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lunes, 24 de abril de 2023

24 de abril de 1915: Comienza el Genocidio Armenio

El 24 de abril de 1915, en Turquía comienza el Genocidio armenio, la primera masacre en masa del siglo XX. Mueren un millón y medio de armenios.





El genocidio armenio, como se denomina a la matanza de cerca de un millón y medio de personas a partir de 1915 a manos del Imperio Otomano, es considerado el primer genocidio del siglo XX, que abrió una colosal cicatriz en la región entre el Río Bósforo y el Cáucaso y cuyos efectos políticos, sociales y culturales aún permanecen vivos al conmemorarse un siglo desde su inicio.
La estratégica posición de la meseta de Armenia, alrededor de los lagos Seván y Van, en el Cáucaso, cruce de las rutas de las caravanas comerciales entre Oriente y Occidente, centró desde siempre el interés de los pueblos que la rodeaban, y fue conquistada sucesivamente por persas, macedonios, romanos, más tarde fue la dominación bizantina y luego la árabe.
Hacia mediados del siglo XI aparecieron en la región los selyúcidas, nómades mongoles del Asia Central, luego los tártaros y más tarde los turcomanos.
Entre fines del siglo XVI y comienzos del XVII, la región este de Armenia se convirtió en área de conflicto entre turcos otomanos, persas y rusos, quienes a partir de entonces empezaron a tener presencia en la geopolítica de la región.
El Imperio Otomano estaba integrado por poblaciones cristianas -armenios y griegos- y musulmanas -turcos, kurdos y árabes- y su sustento ideológico, basado en el otomanismo, reconocía la diversidad de minorías.
Estas matanzas buscaban sembrar el terror y evitar a toda costa la creación de un Estado armenio La profusa bibliografía armenia sobre el tema argumenta que esta ideología fue reemplazada desde 1913 por el panturquismo o panturanismo, que sostenía la superioridad de la raza turca y proponía la unión de todos los pueblos turcos desde el Bósforo hasta China.
En julio de 1908, una revolución de apariencia liberal, encabezada por el partido laico "Comité de Unión y Progreso" (Ittihad), más conocido como el partido de los Jóvenes Turcos, desplazó al sultán Abdul Hamid (el sultán Rojo), que había ordenado entre 1894 y 1896 la matanza de miles de armenios en diferentes puntos del imperio, a un lugar simbólico.
Estas matanzas, producidas poco después de que el sultán debiera aceptar en el Tratado de San Stefano la independencia de Rumania, Serbia y Montenegro, y la semi independencia de Bulgaria, buscaban sembrar el terror y evitar a toda costa la creación de un Estado armenio, previsiblemente favorable a Rusia, al este de su territorio, en la frontera turco-rusa.
La llegada de los Jóvenes Turcos produjo algo de esperanza entre los armenios, pero ésta duró hasta que en abril de 1909 estalló una segunda matanza organizada, primero en la ciudad de Adaná y luego en el resto de la provincia, donde en total fueron muertas alrededor de 30.000 personas.
El punto de inflexión fue la derrota del Ejército otomano ante las tropas rusas en el Cáucaso en diciembre de 1914, cuando las autoridades otomanas acusaron directamente a los armenios de combatir en el bando enemigo.
Los armenios establecieron la fecha del comienzo del exterminio en 24 de abril de 1915, el día en que las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de esta comunidad en Estambul (entonces Constantinopla), cifra que en los días siguientes ascendió a 600.
Luego, una orden del gobierno central determinó la deportación de toda la población armenia, sin posibilidad de cargar los medios para la subsistencia.
La marcha forzada por cientos de kilómetros, atravesando zonas desérticas, desató la muerte de la mayor parte de los deportados, víctimas del hambre, la sed y las privaciones, mientras los pocos sobrevivientes eran robados y violados por bandas de asesinos y bandoleros.
Seguidamente, con la ayuda del Ejército y formaciones irregulares integradas por kurdos y otras minorías, cientos de miles de armenios fueron asesinados y deportados por suponer "una amenaza para la seguridad nacional".
Los que no fueron fusilados o quemados vivos en establos en los disturbios escenificados por las propias autoridades, murieron en las largas travesías en caravana hacia los desiertos de Irak y Siria, en las que perecieron cientos de miles de ancianos, mujeres y niños.
El saldo mortal oscila entre el medio millón y el millón y medio de armenios masacrados entre 1915 y 1923 Las autoridades otomanas crearon una red de 25 campos de concentración, donde los armenios perecieron de inanición, según la historiografía armenia, que también denuncia la muerte de decenas de miles de personas al ser tiradas por la borda en el mar Negro y tras ser inoculadas con diferentes virus.
Si bien los historiadores armenios y occidentales coinciden al calificar de ingeniería étnica la política otomana en relación con los armenios, discrepan en cuanto al número de víctimas de la masacre.
El saldo mortal oscila entre el medio millón y el millón y medio de armenios masacrados entre 1915 y 1923, mientras lo que es seguro es que sólo habría sobrevivido una pequeña parte.
"El mayor crimen de la Primera Guerra Mundial", como lo definió el entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, tuvo como testigos de excepción a comerciantes y misioneros occidentales.
El fundador de la actual Turquía, Kemal Ataturk, reconoció la matanza de millones de cristianos otomanos, pero la palabra genocidio es tabú desde entonces entre los historiadores turcos, que acusan a los armenios de aliarse con Rusia y rebelarse contra el imperio que les acogía.
Hasta ahora, Turquía admite oficialmente que cientos de miles de armenios murieron como consecuencia de las luchas en Anatolia oriental y de la política de deportaciones de las autoridades otomanas, pero se niega rotundamente a que esas masacres se describan como "genocidio".
Como resultado del genocidio, nació la diáspora armenia, muy influyente en países como Estados Unidos, Francia o Argentina, mientras la actual Armenia logró su independencia tras la caída de la Unión Soviética en 1991.


