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lunes, 11 de septiembre de 2023

La mejor pintura de Henri Gervex


Es una pintura exquisita con un predominio total del color blanco. La luz entra por la ventana recién abierta e ilumina el cuarto donde yace dormida la amante de Jacques Rolla. En la primavera de 1878, un mes antes de la inauguración del Salón de Arte, Rolla fue excluido del acto por la administración de Bellas Artes. Henri Gervex es, sin embargo, un pintor reconocido. De sólo 26 años de edad, ya había sido galardonado con medallas en el Salón, lo que le coloca en teoría "fuera de concurso", dispensado de las deliberaciones del jurado encargado de elegir las obras presentadas. Esta vez las autoridades deciden lo contrario, debido al carácter juzgado "inmoral" de la escena.

Gervex se inspira de un largo poema de Afred de Musset (1810-1857), publicado en 1833. El texto abarca el destino de un joven burgués, Jacques Rolla, inmerso en una vida de ocio y de vicio. Conoce a Marie, adolescente que se prostituye para librarse de la miseria. Aquí vemos a Rolla, arruinado, cerca de la ventana, girando la mirada hacia la joven dormida. Pronto pondrá fin a sus días, absorbiendo veneno. Si la escena fue juzgada indecente, no es debido a la desnudez de Marie, que no difiere para nada en otros desnudos canónicos de la época. Lo que llama la atención de los contemporáneos es en realidad la naturaleza muerta constituida por las enaguas, una liga, un corsé desabrochado con prisas, con encima un sombrero de copa. Fue Degas quien hubiera aconsejado a Gervex colocar "un corsé en el suelo" para que se entienda que esta mujer "no es un modelo". En efecto, esta disposición, la naturaleza de la ropa, indican claramente el consentimiento de Marie y su estatuto de prostituta. Además, el bastón saliendo de la ropa interior actúa como una metáfora del acto sexual. 

Tras su exclusión del Salón, Rolla fue expuesto durante tres meses en la sala de un marchante de cuadros parisino. El escándalo, ampliamente difundido por la prensa, atrae la multitud. Bastantes años más tarde, en unas entrevistas publicadas en 1924, Gervex cuenta el placer que tuvo viendo el "desfile ininterrumpido de las visitas", sin que se supiera si había anticipado la reacción de las autoridades y provocado voluntariamente la polémica.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

En defensa del talento

Istvan Sandorfi

¿Qué importancia tiene el talento en el arte? Ustedes que disfrutan de las diferentes manifestaciones del arte figurativo de nuestros días comprenden que esas pinturas, dibujos e ilustraciones son las obras de artistas que aún consideran a las artes plásticas una profesión de esfuerzo y trabajo.


Talento vs. mediocridad

Una metáfora poética para empezar: Sabemos que una semilla de rosa -por ejemplo- es portadora de una futura flor, pero para que crezca y florezca debe ser regada, si no muere antes de nacer.
Del mismo modo el talento debe ser cultivado y orientado. No basta con “dejarlo ser”, se debe encauzar hacia la creatividad. Y ésta debe tener componentes de exclusividad para que sea verdaderamente original.
Pero siempre poniendo los caballos adelante del carro. Primero el talento, después el trabajo y finalmente el objeto producto del esfuerzo creativo.



Enki Bilal
 
¿De qué hablamos cuando hablamos de talento?    

“El talento es la capacidad para desempeñar o ejercer una actividad. Se puede considerar como un potencial. Lo es en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes que pueden llegar a desarrollarse en función de diversas variables que se pueda encontrar en su desempeño.

