lo mismo como escultor que como pintor.
En lo que se refiere a la pintura Carbonell tuvo su punto de partida en el realismo del siglo XIX; hoy se mueve en el ámbito moderno del “fotorrealismo”, en el que alcanza un verdadero virtuosismo, sobre todo por la precisión y la exactitud de los detalles que pinta. Sus pinturas al óleo resaltan sobre la fina superficie del lino que emplea. Sus desnudos cobran una vida muy intensa. Pero, mas que pintar mujeres solas, parejas, autorretratos, Carbonell capta sus actitudes, sus estados de animo e incluso sus pensamientos. En sus paisajes, en los que prescinde por completo de la figura humana, da vida, mediante luces y sombras, a las rocas, los cerros. Los espacios se amplían gracias a los ocres, tonalidades que se inclinan a un sutil dorado. La obra de Carbonell ha sido exhibida en Quito, Buenos Aires, Bruselas, Nueva York, Houston… En más de cinco ocasiones ha salido a subastas en las casas especializadas de Christie’s y Sotheby’s, ambas en la ciudad de Nueva York. (Fuente)
9) Carmen Mansilla
Carmen Mansilla, pintora autodidacta, nace en Madrid y desde la infancia tiene una inquietud natural por la figura humana, desarrollando toda su vida alrededor de ésta búsqueda.
Una artista que nos conmueve con su sencillez y franqueza. Captura instantes de vida con sus pinceles. Los ciudadanos caminan por las calles y al cruzarse con el lienzo y la retina de Carmen, dejan su huella para siempre, sin detenerse. Las escenas mas esenciales de la vida reflejadas en en cuadros que tienen movimiento, en cuadros que hablan...
La pintura realista ofrece grandes desafíos. El artista que elige este estilo no debe conformarse con ser fiel a la realidad circundante y demostrar sólo un gran dominio técnico. En este desafío de interpretar la realidad lo debe hacer con originalidad. Así como la percepción tiene matices en cada observador, del mismo modo la representación debe poseer aspectos que la conviertan en algo único.
Esa es la clave para que una propuesta de estas características signifique un aporte en el diversificado mundo del arte contemporáneo del siglo XXI. Y esa es la clave para empezar a entender el arte de Carmen Mansilla, una pintora que ha aceptado el desafío. “Para mí -explica- el arte es la expresión más excelsa de la sensibilidad humana en todas sus vertientes. Parece increíble que los mismos seres humanos que mienten, odian, matan, violan los derechos humanos, maltratan, destrozan, etc… sean capaces de conmover creando algo bello o sublime y que perdura… sinceramente creo que sin manifestaciones de arte la humanidad moriría de tristeza”.
Dibuja desde niña, pero hace sólo seis años decidió dejar todo para vivir plenamente de la pintura. Comenzó a estudiar con grandes maestros, trabajó como retratista de niños e ilustradora de libros juveniles. Ha expuesto en Nueva York, París, Edimburgo y otras ciudades. “Ahora sólo quiero que se reconozca mi obra sin necesidad de curriculum... sólo emoción cara a cara con el receptor”, expresa.
Ese es unos de los desafíos de Carmen Mansilla, una pintora española que en una entrevista exclusiva para Resistencia Realista respondió sobre la pintura (su pasión) y el panorama del arte en su país y el mundo. (Fuente)
10) Juan Cossio
"A menudo parece como si Cossío hubiera tomado como punto de partida una composición clásica de uno de los Viejos Maestros y transportado la disposición a otra dimensión,trasladando el original desde su contexto específico a una experta composición de las figuras en un espacio vacío. De este modo, las composiciones, aunque sean religiosas o clásicas (como "Crucifixión II"), siempre resultan absolutamente contemporáneas.
Juan Cossío (Madrid, 1960) nos tiene acostumbrados a un hiperrealismo puro, una obra en la que la figura humana sigue siendo la protagonista, continúa con sus habituales fondos neutros, así la figura queda expuesta, es única, sin importar el lugar, ni siquiera el momento. Convertida en absoluta protagonista, con su gesto, su mirada, su expresión, nos lo dice todo.
Si en su pintura encontrábamos un movimiento expresivo, ahora aquella figura imprescindible en su obra y el movimiento conforman un todo; en este nuevo trabajo, movimiento y abstracción cobran forma, nada es estático, ni siquiera la mirada del espectador que se pierde en la abstracción y aún así, el protagonismo sigue siendo el mismo, la figura humana, eso sí, incorporada al trazo móvil, al flujo constante, a la vital actividad. La producción que ha estado recientemente expuesta en Albemarle Gallery de Londres.
Sobre los estos últimos trabajos el propio autor nos comenta “quiero relacionar la figura con un fondo abstracto, buscando un equilibrio entre la realidad y la abstracción pero que poco a poco, cómo veréis en cuadros cómo “Traces I y II”, esta figura-realidad pasa de lo estático al movimiento, un movimiento captado del natural pero que se funde e integra cada vez más en un conjunto abstracto. Un juego entre líneas y transparencias. Una interrogación entre los límites de lo real y lo abstracto”. (Fuente)
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