FUENTE: Télam






Algunos intelectuales armenios arrestados el 24 de abril de 1915; unas semanas después fueron deportados y asesinados





domingo, 23 de abril de 2023

23 de abril de 1967: Despega el Soyuz 1

El 23 de abril de 1967, despega el Soyuz 1, primer vuelo tripulado de una nueva serie de naves espaciales de la Unión Soviética, con un único tripulante, el coronel Vladímir Mijáilovich Komarov, que murió cuando la nave se estrelló en su regreso a la Tierra. Se trató del primer accidente mortal en vuelo registrado de la historia de los vuelos espaciales.


El accidente según los medios soviéticos

Al cabo de poco tiempo de haberse lanzado la misión los medios de comunicación soviéticos anunciaron el éxito del despegue. Sin embargo, en cuanto comenzaron los problemas técnicos, enmudecieron.
Unas siete horas después de que la Soyuz 1 se estrellara, la Unión Soviética anunció el trágico final. Sin embargo solo se mencionó el fallo del paracaídas como causa del accidente, sin comentar la larga secuencia de problemas técnicos que venía arrastrando tanto la nave como el programa Soyuz.
Hasta aquel momento la Unión Soviética, salvo reconocer implícitamente fallos en algunas sondas, solo había hablado de éxitos en su programa espacial. Aquel fue el primer fracaso reconocido de forma explícita.
Komarov fue enterrado en el Kremlin el 26 de abril en un funeral multitudinario.


Los restos de Vladímir Mijáilovich Komarov, el cosmonauta que murió calcinado dentro de la Soyuz 1 en 1967. Fue el primer hombre en morir durante una misión espacial.

sábado, 22 de abril de 2023

22 de abril de 1997: Ejército peruano asalta la embajada de Japón

 

El 22 de abril de 1997, en Lima (Perú), el ejército asalta la embajada de Japón, tomada con rehenes por un grupo del MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru).

La toma de la residencia del embajador japonés en Lima fue un secuestro masivo que comenzó el 17 de diciembre de 1996 en San Isidro, Lima, Perú, cuando 14 miembros de la organización terrorista peruana Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomaron como rehenes a cientos de diplomáticos, oficiales del gobierno, militares de alto rango y empresarios que asistían a una celebración con ocasión del 63º aniversario del nacimiento del Emperador de Japón Akihito organizada en la residencia oficial del embajador de Japón en el Perú, Morihisa Aoki.
Gran parte de los 800 rehenes fue liberada prontamente. Todas las mujeres fueron puestas en libertad la misma noche del 17 de diciembre, incluyendo a la madre del presidente Alberto Fujimori que se encontraba en el evento, hecho que pasó desapercibido para los secuestradores. Tras ser retenidos como rehenes por 126 días, 71 de los 72 rehenes que quedaban fueron liberados el 22 de abril de 1997 en una incursión armada de las Fuerzas Armadas de Perú conformada por el Comando Chavín de Huántar. El operativo dejó como resultado la muerte de un rehén, dos comandos y los catorce militantes del MRTA que participaron de la toma. La operación fue percibida como un gran éxito y obtuvo atención mediática en todo el mundo.
Inicialmente, Alberto Fujimori, entonces presidente del Perú, recibió gran crédito por salvar la vida de los rehenes. Sin embargo, desde entonces, han aparecido informes que sugieren que cierto número de terroristas habían sido ejecutados sumariamente después de haberse rendido. Estos descubrimientos han sido seguidos por demandas civiles contra oficiales militares por parte de los familiares de los terroristas fallecidos. En 2005, la oficina del Fiscal General de la Nación en Perú imputó los cargos y ordenó el comienzo de las audiencias.​ El 29 de junio de 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos. (W)





