.

miércoles, 2 de abril de 2025

Historias del Oeste



El wéstern es un género típico de la cultura estadounidense que se ambienta en el viejo Oeste. La palabra wéstern es originariamente un adjetivo derivado del inglés west (oeste), pero se sustantivó para hacer referencia fundamentalmente a obras cinematográficas, aunque también existe en la literatura (novela del Oeste) y cómic (historieta).
Wéstern es un extranjerismo adaptado al español e incorporado en el Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española.


El western ha sido tradicionalmente uno de los géneros más populares de la cultura literaria y audiovisual. Todo el mundo, al oír la palabra western, automáticamente piensa: indios y vaqueros. Pero el género engloba mucho más que eso.
El pionero, el autor que dio comienzo a este tipo de historias, fue Owen Wister con su novela El virginiano. Los personajes típicos de éstas aventuras son sheriffs, pioneros, bandidos, vaqueros, soldados del ejército, tramperos, indios, buscadores de oro, chicas de Saloon, pistoleros, etc.
El género busca plasmar el ideario del Destino Manifiesto (la doctrina según la cual los Estados Unidos de América están destinados a extenderse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico), pero su objetivo primario es el puro entretenimiento.
El marco temporal suele situarse entre el final de la Guerra de Secesión y finales de 1880, y gráficamente se sitúa por lo general en el suroeste de Estados Unidos.
El escritor de novelas pulp y del oeste Frank Gruber estableció siete grandes temas argumentales dentro del western. A saber: 
Union Pacific story: la construcción del ferrocarril y el telégrafo y la compañía ferroviaria Union Pacific. 
Ranch story: historias de ganaderos y la lucha entre terratenientes, coacción y amenaza de bandidos, etc. 
Empire story: creación de un rancho o un negocio petrolífero. 
Revenge story: la típica búsqueda de venganza del protagonista por algún agravio; asesinato de su familia, robo de su ganado, recomponer la reputación, etc. 
Calvalry and Indian story: todo lo referente a lo militar o las guerras indias. 
Otlaw story: historias de antihéroes; bandidos, forajidos, bandoleros, pistoleros… 
Marshall story: la historia del sheriff que quiere imponer la ley y la justicia.
Esta clasificación no queda del todo completa, podrían añadirse las historias de pioneros, tramperos o buscadores de oro.
En la pantalla, desde las grandes obras maestras de John Ford, Howard Hawks o Sam Peckinpah hasta más adelante el spaguetti western de Sergio Leone y el western crepuscular de Clint Eastwood, nos han fascinado con esas grandes hazañas de la caballería contra los indios, la conquista del Oeste o los duelos de pistoleros y los asaltos a bancos y trenes. Y como figura esencial del western más clásico quien no recuerda al mítico John Wayne. (Fuente)



Siglo XIX: Todo lo que hemos publicado

 

El siglo XIX está tan cerca y tan lejos de nosotros. Particularmente es unos períodos de la historia de la Humanidad que más me gusta.


Enlace a todo lo publicado

El siglo XIX d. C. fue el noveno siglo del II milenio en el calendario gregoriano. Comenzó el 1 de enero del año 1801 y terminó el 31 de diciembre de 1900. Es llamado el "siglo de la industrialización".

La característica fundamental de este siglo es la de ser un periodo de grandes cambios. La ciencia y la economía se retroalimentarían, el término ‘científico’, acuñado en 1833 por William Whewell,​ sería parte fundamental del lenguaje de la época; la economía sufriría dos fuertes revoluciones industriales, la primera acaecida entre 1750 y 1840, y la segunda entre 1880 y 1914. En política, las nuevas ideas del anterior siglo sentarían las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que se explayarían por el mundo mediante el imperialismo y buscaría alianza con el movimiento obrero al que, le cederían el sufragio universal; en filosofía, surgirían los principios de la mayor parte de las corrientes de pensamiento contemporáneas, corrientes como el idealismo absoluto, el materialismo dialéctico, el nihilismo y el nacionalismo; el arte demoraría en iniciar el proceso de vanguardia pero quedaría cimentado en movimientos como el impresionismo. A finales de este siglo surgieron la cinematografía y la animación gracias a los grandes avances tecnológicos de la época. (W)





Una pareja de pintores contra la corriente

 

Por muchos años la musa y modelo de Lev Tchistosky fue su propia esposa.


