La imagen de dos mujeres amándose ha sido -hasta hace poco- un tema tabú en las artes plásticas; casi siempre oculto y a la sombra. Sólo a mediados del siglo XX, los museos aceptaron pinturas de mujeres desnudas compartiendo un lecho o simplemente abrazadas besándose.
Texto de unos amigos que también se han atrevido con el tema.
El amor lésbico en la historia del arte
La representación de la mujer se remonta a la prehistoria. Desde que los humanos descubrieron el poder del trazo, de la línea y del color, comenzó el periplo de la imagen femenina, el cuerpo femenino se hizo objeto de deseo, pero siempre bajo la mirada y la perspectiva masculina; en ese sentido la Historia del Arte ha forjado la representación de la mujer y su realidad siempre desde la masculinidad. La mujer en el arte es una visión del hombre, su representación que es mucha, están silenciadas por la ejecución del macho patriarcal y las pocas mujeres que tuvieron la valentía de pintar su cuerpo y sus realidades estuvieron atadas por los convencionalismos y directrices de un mundo hecho por el hombre.