El talento es una manifestación de la inteligencia emocional y es una  aptitud o conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes respecto de un grupo para realizar una tarea determinada en forma exitosa. El talento puede ser heredado o adquirido mediante el aprendizaje. Por ejemplo, una persona que tenga el talento de ser buen dibujante muy probablemente legará esta aptitud a sus hijos o a alguno de sus descendientes. Asimismo una persona que no es y desee ser dibujante deberá internalizar mediante el aprendizaje continuo y esforzado la destreza e internalizarlo en su cerebro la condición que le permita desarrollar la aptitud”. (Wikipedia)



Hajime Sorayama

La dictadura de los mediocres

Como bien lo expresa la crítica Avelina Lésper, “pretender que el talento, la disciplina y la técnica en el arte son cosas del pasado es tratar de imponer a la mediocridad como signo de distinción de nuestra época. La llamada “democracia del arte”, “la muerte de la tiranía del genio” es la dictadura de los mediocres. Hoy existen artistas completos, que trabajan en su obra, desarrollando e investigando en la constante revolución de la pintura, la escultura y el grabado, que se ven marginados para que la falta de talento y la mediocridad tenga “derecho a crear”. El imperio de gente sin obra, que designan sus orines como arte, se ha apropiado de las galerías y los museos, amparados por curadores y críticos que lo explican y lo aplauden, convirtiendo al arte en una trama especulativa, en un negocio vulgar. Son libres de hacer con su detritus, con la basura que recolectan y con su pose de artistas lo que quieran, pero rebajar el nivel del arte al capricho de los mediocres es otra cosa.”


 
Zhong Yang Huang

Vladimir Velickovic

Vinicio Castillo

Steve Huston 

Martín Llamedo




¡Dejen a las artes plásticas tranquilas! parece ser el reclamo de la conocida crítica mexicana Avelina Lésper. En su último artículo hace un llamado a los organizadores de bienales y los acusa de desvirtúar los concursos de artes plásticas "y los convierten en certámenes de artes visuales para incorporar videos, objetitos, performances y todo lo que el estilo contemporáneo VIP llama arte".

 Se solicitan bienales y concursos


La gestión artística está obstruida en un embudo. No entienden cómo trabajar con el estilo contemporáneo VIP ni cómo encausarlo dentro de las bienales y concursos. El ejemplo de ese gran escaparate de la estulticia que es la Bienal de Venecia, con una logística mutante, flexible y discrecional, simplemente no existe al momento de llevarlo a la versión mínima de una ciudad o un país como el nuestro en perpetuo desarrollo fallido. Desvirtúan las bienales y concursos de artes plásticas y los convierten en certámenes de artes visuales para incorporar videos, objetitos, performances y todo lo que el estilo contemporáneo VIP llama arte. Declaran los premios de pintura desiertos para sentenciar que lo único que merece ganar es un video, un objeto encontrado o nada. En los concursos de grabado aceptan c-print, instalación en los de escultura, y en los de pintura cualquier cosa aunque no tenga ni un brochazo encima. Dejan a la pintura, al dibujo, el grabado y la escultura fuera de sus propios certámenes y no consiguen un campo de competencia para el estilo contemporáneo VIP. Nadie está contento porque deterioran aun más la situación de las artes plásticas y no solucionan la del estilo VIP. 

 Obra expuesta el el museo Guggenheim, de Bilbao, España.