Tengo especial simpatía por estos artistas que son matrimonio "para toda una vida". Tanto Lev Tchistovsky como Irene Klestova no se obnubilaron por los cambios artísticos de comienzo de siglo XX, se mantuvieron fieles a la academia. Tienen algo de anacrónico, es cierto. Pero hoy por hoy, esa tozuda permanencia en la belleza es lo que llama la atención y marca la diferencia.



Lev Tchistovsky

Lev Tchistovsky nació en 1902 en Pskov, Rusia y murió en Cenevieres, Francia en 1969. Dejó un incalculable legado en sus obras. Fue un pintor figurativo, centrado en temas pictóricos de desnudos.



Aquellas viejas novelas del Oeste



La novela del Oeste es un género literario narrativo de la literatura popular o de consumo, ambientado generalmente en el siglo XIX y en los Estados Unidos de América, durante el período de expansión de esta nación hacia el llamado Lejano Oeste, con importantes derivaciones cinematográficas y en la historieta gráfica.


Sus personajes característicos son el pionero, el sheriff, los vaqueros, el bandido o forajido pistolero, el tahúr, el hacendado ganadero de ovejas o reses, los indios, los mexicanos, los militares sudistas o nordistas, los buscadores de oro, los rancheros, los predicadores, las chicas alegres del salón y todos los tópicos fraguados por los creadores del género, James Fenimore Cooper, autor de El último de los mohicanos (1826) y Washington Irving en sus Western Journals (1832), los escritores costumbristas del realismo estadounidense Francis Bret Harte y Mark Twain, el alemán Karl May y el verdadero iniciador del género, Owen Wister, con su novela El Virginiano (1902). Por lo general, la novela del Oeste intenta ejemplificar la ideología del Destino manifiesto y no va más allá, ya que su intención fundamental es entretener, como suele ocurrir en la novela de aventuras, de la que es uno de los más importantes subgéneros.
Algunos críticos piensan que este género literario sólo sirve como origen y fuente de un género cinematográfico superior, el wéstern. El cine lo amplifica y se lo apropia otorgándole una mayor dignidad, mientras que el wéstern literario es regularmente de poca calidad en comparación con su versión cinematográfica, que alcanza grandes cotas de arte. 

Los Pieles Rojas (3) Los compañeros del mal




Hans Kresse fue uno de los grandes maestros del cómic y, lamentablemente, también uno de los más desconocidos. Esta serie fue la última que hizo por Casterman en Francia. Las aventuras se mueven a paso de tortuga, pero los dibujos son simplemente magníficos! Y a diferencia de los demás westerns, este se desarrolla en el siglo XVI a la llegada de los conquistadores españoles en México y el encuentro de los indios con los primeros caballos que traen los hombres blancos. Desafortunadamente, y por falta de suficientes seguidores, la serie se interrumpe con el tomo 9.


Los Pieles Rojas es una obra de pretensión amplia, consagrada a narrar la historia de la colonización norteamericana desde la óptica de los verdaderos habitantes del Nuevo Continente. Realizada a color esta serie arranca de la conquista española y describe de forma minuciosa los pormenores de la misma. De forma que el lector observa como ante una primera reacción de sorpresa por parte de los indios, se va pasando paulatinamente a la resistencia y al enfrentamiento racial. Kresse en este sentido es un pionero en la difusión de la idea de genocidio entre la raza india. Los Pieles Rojas es uno de los westerns fundamentales en la historia del comic mundial y radicalmente diferente a la inmensa mayoría de cuantos se han publicado. Con esta serie Kresse se hizo acreedor al premio Alfred por la mejor obra extranjera en el Salón de Angouléme de 1977.



Obra completa en