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martes, 25 de junio de 2024

Hazañas Bélicas (3) El hombre que tuvo miedo

 

Una historia de la Segunda Guerra Mundial. 

 

La narrativa histórica de la Segunda Guerra Mundial ha sido ampliamente evocada en la literatura, el cine y el cómic, sin embargo, es la primera vez que me encuentro con una historia donde los alemanes no son retratados como los antagonistas principales. Resulta interesante ver esta perspectiva alternativa y comprender la complejidad de los eventos ocurridos durante este periodo tan oscuro de la historia.

Obra maestra de Boixcar y cumbre del género bélico dentro del cómic español. A reseñar el gran realismo con que son dibujados los artefactos de guerra y el poder evocador de atmósferas de combate sugeridas mediante un uso magistral de la trama manual y del claro-oscuro.
A pesar de que la colección relataba historias enmarcadas en la II Guerra Mundial, también se podían hallar conflictos contemporáneos como la Guerra de Corea, el conflicto de Indochina o la tensión en el Oriente Medio. La Guerra Civil Española no fue nunca mostrada, suponemos como consecuencia de la siempre atenta censura o porque simplemente aquello "no era prudente recordarlo". Como dato curioso hay que destacar que los buenos eran siempre los aliados y a veces, incluso los alemanes si estos luchaban contra los comunistas.
Los relatos de esta colección, aunque en ocasiones también eran humorísticos, eran en su mayoría casos muy duros, mostrando el hecho de que detrás de actos heroicos hay siempre una persona que por una causa u otra se encuentra en esa situación y que ha de apañárselas como puede, realizando tanto una huida hacia delante como un acto de cobardía.



La infancia de Conan: Hyboria y otras historias



La Era Hiboria o Edad Hiboria (Hyborian Age en inglés) es la localización temporal del universo de ficción en el que se ambientan los relatos de Conan el Cimmerio, personaje creado por Robert Ervin Howard en 1932.


EL BÁRBARO

EL CIMMERIO

Robert E. Howard, entre febrero de 1932, momento en que creó el personaje de Conan, y junio de 1936, momento de su muerte, escribió hasta veinte relatos de Conan, además de una novela. Los tres primeros relatos fueron escritos en 1932: El fénix en la espada (The Phoenix on the Sword, escrito en febrero y publicado en diciembre de 1932), La hija del gigante helado (The Frost-Giant's Daughter, publicado en 1976) y El dios del cuenco (The God in the Bowl, publicado en 1975). 






Tras haber escrito estos tres primeros relatos, en 1932, Howard quiso darle a Conan un universo coherente y verosímil. Para ello escribió La Edad Hiboria, un texto en el que describió el inicio y el fin de una era ficticiamente situada en un remoto e hipotético pasado de las actuales civilizaciones humanas. Los pueblos, naciones y civilizaciones que Howard nombra en este texto, así como en los relatos de Conan, son en la mayor parte, al menos en la ficción de Howard, los pueblos y naciones antepasados de las civilizaciones actuales. Para establecer un lazo entre su recreación mítica del pasado y la actualidad Howard rebautizó pueblos de la Antigüedad con nombres diferentes aunque similares. Por ejemplo los brithunios, según Howard, originaron los brithones o bretones que los romanos combatieron en Britania. Howard también utiliza toponimia actual, como por ejemplo "Zamora", pero sin ninguna relación con ninguna de las ciudades llamadas hoy en día "Zamora", pues Howard no hace más que tomar "prestado" este nombre dado a diferentes ciudades reales para bautizar un reino ficticio. Es, pues, muy importante tener siempre en cuenta que el pasado descrito por Howard no es otra cosa que la recreación ficticia de una "edad olvidada". (Fuente)



Evaristo: Melodrama de desempate

 



A finales de los 50, la delincuencia argentina saltó a la primera plana de los diarios de sucesos con la irrupción de un puñado de bandas criminales que instauraron en el país una época de pánico, violencia e inseguridad. Esta edad dorada del hampa argentina se recuerda también por la presencia en las calles de un raro ejemplar de policía: el legendario Evaristo Meneses, apodado el Eliot Ness argentino.


Evaristo es una joya del género policial, a la altura del Néstor Burma de Tardi o The Spirit de Will Eisner. Sus páginas despliegan un amplio abanico delictivo que abarca el robo, el secuestro, el homicidio, la trata de blancas, la suplantación, el asesinato serial o el crimen político. Inflexible y pertinaz, Evaristo sigue el rastro del criminal allá donde le lleve, sea una villa miseria, sea la cúspide de un despacho oficial. En cada historia, el prestigioso guionista Carlos Sampayo y Solano López, el reconocido dibujante de El Eternauta, cambian de asunto y de estrategia narrativa. El conjunto forma un rompecabezas del que emerge una imagen matizada, precisa y llena de contrastes: la de una época, una ciudad y el conjunto de sus gentes.


lunes, 24 de junio de 2024

El ejecutor

 


"Chicago era una ciudad dura en 1928... y eso nadie lo sabía tan bien como Tony Desoto... Tony era un rufián de poca monta que ansiaba desesperadamente una tajada de pastel..."