Ante este grave problema sugiero que se integre un comité curatorial interdisciplinar para que diseñe los concursos del estilo contemporáneo VIP, sus bienales y actividades de lanzamiento. Es una oportunidad de negocio porque engordarían la burocracia cultural que para muchos es su principal y única posibilidad de subsistencia, ejercicio de poder, intereses gremiales y tráfico de influencias. Como el estilo VIP se divide en infinitas multiformas, este comité debe organizar gran variedad de concursos, categorías y convocatorias. Por ejemplo bienal de objeto encontrado, certamen de apropiación, olimpiada de performance, torneo de instalación, operación triunfo de video, duelo de significados de obra y triatlón de archivo, papeles personales y memorabilia. Los podrían subdividir en más categorías, porque para cada obra hay una teoría diferente y no es lo mismo hacer una obra con sangre de animal que con sangre del mismo artista. Con esta gestión tendrían el año saturado con sus distintos concursos. Los artistas VIP, que tienen muchas horas libres porque sus obras se hacen en minutos, le darían sentido a sus carreras artísticas llenando formularios y enviando solicitudes. Como todo el mundo es artista no deben pedir requisitos académicos, ni currículos o semblanzas. Tampoco es necesario que exista la obra en sí misma, recordemos que en muchos trabajos lo importante es el proceso y el significado, así que basta con un texto teórico explicativo de lo que se supone que esa obra debería ser o será en un futuro. En el caso del site specific, la obra cambia según el lugar donde se exponga y no tiene sentido que el artista la fotografíe en su estudio porque se verá diferente en el museo. El premio de adquisición debe considerar que muchas obras se pudren, entonces es prioritario establecer una comisión de restitución y re-fabricación de obra caducada. En las inscripciones deben establecer los niveles: emergente de casi 30 años, emergente de más de 30 años, emergente de 40 años o emergente de edad indefinida. Cada participante recibirá una mención honorífica por ser artista. Se hará un premio distinto para cada obra y todas son merecedoras del primer lugar porque éstas carecen de jerarquías de valores, son infalibles y todas son arte en sus términos inclusivos.
El jurado trabajaría con nula transparencia imitando a los pervertidos certámenes literarios, y mantendrá los premios pactados, favoritismo, amiguismo, enchufismo y el criterio fashionista. Con esta mega avalancha de concursos los museos podrán hacer decenas de exposiciones y por fin todos los artistas VIP serán reconocidos, premiados y saldrán del anonimato. El beneficio de esta propuesta es que dejarían en paz a los certámenes de artes plásticas, les darían trabajo a los mafiosos comités curatoriales y jurados sin ética que sacan las pinturas y los dibujos de concurso para premiar libros viejos o botes de pintura, que admiten obras de forma extemporánea y además, cobran del erario público. 

miércoles, 30 de agosto de 2023

Consejos para pintores, dibujantes e ilustradores (1)

Primero que nada tengo que decirte que estás por realizar una de las actividades más misteriosas y antiguas de la historia. Mucho antes de que los seres humanos empezaran a pintar o esculpir habían utilizado el fuego, pero el fuego era algo que ya existía. Habían utilizado las vestimentas para protegerse del frío, las mismas que cubrían los cuerpos de los animales. Habían aprendido a navegar, seguramente agarrado de un tronco que flotaba a la deriva. Pero nunca habían hecho lo que nosotros llamamos arte, porque dibujar o pintar era algo sin precedentes.

Por Rubén Reveco, editor


Ilustración de Arturo Asensio 


¿Seguro que quieres ser artista?

Cuando hoy vamos a la librería y compramos carbonilla (unas inocentes ramitas de sauce) estamos por repetir un proceso originado hace miles de años. Porque al trazar una raya sobre una superficie estamos repitiendo lo que hicieron nuestros antepasados prehistóricos, cuando de un resto de una fogata tomaron una rama con su punta carbonizada y la usaron para hacer un trazo sobre la pared de su caverna: Habían inventado las artes plásticas.
Es decir, trabajaron con materia inerte pero con características de plasticidad. El barro, la piedra, las tierras de colores se podían modelar, alterar y transformar no sólo en objetos utilitarios (herramientas  y vasijas, por ejemplo) sino en objetos artísticos. Como un bisonte en la pared. Eso sí, no era un bisonte de verdad, era una representación. Estaba ahí, en la pared, no se movía, no era peligroso, pero existía. 



¿Qué había sucedido? 1) Conocíamos a los bisontes. 2) Sin verlos podíamos recordarlos. 3) Gracias a la memoria podíamos “ver” cómo eran. 4) “Verlos en nuestra memoria” nos permitía representarlos con fidelidad. Algo había cambiado.
Todos podían hacer fuego, todos podían cazar o matar un animal para alimentarse pero no todos podían dibujar. Y esta característica hacía del nuevo oficio algo exclusivo y convertía al artista en un pequeño Dios. Algo nuevo había pasado y no era una simple habilidad en acción. Un sector del cerebro se había activado y otorgaba a unos pocos la capacidad de representar.
Así que, por favor, mucho cuidado cuando decidas dibujar y tengas entre tus dedos esa humilde ramita de sauce. Se digno de ella y tomate en serio lo que estás por hacer. Estás repitiendo algo que no ha muerto ni morirá por los siglos de los siglos.