viernes, 21 de abril de 2023

21 de abril de 1792: Ahorcan a Tiradentes

El 21 de abril de 1792, en Brasil, los portugueses ahorcan a Tiradentes, un líder revolucionario que dirige un movimiento popular para conseguir independizarse de Portugal.



Joaquim José da Silva Xavier (1746-1792), más conocido como Tiradentes -Sacamuelas en portugués- fue un odontólogo, militar, minero, comerciante y activista político brasileño, considerado como héroe nacional de su país por haber asumido en exclusividad la responsabilidad de la Conspiración Minera, considerado el primer intento a gran escala de independencia de Brasil del Reino de Portugal, a fines del siglo XVIII.



Tiradentes, era probablemente el participante en la revuelta de menor posición social (era alférez y dentista práctico). Por esa razón, fue el único que asumió la responsabilidad por la conspiración, a pesar de que al principio negó su participación, y trató de exculpar a sus compañeros. Encarcelados, todos los conspiradores tuvieron que esperar durante tres años hasta que finalizó el proceso por traición a la corona portuguesa. Algunos fueron condenados a muerte y otros al destierro. Luego, por orden de la reina doña María I, todas las sentencias fueron conmutadas por el destierro, excepto la de Tiradentes, que siguió condenado a muerte.
Y así, en la mañana del sábado 21 de abril de 1792, Tiradentes recorrió en procesión las calles engalanadas del centro de la ciudad de Río de Janeiro hasta el patíbulo. Ejecutado y descuartizado, con su sangre se firmó la certificación de que se había ejecutado la sentencia de muerte y se declaró su memoria infame. Su cabeza se plantó en un poste en Vila Rica y sus restos mortales se distribuyeron a lo largo de Caminho Novo: Cebolas, Varginha do Lourenço, Barbacena y Queluz, la antigua Carijós, lugares en los que expuso sus discursos revolucionarios. Su casa fue destruida y todos sus descendientes deshonrados.



El film  narra la historia de uno de los héroes más importantes  y reconocido de Brasil, Joaquim José da Silva Xavier, más conocido como 'Tiradentes'. Líder de un grupo que intentó proclamar la independencia de Brasil de Portugal en 1789, fue traicionado por uno de sus compañeros y finalmente acabó en la horca.

'Tiradentes' es una nueva revisión de la historia. Aquí, el verdadero líder de la "Conspiración Minera" no es Tiradentes (Humberto Martins), si no un afamado hombre rico, mano derecha e íntimo amigo del Gobernador que nunca llegó a ser arrestado por los incidentes narrados en la película. Las conspiraciones y movimientos en Brasil, y el apoyo del gobernador a la rebelión  llegarán hasta oídos de los altos cargos de Portugal, cuya durísima represión culminará con el arresto y sentencia de todos aquellos que se rebelaron, incluso Tiradentes.



jueves, 20 de abril de 2023

20 de abril de 1808: Entrevista rey de España Fernando VII y Napoleón


El 20 de abril de 1808, en España, el rey Fernando VII sale del país para entrevistarse con Napoleón Bonaparte en Bayona (Francia), encuentro del que no regresará hasta la caída de este.



En 1808 el rey de España y su hijo cayeron prisioneros de los franceses. Ante la ausencia del monarca no se sabía quién tenía el derecho a mandar en España y las colonias españolas en América, de modo que en las ciudades más importantes se formaron juntas integradas por los pobladores más respetados. Al principio, todos estaban de acuerdo en defender el poder y devolvérselo al rey cuando fuera liberado, pero luego muchos criollos vieron la oportunidad para declarar la independencia de España.