Una historia que empieza mal y termina peor.


Chicago en 1928 era una ciudad dura, violenta y sin piedad, donde los hombres de negocios legítimos luchaban por sobrevivir mientras que los gángsters y matones se peleaban por el control del lucrativo mercado negro. En medio de este caos urbano, se encontraba Tony Desoto, un rufián de poca monta que soñaba con tener una tajada del pastel criminal que dominaba las calles de la ciudad.
Tony siempre tuvo una vida llena de dificultades. Desde temprana edad, se vio expuesto a la violencia, la delincuencia y la corrupción que imperaban en aquellos tiempos turbulentos. Luchando por escapar de la pobreza y la falta de oportunidades, Tony pronto se vio tentado por la vida fácil que ofrecían los sindicatos del crimen organizado. Intentó abrirse paso en las filas de los gángsters, ofreciendo sus servicios como matón, sicario y recaudador de deudas.
Mientras tanto, la violencia y la anarquía se apoderaban de las calles de Chicago. Las luchas por el control del contrabando de alcohol, la prostitución y el juego clandestino se recrudecían día a día, provocando una ola de asesinatos, ajustes de cuentas y retaliaciones sin fin. Tony, atrapado en medio de esta vorágine, se vio obligado a tomar decisiones cada vez más desesperadas y peligrosas para sobrevivir.
En un mundo donde la violencia y la codicia eran la moneda corriente, Tony Desoto aprendió de la peor manera que en Chicago, una ciudad dura e implacable, incluso los sueños más modestos podían terminar en la más amarga de las derrotas. Su historia, que comenzó mal, terminaría peor, convirtiéndose en un recordatorio sombrío de los peligros y las consecuencias de intentar prosperar en los márgenes de la sociedad.


El profesional

 


Los argentinos Carlos Trillo y Horacio Altuna hicieron una excelente dupla. Incursionaron en todos los géneros. Uno de ellos fue el policial y este es un buen ejemplo: La historia de un asesino muy profesional.


En el vasto y multifacético mundo del cómic argentino, pocos dúos han logrado alcanzar la prominencia y el reconocimiento que han conquistado Carlos Trillo y Horacio Altuna. Estas dos luminarias de la industria han forjado una colaboración artística que ha trascendido géneros y generaciones, dejando una huella indeleble en el imaginario cultural de su país y más allá.
Trillo, el brillante guionista, y Altuna, el talentoso artista, han recorrido un camino sinérgico que los ha llevado a explorar una amplia gama de temáticas y estilos narrativos. Desde la sátira social hasta el drama existencial, pasando por el suspense y la acción, esta dupla ha demostrado una versatilidad envidiable que los ha convertido en referentes ineludibles del cómic latinoamericano.
Uno de los géneros donde Trillo y Altuna han cosechado un éxito particularmente notable es el policial. Con su aguda comprensión de la psicología humana y su habilidad para tejer tramas intrincadas, han logrado crear obras que se sumergen en los recovecos más oscuros de la condición humana. Un buen ejemplo de ello es "La historia de un asesino muy profesional", una obra que demuestra el dominio de estos autores en el campo del thriller.
En esta entrega, Trillo y Altuna nos introducen en el mundo de un asesino a sueldo que, lejos de ser un arquetipo unidimensional, se revela como un personaje complejo, dotado de una racionalidad gélida y una determinación inquebrantable. La narrativa nos sumerge en los vericuetos de su mente, explorando los impulsos y las motivaciones que lo impulsan a ejercer su oficio con una precisión mortal.
Altuna, con su trazo elegante y su dominio del lenguaje visual, logra capturar la tensión y el suspense que impregnan cada página. Sus viñetas, cargadas de detalles sutiles y de una paleta cromática sobria, crean un ambiente opresivo y asfixiante, que acompaña al lector en su descenso a los abismos de la psique del protagonista.
Por su parte, Trillo demuestra su maestría en la construcción de diálogos cargados de significado y en la creación de una trama que mantiene al lector en vilo hasta el desenlace. Su habilidad para penetrar en la mente de un asesino profesional y revelar las capas de complejidad que lo definen es realmente admirable.
La combinación del talento narrativo de Trillo y la maestría visual de Altuna ha dado lugar a una obra que trasciende los límites del género policial. "La historia de un asesino muy profesional" se erige como un impactante estudio de la psicología criminal, pero también como una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y sus más oscuros abismos.