En desmedro de su autonomía, históricamente 
el dibujo ha sido considerado subsidiario de la pintura, 
lo que se pone de manifiesto a través de las innumerables
 historias de la pintura y las escasas historias 
del dibujo que se han publicado.


Primero tienes que ser un dibujante

No intentes ser pintor sin antes ser dibujante. Lo primero es el dibujo que -como todo- se puede aprender y también ser un fin en sí mismo. Existen grandes dibujantes del realismo contemporáneo y no han pretendido más. La gama de posibilidades que ofrece dibujar es tan amplia como la gama de grises que ofrece un lápiz. Muchas veces, el dibujo se presta mejor para realizar ciertos temas como el paisaje urbano o la figura humana.
En ese difícil período de aprendizaje si te cuesta dibujar “bien” no dudes en calcar. En la práctica de todos los días tendrán tiempo para ir habituándote al oficio de realizar y conocer a la vez.
No te confundas, virtuosos hay muy pocos y no por eso vas ha renunciar a tus metas. Lo importante es la constancia y agudizar el sentido de la vista. Se paciente. Una buena pintura realista no está conformada por sólo un buen dibujo. Los hiperrealistas de la década del 70 proyectaban la imagen de una diapositiva sobre la tela y así copiaban.


Sugerencias prácticas

A) Dibujar es mucho más económico que pintar. Compra los mejores materiales. Un buen papel, sin textura y opaco. Sólo así, la permanencia de tu trabajo estará garantizada en el tiempo de modo inalterable. Es importante que sea opaco ya que el satinado (brilloso) no te permitirá adherir el grafito a la superficie. El papel ilustración es bueno para trabajar con tinta. ¡No lo dobles ni lo enrolles! La superficie debe estar impecable.

El siglo XX, por fin, ha sido testigo de la liberación del dibujo, ya que paralelamente a los procesos de los géneros tradicionales, tanto como al surgimiento de los nuevos, el dibujo ganó su legitimación. A esto hay que agregar que el dibujo ha acompañado la dinámica de cruces de lenguajes ,como se comprueba por ejemplo en la fotografía intervenida, el objeto pictórico o el dibujo digital, entre otros ejemplos.

B) Para los primeros trabajos que la hoja no exceda los 40 x 50 cm. y se pueda adaptar bien a un tablero liviano. Debes estar cómodo donde quieras sentarte a dibujar. Con cinta de papel pega las cuatro esquinas de la hoja al tablero. Al final de cada sesión cubre tu trabajo con una cartulina pegada a la parte superior que lo proteja para cuando no estés dibujando. No debe ensuciarse... es muy difícil reparar un dibujo dañado. Se siempre cuidadoso y paciente.
Dibuja de arriba hacia abajo para no manchar con el dorso de la mano. También puedes proteger la parte ya resuelta con una hoja de papel A4. Usa fijador spray sólo cuando estés seguro que has terminado.
C) Cuando compres lápiz también elige las mejores marcas (de los duros a los blandos). No te olvides de un buen portaminas para los detalles. Y desde luego, una buena goma; si es pequeña, mejor.
En la actualidad existen en el mercado muchos productos que yo no conozco y que pueden ser útiles. Al dibujante se lo asocia con el lápiz, pero puedes usar muchos otros materiales: grafitos, carbonilla, tintas, fibras, hasta gomas de borrar. Pero lo importante es empezar con el lápiz. 
D) Practica e investiga. Gasta materiales. Aprende a usar la gama de posibilidades que te ofrece el lápiz. Desde el negro absoluto hasta el blanco. Hace ejercicios en escala de grises y traza líneas de diferentes grosores e intensidades. Suelta la mano, conoce el material. Juega con las texturas. Compra una lija de grano grueso y ponela debajo del papel y hace trazos gruesos encima con un lápiz blando (4b, 6b, 8b), verás la textura que se logra. Del mismo modo, si tienes una paleta de pintor que está seca pero más o menos lisa, hace lo mismo. Lograrás efectos no tan regulares y mucho más sugerentes. Hace un catálogo de texturas que en el futuro te servirán.
Paralelamente a estos avances, es necesario tener en cuenta una vertiente importante del dibujo que se ha desarrollado en la gráfica desde las primeras décadas del siglo XIX y que aun presentado distintos grados de demostración no ha desaparecido, manteniendo un espíritu crítico y satírico acerca de los diversos aspectos de la sociedad y su historia.

