26 de marzo de 1937, en Mediano (España) se inaugura el primer campo de prisioneros de la República española. Los presos realizarán obras en el pantano, que contribuirá al riego de parte de los Monegros.
Es habitual entre la progresía que se alabe la II República española como un periodo en el que sólo hubo progreso y democracia en contraposición con el oscuro tiempo del franquismo. En un interesante artículo del bloguero Elentir en Contando Estrelas que por su interés reproducimos a continuación se reproduce con pelos y señales la creación por parte del gobierno de izquierdas de los campos de concentración tras la creación, también durante la república, de la Ley de Vagos y Maleantes:
El 5 de agosto de 1933 aparecía publicada en la Gaceta de Madrid la llamada Ley de Vagos y Maleantes, una norma tachada habitualmente de “franquista”.
Hay que recordar que en agosto de 1933 España estaba bajo la Segunda República y con un gobierno presidido por el izquierdista Manuel Azaña. La ley, hecha de común acuerdo entre los distintos grupos políticos en unas Cortes republicanas ampliamente dominadas por la izquierda, sancionaba diversas conductas y a ciertas personas, entre ellas “los vagos habituales”, “los rufianes y proxenetas”, “los ebrios y toxicómanos habituales” y “los mendigos profesionales”, e incluso aquellos que no justificasen la posesión o la procedencia del dinero o efectos en su poder. (F)