Los ejércitos franceses encabezados por Napoléon Bonaparte invadieron España en 1808. Napoleón obligó al rey Carlos y a su hijo Fernando a entregarle la corona para imponerla a su hermano José Bonaparte, quien se convirtió en el nuevo rey de España. Fernando VII, legítimo heredero al trono, fue llevado prisionero a Francia.
El pueblo español rechazó al rey francés y formó juntas en todas las ciudades para luchar contra los invasores y cuidar el reino hasta el regreso de Fernando. En la ausencia del rey, las juntas se hicieron cargo de la totalidad de las funciones de gobierno y de la resistencia a la invasión napoleónica. En 1812 se redactó y aprobó una Constitución liberal para España.
A su vez, en las colonias americanas dependientes de la Corona española, que repentinamente habían quedado sin autoridad, las medidas iniciales fueron parecidas a las de España: en las principales ciudades americanas también se crearon juntas que tenían por misión administrar y resguardar el poder real hasta el restablecimiento del rey español en el trono.
Al principio, las juntas se mostraron fieles al rey Fernando VII y rechazaron la invasión francesa en España. Pero en 1810 las juntas de varias ciudades comenzaron a pensar en independizarse de la Corona española, mientras otras decidieron seguir fieles al rey. Esto provocó disputas armadas entre los independentistas y los realistas.
En 1815, los ingleses derrotaron a Napoleón y el rey Fernando VII volvió a España y retomó su poder. Al ver que gran parte de las colonias americanas se habían independizado, decidió enviar miles de soldados a recuperarlas.
Después de varios años de lucha, los independentistas derrotaron a las fuerzas de la Corona española. En 1830 la mayoría de los pueblos de América Latina eran Estados independientes.

Ver también:



Retrato de Fernando VII pintado por Francisco de Goya en 1814 por encargo del Ayuntamiento de Santander. Así describe el cuadro el historiador Emilio La Parra López: «[Goya] lo presentó de cuerpo entero con el uniforme de coronel de guardias reales, apoyado sobre un pedestal en el que una figura femenina coronada con el laurel de la victoria, representación de España, acoge al monarca con los brazos abiertos. Es el rey deseado y necesario. En el pedestal están los atributos de la realeza (corona, cetro y manto) y al pie del rey, un león —símbolo de la monarquía— rompe con sus fauces en actitud fiera las cadenas con que Napoleón pretendió sujetarla».


Fernando VII y las artes y las ciencias

El rey Fernando VII tuvo la suerte de contar con buenos pintores y mantuvo el mecenazgo borbónico hacia artistas como Francisco de Goya, Vicente López Portaña o José Madrazo. Según Mesonero Romanos, aún «acudía en los últimos días de su existencia, trémulo y fatigoso, a la solemne repartición de premios de la Real Academia de San Fernando».​ Fomentó las actividades artísticas e intelectuales y la mejora de la enseñanza primaria —principalmente durante el Trienio Liberal— y secundaria —durante la Década Ominosa—.​ Ocurrió lo contrario con las universidades, que perdieron alumnos y se vieron vigiladas por el Gobierno, que las consideraba focos de liberalismo.

Apoyado por su segunda esposa, Isabel de Braganza, Fernando retomó la idea de José I de crear un Museo Real de Pinturas, y decidió convertir en tal el edificio que Juan de Villanueva había creado como Gabinete de Historia Natural. Gracias a su iniciativa y financiación personal, nacía así el actual Museo del Prado, inaugurado en presencia del propio monarca y su tercera esposa el 19 de noviembre de 1819.​ Fue aficionado asimismo a la música.

A pesar del supuesto deterioro de la ciencia española y de la fuga de científicos importantes durante su reinado, se deben a Fernando VII una serie de capitales iniciativas. La fuga de científicos se debió principalmente a motivos políticos: los exiliados simpatizaban con los franceses o con los liberales. En 1815 ordenó la restauración del Observatorio Astronómico, muy dañado durante la «francesada».​ También se reestructuró en aquel tiempo el Real Gabinete de Máquinas en el llamado Conservatorio de Artes.​ En 1815 también se creó el Museo de Ciencias Naturales y el Jardín Botánico de Madrid.

Por otra parte, Fernando VII es el protagonista de algunas célebres novelas históricas, como Memoria secreta del hermano Leviatán (1988), de Juan Van-Halen, y El rey felón (2009), de José Luis Corral. (W)