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domingo, 22 de junio de 2025
Cabo de Hornos (2) Tras la estela de los cormoranes
jueves, 19 de junio de 2025
Historia del cómic latinoamericano (5) CUBA
martes, 17 de junio de 2025
Historia del Far West: Manuelito y los navajos
viernes, 13 de junio de 2025
La Guerra del Pacífico según españoles, chilenos, peruanos y bolivianos
La guerra del Pacífico fue un conflicto armado ocurrido entre 1879 y 1884 que enfrentó a Chile y a los aliados Bolivia y Perú. Se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las serranías y valles peruanos.
En febrero de 1878, Bolivia estableció un nuevo impuesto a la empresa chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA), violando el Tratado de límites de 1874. Este tratado definía la frontera acordada entre ambas naciones y prohibía aumentos o nuevos impuestos a empresas chilenas durante veinticinco años. Chile protestó la subida de impuestos y solicitó someter el pleito a un arbitraje, pero el gobierno boliviano, presidido por Hilarión Daza, consideró el asunto como interno y sujeto a la jurisdicción de las cortes bolivianas. Ante la violación del tratado por parte de Bolivia, Chile insistió advirtiendo que tampoco se consideraría ligado a los límites territoriales del mismo, a menos que Bolivia suspendiera el nuevo impuesto. A pesar de eso, Daza rescindió la licencia a la compañía chilena, embargó sus bienes y los puso a remate. El día del remate, el 14 de febrero de 1879, las fuerzas militares chilenas ocuparon el puerto boliviano de Antofagasta, mayoritariamente habitado por chilenos, y avanzaron en pocos días hasta el paralelo 23°S. La zona entre el río Loa y el paralelo 23°S permaneció bajo soberanía boliviana.
Perú, que en 1873 había firmado con Bolivia un Tratado de Alianza Defensiva de carácter secreto, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente envió un diplomático a Chile para mediar. Ante el avance chileno en territorio disputado, Bolivia se declaró en estado de guerra contra Chile el 1 de marzo de 1879. Tras la negativa de Perú a permanecer neutral, Chile declaró la guerra a ambos aliados el 5 de abril. El 6 de abril, Perú declaró el casus foederis, es decir, la entrada en vigor de la alianza secreta con Bolivia.
Aunque el impuesto de los diez centavos y el tratado de 1873 aparecen a primera vista como los detonantes del conflicto, las causas fundamentales de la guerra fueron profundas y complejas. Entre ellas los historiadores señalan la vaguedad de las fronteras coloniales, el interés por el negocio del salitre y la tensión producida por las diferencias entre el progreso de Chile y la inestabilidad política y económica de los aliados.
Los territorios disputados, así como las zonas aledañas, se ubican en el desierto de Atacama, y en aquel tiempo tenían acceso expedito solo por mar. En los primeros seis meses, Chile logró la supremacía naval, indispensable para conquistar las zonas costeras del desierto. Antes de fines de 1879 ocupó la provincia peruana de Tarapacá y, a comienzos de 1880, la zona de Tacna y Arica, tras lo cual Bolivia abandonó militarmente la guerra. Luego, en enero de 1881, tras vencer en las batallas de San Juan y Chorrillos y Miraflores al ejército peruano, las fuerzas chilenas ocuparon Lima. Después de estas campañas, la guerra entre Chile y Perú continuó por dos años más entre los remanentes del ejército, guerrillas y montoneros peruanos contra las fuerzas chilenas de ocupación, hasta la firma del Tratado de Ancón en 1883, en la que Perú, entre otras cosas, cedió perpetuamente el departamento de Tarapacá y le fueron retenidas temporalmente las provincias de Arica y Tacna.
Al año siguiente se firmó el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884, que puso fin al estado de guerra entre ambos países. Por su omisión en el tratado, Bolivia aceptó la anexión chilena de la franja 23°S-24°S. Bolivia aceptó la ocupación militar chilena de la zona entre el río Loa y el paralelo 23°S, pero su soberanía quedó en disputa y fue resuelta a favor de Chile en el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia. Mediante el Tratado de Lima de 1929, Tacna fue devuelta a Perú y Arica fue cedida a Chile. (W)
jueves, 12 de junio de 2025
Historia del cómic latinoamericano (4) COLOMBIA
El cómic en Colombia, aunque no tan ampliamente reconocido como en otros países, posee una rica y fascinante historia. Sus orígenes se remontan a principios del siglo XX con la aparición de caricaturas políticas en periódicos, influenciadas por corrientes europeas y estadounidenses. Estas primeras manifestaciones, a menudo satíricas y contestatarias, establecieron un precedente para el uso del cómic como medio de expresión social y política.
El 19 de enero de 1924, en las páginas del diario Mundo al día, apareció una historieta llamada “Para los niños, Mojicón”, creada por el caricaturista Adolfo Samper.
A mediados del siglo XX, surgieron publicaciones más orientadas al entretenimiento, con personajes autóctonos y narrativas que reflejaban la idiosincrasia colombiana. Sin embargo, la producción local enfrentó desafíos económicos y de distribución, dificultando su consolidación. A pesar de estas limitaciones, autores perseverantes lograron mantener viva la llama del cómic, explorando temas como la violencia, la identidad y la cultura popular.
En las últimas décadas, se ha observado un renacimiento del cómic colombiano, impulsado por el auge de la novela gráfica y el surgimiento de nuevos talentos. Las nuevas generaciones de autores están experimentando con diversos estilos y formatos, abordando temáticas contemporáneas y conectando con un público cada vez más amplio. Aunque aún enfrenta retos importantes, el cómic colombiano se consolida como una forma de arte vibrante y relevante, capaz de narrar la compleja realidad del país desde una perspectiva única.
Los Monos, suplemento dominical que circuló durante casi 20 años con El Espectador. Foto:Cortesía