¿Qué dibujo? 


Seguramente vas a usar una fotografía, no hay problemas. Pero tiene que ser tu fotografía. En el momento en que salgas a la calle a ver qué “atrapas” ya estarás haciendo un acto de creación. En la era de la imagen digital es fácil poder seleccionar en tu computadora una de alta resolución, y eso ayudará.  No vas a copiar una fotografía, vas a dibujar el tema que te proponga tu fotografía.
Pero no vayas a creer que resuelto el dibujo el resto ya está “cocinado”. Antes que eso, debes elegir qué vas a realizar. Y ese es un tema que tiene que ver con tus gustos y tus convicciones. Porque una obra de arte es forma y contenido.
En la elección, sin saberlo, estarás determinado por tu propia forma de ser, por tus gustos, por el lugar donde vives, por tu entorno, por tu edad o por tu sexo.
Para ello es importante saber qué pretendes ahora que quieres ser pintor. Pero ese es un tema para la próxima entrega.

sábado, 26 de agosto de 2023

Jeff Koons: Cada día me gusta menos

 

Jeff Koons ha sido en repetidas ocasiones objeto de demandas legales por violación a los derechos de autor. 

Recuerdo que de chico me fascinaba la habilidad de ciertos vendedores de globos. En una fracción de minuto, inflaban un largo tubo y con rápidos movimientos lo convertían  en un animal; de la nada aparecían diferentes formas (perros, por ejemplo) para la delicia de mis inocentes ojos de niño.
Nunca llegué a sospechar que estas formas se convertirían en el futuro en cotizadas obras de arte y se venderían por millones en las subastas de arte contemporáneo.
¡Ay de mí, siempre llegando tarde!

Por Rubén Reveco, editor

"Ballon Dog" (Orange), de Jeff Koons. Fue el primer artista en utilizar los servicios de una agencia de publicidad para promover su imagen y contratar un grupo de obreros para que le hagan sus obras.


Si bien lo detesto, qué le rescato?

Lo más revolucionario de este artista nacido en Estados Unidos es su aspecto de ejecutivo: Traje impecable, corbata que combina, bien afeitado (no como esos artistas desgreñados, sucios y malolientes) bien peinado y, seguramente, elegantemente perfumado. Muy alejado del prototipo del artista convencional y muy cercano a lo que representa: el dinero.
Eso destaco en este niño bonito que no se ensucia las manos para realizar su obra ya que tiene una legión de obreros y asistentes que trabajan para el. Reconoce no saber dibujar ni esculpir. “Soy sólo una persona de ideas, no me involucro en la producción física de mis objetos, no tengo las habilidades necesarias, así que contrato a los mejores para que lo hagan”, expresa. Típico "artista contemporáneo".

