Es un libro que se eleva de la anécdota a la categoría sin esfuerzo aparente, un arte al alcance de pocos contadores de historias: desde lo anecdótico de una dramática y concreta experiencia personal y familiar, Kim y Altarriba acceden a lo categórico para contarnos que ahí podríamos estar todos, mejor dicho, que ahí estamos todos. O estuvimos. O estaremos. La técnica narrativa de Antonio Altarriba (Yo, asesino), estructurada en dos niveles de relato -los textos de apoyo y los propios bocadillos- fluye y conmociona obrando el milagro: arrobas de sentido poético, ausencia de estridencia y adorno. Los dibujos de Kim (Martínez el Facha) alternan el realismo descarnado como espejo irremediable de la Guerra Civil, con una vis simbólica y fantástica de lo más inquietante. El arte de volar. Aún duele su lectura. (Fuente)
.
miércoles, 18 de junio de 2025
El arte de volar (1)
martes, 17 de junio de 2025
Revista Bésame Mucho
lunes, 16 de junio de 2025
El prisionero de las estrellas (1)
El prisionero de las estrellas, publicada en España por la revista Cimoc desde el año 1983 hasta el 1987, es, sin duda alguna, una de les obras más importantes de la ciencia-ficción española. El protagonista, sin nombre que lo identifique, consigue escaparse del Penal del Diablo en el que ha estado recluido sin que ni él ni el lector conozcan el motivo. En el exterior encuentra un territorio desértico, quemado por un cercano Sol omnipresente que es visto como una inmensa bola de fuego.
domingo, 15 de junio de 2025
Fariña
viernes, 13 de junio de 2025
La Guerra del Pacífico según españoles, chilenos, peruanos y bolivianos
La guerra del Pacífico fue un conflicto armado ocurrido entre 1879 y 1884 que enfrentó a Chile y a los aliados Bolivia y Perú. Se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en las serranías y valles peruanos.
En febrero de 1878, Bolivia estableció un nuevo impuesto a la empresa chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (CSFA), violando el Tratado de límites de 1874. Este tratado definía la frontera acordada entre ambas naciones y prohibía aumentos o nuevos impuestos a empresas chilenas durante veinticinco años. Chile protestó la subida de impuestos y solicitó someter el pleito a un arbitraje, pero el gobierno boliviano, presidido por Hilarión Daza, consideró el asunto como interno y sujeto a la jurisdicción de las cortes bolivianas. Ante la violación del tratado por parte de Bolivia, Chile insistió advirtiendo que tampoco se consideraría ligado a los límites territoriales del mismo, a menos que Bolivia suspendiera el nuevo impuesto. A pesar de eso, Daza rescindió la licencia a la compañía chilena, embargó sus bienes y los puso a remate. El día del remate, el 14 de febrero de 1879, las fuerzas militares chilenas ocuparon el puerto boliviano de Antofagasta, mayoritariamente habitado por chilenos, y avanzaron en pocos días hasta el paralelo 23°S. La zona entre el río Loa y el paralelo 23°S permaneció bajo soberanía boliviana.
Perú, que en 1873 había firmado con Bolivia un Tratado de Alianza Defensiva de carácter secreto, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente envió un diplomático a Chile para mediar. Ante el avance chileno en territorio disputado, Bolivia se declaró en estado de guerra contra Chile el 1 de marzo de 1879. Tras la negativa de Perú a permanecer neutral, Chile declaró la guerra a ambos aliados el 5 de abril. El 6 de abril, Perú declaró el casus foederis, es decir, la entrada en vigor de la alianza secreta con Bolivia.
Aunque el impuesto de los diez centavos y el tratado de 1873 aparecen a primera vista como los detonantes del conflicto, las causas fundamentales de la guerra fueron profundas y complejas. Entre ellas los historiadores señalan la vaguedad de las fronteras coloniales, el interés por el negocio del salitre y la tensión producida por las diferencias entre el progreso de Chile y la inestabilidad política y económica de los aliados.
Los territorios disputados, así como las zonas aledañas, se ubican en el desierto de Atacama, y en aquel tiempo tenían acceso expedito solo por mar. En los primeros seis meses, Chile logró la supremacía naval, indispensable para conquistar las zonas costeras del desierto. Antes de fines de 1879 ocupó la provincia peruana de Tarapacá y, a comienzos de 1880, la zona de Tacna y Arica, tras lo cual Bolivia abandonó militarmente la guerra. Luego, en enero de 1881, tras vencer en las batallas de San Juan y Chorrillos y Miraflores al ejército peruano, las fuerzas chilenas ocuparon Lima. Después de estas campañas, la guerra entre Chile y Perú continuó por dos años más entre los remanentes del ejército, guerrillas y montoneros peruanos contra las fuerzas chilenas de ocupación, hasta la firma del Tratado de Ancón en 1883, en la que Perú, entre otras cosas, cedió perpetuamente el departamento de Tarapacá y le fueron retenidas temporalmente las provincias de Arica y Tacna.
Al año siguiente se firmó el Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile de 1884, que puso fin al estado de guerra entre ambos países. Por su omisión en el tratado, Bolivia aceptó la anexión chilena de la franja 23°S-24°S. Bolivia aceptó la ocupación militar chilena de la zona entre el río Loa y el paralelo 23°S, pero su soberanía quedó en disputa y fue resuelta a favor de Chile en el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia. Mediante el Tratado de Lima de 1929, Tacna fue devuelta a Perú y Arica fue cedida a Chile. (W)
Cimoc N°26: Los mejores autores del cómic español
Cimoc fue una revista de historietas, una de las principales abanderadas del denominado boom del cómic adulto en España de los años '80. Por las páginas de la revista desfilaron multitud de series nacionales, además de acoger a numerosos autores extranjeros como Druillet, Moebius, Enrique Breccia o Frank Miller.
Sobrevivió hasta 1995 y actualmente designa al portal de venta digital de cómics de Norma Editorial.
miércoles, 4 de junio de 2025
Tres historias breves de la revista Totem N°34