Åstol es una pequeña isla de Suecia que se caracteriza por sus encantadoras casas blancas de madera, destacándose en un paisaje donde los escarpados acantilados parecen emerger del mar. Situada entre Tjörn y Marstrand, en la costa de Bohuslän, la isla es fácilmente accesible a través de un ferry de pasajeros desde Rönnäng, lo que la convierte en un destino ideal para una escapada de un día.
La experiencia en Åstol es singular, ya que la isla carece de automóviles, ofreciendo un entorno tranquilo y pintoresco. Los visitantes tienen la oportunidad de explorar a pie sus bellos caminos, disfrutar de las panorámicas vistas de la costa, y contemplar los tradicionales cobertizos para botes que se alinean a lo largo de la costa. Las formaciones rocosas que rodean la isla no solo son un deleite visual, sino que también brindan interacción con la naturaleza, creando memorias imborrables.
Aquellos que buscan actividades recreativas encontrarán en Åstol una variedad de opciones. Desde la pesca de cangrejos en un puerto idílico hasta disfrutar de un tobogán acuático en una piscina natural, cada rincón de la isla ofrece dilemas de relajación y aventura. Además, delicias culinarias como el helado del Åstol Café y los camarones ahumados del Åstol Rökeri añaden un sabor especial a la visita. Para los interesados en explorar más allá de la isla, las cercanas Dyröleden en Marstrand y Salt og Sill en Klädesholmen son opciones excelentes.
Åstol: Una Joya de la Costa de Bohuslän
Åstol no es solo un destino turístico; es un refugio que invita a la reflexión y la conexión con la naturaleza. La perfecta combinación de paisajes impactantes y actividades recreativas asegura que cualquier visitante regrese con recuerdos inolvidables. Una visita a esta pequeña y encantadora isla representa, sin duda, una experiencia extraordinaria en la costa oeste de Suecia.
El Monte Fanjingshan es la montaña más alta de la cadena montañosa Wuling en el suroeste de China, con su pico más alto a 2.572 metros sobre el nivel del mar.
Con más de 8.000 escalones, recompensa a los excursionistas con extrañas formaciones rocosas y vistas por encima de las nubes de la cordillera de Wuling en China.
El nombre "Fanjing" es una abreviatura de Fantian Jingtu, que significa "Tierra Pura de Brahma" en chino.
Como sitio budista sagrado, el Monte Fanjingshan tiene numerosos templos y es una de las cinco montañas budistas sagradas de China.
Una cosa lleva a la otra. Investigando sobre las islas Diómedes, llegué a los inuit, a su maravilloso arte y a Kenojuak Ashevak.
Las Islas Diómedes (una rusa y la otra de EEUU) están en el centro del Estrecho de Bering. En ambas habitan inuit, nativos que poblaron hace miles de años lo que ahora es Siberia, Alaska y Canadá. Su arte es maravilloso.
Las Islas Diómedes y sus curiosidades
Con una ubicación privilegiada como pocas, las Islas Diómedes están en un rincón del mundo con sentido mágico. Se pasa de un continente a otro, pero también se viaja en el tiempo.
Estos territorios poseen varias particularidades, una de ellas es que pertenecen a países diferentes. Por un lado se encuentra la isla conocida como Diómedes Mayor, perteneciente a Rusia, mientras que del otro lado se encuentra la isla Diómedes Menor, que pertenece a los EE.UU. Ambos continentes separados por un canal natural de mar de casi cien kilómetros de distancia, el llamado estrecho de Bering.
Kópakonan, la mujer foca, está ubicada Mikladalur, en la isla de Kalsoy, una de las más septentrionales y aisladas de las Feroe. En ese lugar inhóspito y azotado por los fríos creció el mito de que todos los hombres de Mikladalur están condenados a morir en el mar.
Siempre he soñado con conocer lugares remotos (Dicho desde mi punto de vista), casi inexplorados, pero uno siempre termina yendo (cuando puede) a los centros culturales más importantes y conocidos. Es por eso que hoy doy comienzo a una serie dedicada a esos rincones del mundo y a la obra de arte más representativa del lugar.
