El humor científico o filosófico cada día se hace más popular en las redes sociales. ¿Pero cuál podría ser el humor inteligente? ¿El que no es obvio? ¿El que exige un conocimiento previo para comprenderlo? ¿El que no es grosero?
El humor, esa chispa que enciende la risa y relaja el espíritu, ha sido objeto de estudio y debate a lo largo de la historia. Desde los bufones de la corte hasta los monólogos contemporáneos, su función social y psicológica es innegable. Sin embargo, la naturaleza del "humor inteligente" presenta una interrogante particularmente fascinante en el contexto actual, donde las redes sociales han democratizado su producción y consumo. La creciente popularidad del humor científico y filosófico en plataformas digitales nos invita a reflexionar sobre sus características definitorias: ¿es la sutileza, la erudición implícita o la ausencia de vulgaridad lo que lo distingue?