"Soy sólo una persona de ideas"

Jeff Koons se llama el nuevo payaso malabarista. Como lo expresa la crítica Avelina Lésper: "Es decir que por lo menos los payasos de las fiestas sí hacen sus perros inflables. Koons no hace, sólo “piensa”, y su aparato de marketing vende. Hasta aquí ninguna novedad dentro del sistema de creación del arte contemporáneo, si no fuera porque Koons reclama los derechos de autor de todos los perros de globos que se hagan en el mercado". 
En este arte que robar o “apropiarse” es una de las premisas estéticas, que la denostación de la autoría es uno de sus pilares retóricos, que un artista pida derechos de autor por una idea que no creó y que copió es la cima del cinismo. Pero los cínicos llegan lejos porque los cobardes no pierden la oportunidad de callarse la boca. Lo increíble es que Koons no aprende, olvidar es parte de la arrogancia. 

Juicios van juicios vienen

En 1992 el fotógrafo Art Rogers lo demandó por robarse una foto que imprimió en una postal y que Koons usó de modelo para la escultura String of Puppies, de la que hizo tres copias y vendió en 350 mil dólares cada una. El jurado dio la razón al fotógrafo y Koons tuvo que pagar. Su alegato de defensa fue un texto curatorial: afirmó que la apropiación es parte de su estética y que usó la postal para ridiculizarla.

Sus perros pueden ser vendidos en 40 millones de dólares.

Lo bello y lo bonito

Como bien lo expresa Lésper, los perros de Jeff Koons "buscan ser decoración, apegarse a los más digerido, comercializado y vendible de la estética fácil de la tienda de regalos, del objeto desechable de consumo masivo. Este objeto, de existencia efímera, está en el rubro de lo bonito y lo amplifican en dimensiones, precio y publicidad para llamarlo arte. Esta perversión de lo que significa la belleza ha creado un gran desprestigio para la palabra bello. 

Las obras contemporáneas se van a los extremos, o son abyectamente zafias y llevan a la galería desde las imágenes obscenas de la prensa amarillista, excrementos, basura y animales muertos o se lanzan a la banalidad absoluta y recrean el kitsch más inmediato, pero pasan de largo por la belleza. A esa, ni se acercan. Y estas piezas de gran tamaño, de presencia monumental ocupan en los museos, las ferias y galerías el lugar que tendría que ocupar una obra bella".

Lapidario


"Jeff Koons es el Rose Mary baby de Andy Warhol" Así definió Robert Hughes la obra y la personalidad artística de Koons, como un engendro del gran apologista del consumo y la cultura de masas.

Estas sentencias lapidarias nunca se las perdonaron a Hughes, murió con el odio del departamento de arte de New York Times y con el de miles de artistas a los que desmitificó.



Jeff Koons y Cicciolina. Casado en 1991 con la actriz porno italiana Ilona Staller (Cicciolina), ambos tuvieron un hijo. La pareja se disolvió y la madre huyó a Europa donde aún vive con el hijo de ambos a pesar de que las cortes estadounidenses hayan fallado la custodia del infante a favor de Koons.

ANEXO

Cuando estuve por primera vez en Bilbao, España, hace varios años, una visita obligada fue al Museo Guggenheim. Me impresionó la arquitectura de vanguardia desplegada en contraste con una ciudad bastante antigua.

Lo kitsch, lo vulgar y lo moderno

Su fachada parecía una nave espacial extraterrestre (suponiendo de que sean así) y me sorprendió, también, lo poco funcional que son los museos modernos cuando se tratan de exhibir obras de artes. Es fácil perderse y después de dar vueltas por diferentes pisos y galerías descubres con sorpresa de que estás en el mismo lugar. Y tienes que empezar de nuevo...
Pero son dos las cosas que recuerdo en espacial. 1) El haber estado frente de una gran tela en blanco, cuyo título era "Blanco sobre blanco" (nada para ver) y 2) a Puppy (obra de Jeff Koons), ese horrible perro hecho de flores que está a la entrada del hipermoderno museo (mejor sería no verlo).
Con los años fui comprendiendo que lo contemporáneo en el arte cada vez se parece más a lo vulgar y a lo kitsch (mal gusto) y que existe una lógica y correspondencia: Sin forma, vaciaron al arte de contenido. Lo han logrado en plenitud.