El 30 de julio de 761, el califa abasí Al-Mansur funda la ciudad de Bagdad.
Al-Mansur o Abu Ya'far Abdal·lah ibn Muhámmad al-Mansur (712–775; fue el segundo califa abasí. Reinó de 754 a 775. En 762 fundó la nueva residencia imperial y la ciudad palaciega de Madinat as-Salam, que con el tiempo se convertiría en la capital imperial de Bagdad.
A Al-Mansur le preocupaba la solidez de su régimen tras la muerte de su hermano, Abu l-'Abbás, que luego sería conocido como “As-Saffah”. En 755 dispuso el asesinato de Abu Muslim, un liberto leal con excesivo poder en Irán y Transoxiana.
Al-Mansur se consideraba un soberano universal con autoridad religiosa y secular. Su victoria sobre Nafs az-Zakiya en 762, un rebelde chiita en el sur de Irak y en la península arábiga hizo que los grupos chiitas se alejasen aún más de él.
Durante su reinado, la literatura islámica y los estudios coránicos iniciaron una época de esplendor, gracias a la tolerancia abasí frente a los persas y otros grupos reprimidos en época omeya. Pues, aunque el califa omeya Hisham ibn Abd al-Malik había adoptado las prácticas cortesanas persas, no fue hasta la época de Al-Mansur cuando se apreció en todo su valor la literatura persa en el mundo islámico. Tuvo entonces lugar el movimiento literario de Shu'ubiya, que suponía la superioridad de la expresión cultural persa sobre lo árabe.
Aunque quizá más importante que todo este movimiento cultural, fue la conversión de muchos no árabes al islam, algo que no se había estimulado durante el califato omeya (o que incluso se había dificultado). Con los abbasíes, especialmente desde Al-Mansur, la expansión del islam fue mucho más rápida que en el pasado. (W)
Bagdad es la capital y la ciudad más poblada de Irak. Su número de habitantes es de 8.765.000 (est. 2016), lo que la convierte en la mayor ciudad del país y la segunda del mundo árabe, solo por detrás de El Cairo.
Ubicada a orillas del río Tigris, la ciudad fue fundada en el siglo VIII y se convirtió en capital del Califato abasí. En poco tiempo se convirtió en un centro cultural, comercial e intelectual de gran relevancia del mundo islámico. Esto, y el hecho de ser sede de varias instituciones académicas relevantes, como la Casa de la sabiduría, le sirvieron a la ciudad para ganarse una reputación mundial de «Centro de Enseñanza».
Bagdad fue la ciudad más grande de la Edad Media durante gran parte del Califato abasí, cuando alcanzó un pico de un millón y medio de habitantes. Sin embargo, la urbe fue en gran parte destruida por las tropas del Imperio mongol en 1258, lo que resultó en un declive que se prolongaría por muchos siglos debido a frecuentes epidemias y la sucesión de varios imperios que dominaron la ciudad. Con el reconocimiento de Irak como estado independiente en 1938 tras la desaparición del Mandato Británico para Mesopotamia, Bagdad recuperó gradualmente parte de su pasada preeminencia como centro significante de la cultura musulmana.
En tiempos recientes la ciudad ha sufrido graves daños en sus infraestructuras, especialmente durante la invasión de Irak de 2003 y la consiguiente guerra de Irak que duró hasta diciembre de 2011. En los últimos años la capital ha sido objetivo de numerosos ataques de la guerrilla iraquí. Este conflicto militar también ha provocado una pérdida profunda e irreparable de la herencia cultural y de piezas históricas. Como resultado, Bagdad está considerado uno de los lugares menos hospitalarios del mundo en los que vivir y ofrece una calidad de vida muy baja.