Auto Stop


"Hacer dedo" siempre ha tenido sus riesgos. A pesar de eso, sigue siendo el modo más económico para viajar. Aunque este viaje sea el último.


La práctica del "hacer dedo", es decir, viajar de un lugar a otro solicitando el transporte de conductores desconocidos, ha sido una opción de transporte utilizada por siglos. Si bien esta modalidad de viaje presenta innegables riesgos, sigue siendo uno de los métodos más económicos y accesibles para aquellos que buscan desplazarse de forma económica. No obstante, este método de viaje no está exento de peligros, y en algunos casos, puede llegar a convertirse en el último trayecto de quienes lo emprenden.
Desde tiempos inmemoriales, el "hacer dedo" ha sido una práctica común entre viajeros de diversos perfiles. Individuos en busca de aventura, estudiantes con recursos limitados, e incluso personas en situación de vulnerabilidad, han recurrido a esta forma de movilización para poder llegar a su destino. La facilidad de acceso y el bajo costo que presenta el autostop lo han consolidado como una alternativa atractiva para aquellos que buscan viajar de manera económica.
Sin embargo, la práctica del "hacer dedo" conlleva importantes riesgos que no pueden ser ignorados. El hecho de subirse a un vehículo conducido por un desconocido implica exponer la propia seguridad a diversos peligros, como agresiones físicas, abusos o incluso secuestros. Lamentablemente, se han documentado numerosos casos en los que viajeros que optaron por el autostop han sufrido consecuencias fatales.
Aun así, para muchos, los beneficios de esta modalidad de viaje superan a los riesgos. El ahorro económico y la posibilidad de vivir experiencias únicas y enriquecedoras durante el trayecto son alicientes poderosos que impulsan a individuos a continuar recurriendo al "hacer dedo" como su principal medio de transporte. Estos viajeros suelen destacar la oportunidad de entablar conversaciones y establecer vínculos con conductores desconocidos, lo cual les permite ampliar su perspectiva del mundo y adquirir una mayor comprensión de la diversidad humana.
No obstante, es imperativo reconocer que en determinadas circunstancias, el "hacer dedo" puede convertirse en el último trayecto de quienes lo emprenden. Lamentablemente, la vulnerabilidad inherente a esta práctica ha derivado en trágicos desenlaces, donde viajeros han sido víctimas de actos violentos o incluso han perdido la vida. Estas situaciones dramáticas sirven como un recordatorio de que, si bien el autostop puede ser una opción accesible y emocionante, también conlleva riesgos que no deben ser subestimados.
Esta es una de esas historia...





Historia publicada en la revista Totem N° 7

Split, el pequeño pionero del espacio


El inconfundible estilo de Moebius y un tema recurrente pero con humor: El hombre y su soledad ante la inmensidad del espacio.


La soledad del hombre en el espacio según Moebius

El célebre artista francés Jean Giraud, más conocido por su seudónimo Moebius, ha dejado una impronta indeleble en el mundo del cómic y la ciencia ficción. Sus obras se caracterizan por un estilo visual único, lleno de detalles intrincados y una paleta de colores cautivadora. Pero más allá de la exquisita estética, los trabajos de Moebius a menudo abordan temas profundos, entre ellos, la soledad del ser humano ante la inmensidad del cosmos.
En sus narraciones, Moebius suele retratar personajes que emprenden solitarios viajes espaciales, confrontados con la vastedad del universo y la ausencia de vínculos humanos. Esta temática recurrente, lejos de ser un mero recurso narrativo, se erige como una reflexión sobre la condición del hombre moderno, cada vez más aislado en medio de un mundo globalizado.
Uno de los aspectos más interesantes de esta exploración es cómo Moebius aborda la sexualidad y las relaciones de pareja en el contexto del aislamiento cósmico. Sus protagonistas, a menudo despojados de los lazos afectivos y la intimidad, deben enfrentar el desafío de la soledad existencial sin el consuelo de una compañía femenina. Esta visión, si bien puede resultar pesimista, también abre la puerta a una exploración más profunda de la psique humana y su búsqueda de propósito y conexión.
En definitiva, esta obra (con humor) de Moebius nos invita a reflexionar sobre nuestra propia condición en un mundo cada vez más vasto y desconcertante. Sus representaciones del hombre solitario en el espacio nos desafían a cuestionar nuestras prioridades, nuestras relaciones y nuestra capacidad de encontrar significado en medio de la inmensidad del cosmos.