Por Rubén Reveco - Editor
Desde tiempos inmemoriales, la exploración de destinos remotos y poco conocidos ha cautivado la imaginación de los viajeros más aventureros. Sin embargo, en nuestro afán por conocer los principales centros culturales y artísticos del mundo, a menudo dejamos de lado esos rincones que, si bien tal vez no sean tan famosos, albergan tesoros ocultos que merecen ser descubiertos y apreciados.
Aogashima es una isla pequeña de Japón, ubicada a unos 358 kilómetros de Tokio. Más allá de su ubicación geográfica, destaca por albergar un volcán en cuyo interior se encuentra una ciudad habitada por 200 personas.
El volcán sigue activo, y en 1781 y 1785, dos erupciones causaron la muerte de la mitad de la población, que en ese momento rondaba las 300 personas. Los sobrevivientes abandonaron la isla, pero aproximadamente 50 años después, alrededor de 100 personas regresaron a vivir allí.
La isla está prácticamente aislada de la civilización continental. Para llegar a Aogashima se requiere un barco o un helicóptero, si bien la llegada por mar presenta dificultades debido a los lechos de roca volcánica que rodean la isla.
El festival de esculturas de hielo más grande del mundo se celebra en China.
Hay varios festivales y concursos alrededor del mundo, pero el organizado en China es el más espectacular.
El Festival Internacional de Hielo y Nieve de Harbin en Heilongjiang -noreste de China- atrae a unos 18 millones de visitantes. En total, la edición 2019 presentó 120,000 metros cúbicos de hielo y 111,000 metros cúbicos de nieve trabajados por miles de artistas en temperaturas tan bajas como -35C, usando sierras, cinceles y picos para hielo.
El festival, que comenzó como una tradición anual en 1985, ha ganado reconocimientos como el Record Guinness por la escultura de nieve más grande del mundo (250 metros de largo y 8,5 metros de alto).
Este es uno de los 4 mayores del mundo junto al Festival de la nieve de Sapporo, en Japón, el Carnaval de Quebec y el Festival de esquí de Noruega.
China se prepara cada año para recibir el Festival Internacional de Esculturas de Nieve y Hielo en Harbin. Los colores y las impresionantes figuras creadas a partir de hielo visten a la ciudad con un espectáculo para el deleite de los visitantes.
Este festival comienza a partir del 5 de enero y dura un mes. Allí se reúnen distintos artistas y escultores de todo el mundo que trabajan contrarreloj para colocar todos los bloques antes de que inicie el festival.
Harbin es una de las más ciudades frías de China; sus visitantes se pueden dar cita para apreciar las grandes esculturas creadas a partir de hielo y nieve.
Para crear las estructuras se utilizan distintos métodos como cinceles y rayos láser que ayudan a cortar los grandes bloques de hielo que son traídos del río congelado Songhua.
Se han creado réplicas de estructuras famosas como las pirámides de Egipto, la Torre Eiffel, la Gran muralla china, jardines y esculturas mitológicas; una de las que más ha sorprendido a los visitantes es un ferrocarril de tamaño real.
El festival es posible gracias a las bajas temperaturas extremas que se dan en la zona, en Harbin se han llegado a registrar hasta los 38 grados bajo cero.
El lugar donde se lleva a cabo el festival se divide en dos secciones: por un lado la zona creativa con toboganes, en donde las personas pueden disfrutar de actividades recreativas; y la zona de “El mundo del hielo y la nieve”, donde las gigantescas estructuras son iluminadas con luces de colores
Las más de 2 mil esculturas mantienen temperaturas de -30°C y ocupan una extensión de más de 600 mil metros cuadrados.
Las estructuras las realizan personas que trabajan por equipos. Actualmente existen grupos de aficionados de distintas partes del mundo. Rusia, Japón, Francia, Canadá y Sudáfríca han tenido mayor representación en los últimos años.
Es uno de los cuatro festivales más importantes y grandes del mundo. Tiene el récord Guinnes de la mayor estructura de nieve realizada con 13 mil metros cúbicos de nieve, que ganó en 2007.
Harbin se ha llenado de visitantes desde hace tres décadas; cada año atrae un millón de visitantes.