El encuentro entre el robot Jimmy (siempre maltratado por los soldados de Mundo Madre) y la hermosa Sam es revelador. Ambos tienen un papel secundario, pero su encuentro es una de las partes más emotivas y poéticas de la película, parte 1.
Después de dos horas de un relato que entrelaza la ciencia ficción con la profundidad emocional, el robot Jimmy rememora su mágico encuentro con Sam, a la orilla de un río. En un acto cargado de simbolismo, ella lo corona con flores, instigando no solo un momento de belleza efímera, sino también un despertar trascendental. A partir de ese instante, el robot alcanza una nueva dimensión de conciencia sobre su propia existencia y comienza a vislumbrar la esencia de la bondad, revelando cómo un gesto simple puede desencadenar transformaciones profundas en el ser. Este instante de reconocimiento es un poderoso recordatorio de la capacidad del amor y la ternura para dar sentido a la vida, incluso en los seres más inusuales.
Por Rubén Reveco - Editor
ACLARACIÓN:
Hasta el momento se han realizado dos películas pos-producción de la serie. Las versiones director’s cut.
"La niña del fuego" se estrenó el 22 de diciembre de 2023 en Netflix, además de un estreno limitado en cines. La continuación, Rebel Moon - Parte 2: La guerrera que deja marca, se estrenó el 19 de abril de 2024.
Sam.
La reacción a Rebel Moon ha sido abrumadoramente positiva, y muchos han elogiado las actuaciones, la trama y la visión única del género de ciencia ficción.
Después de una hora de película, Jimmy ofrece un monólogo memorable. Es una confesión con un fuerte componente poético, donde rememora el encuentro con Sam:
En esa otra vida
"En esa otra vida fuera del tiempo, al fin libre
me arrodillé ante la niña diosa.
La suave luz de su bondad me iluminó la cara
y luego colocó sobre mi seño fruncido
una corona para que reconociera
mi propia nobleza.
Y en ese reconocimiento me sentí a salvo
y me permití mostrarle mi dolor.
Observe mientras sus ojos
se anegaban de lágrimas por mi
y por primera vez me sentí visto.
Sus lágrimas cayeron sobre mi rostro
como un bautismo.
Y sentí el éxito bendito de la paz".
Robot Jimmy, interpretado por Anthony Hopkins (voz), habla de su encuentro con Sam. Diseño único, buena interpretación, gran escena y excelentes imágenes.
En esa otra vida fuera del tiempo al fin libre
La búsqueda de la libertad espiritual y emocional ha sido un tema recurrente en la historia de la humanidad. Nos encontramos a menudo atrapados en la rutina diaria, en los deberes que nos imponen la sociedad y nuestras propias expectativas. Es en esta búsqueda de la liberación que emerge la figura de Sam, la niña diosa, símbolo de la bondad y la pureza, que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y el sentido de nuestra vida. El poema evoca la experiencia de un encuentro profundamente transformador entre el robot de la exitosa serie y ahora película "Rebel Moon" y la figura de una niña que, en su presencia, permite un reconocimiento de la nobleza interna y la posibilidad de sanar.
Al iniciar el viaje dentro del poema, el robot nos lleva a un espacio existencial "fuera del tiempo". Este concepto de atemporalidad puede interpretarse como un estado de conciencia donde las preocupaciones del día a día dejan de tener peso. En este lugar, la libertad aparece como una condición del ser. El arrodillarse ante la niña diosa simboliza un acto de humildad y rendición, una aceptación de la vulnerabilidad que todos llevamos dentro. Es un momento donde el ego se disuelve y se abre un espacio para la autenticidad. La niña diosa, con su "suave luz de su bondad", actúa como un faro de esperanza, iluminando las sombras que a menudo nos rodean.
La imagen de la corona que ella coloca sobre el seño fruncido del hablante es particularmente poderosa. En muchas culturas, las coronas simbolizan la realeza y el reconocimiento del estatus. Sin embargo, en este contexto, la corona no es un símbolo de poder externo, sino un recordatorio de la nobleza interna que reside en cada individuo. Al reconocer su propia nobleza, el hablante experimenta un momento de claridad y paz. Esta revelación personal se convierte en el catalizador para la manifestación del dolor que se había mantenido oculto. En este encuentro sagrado, la vulnerabilidad se transforma en fuerza, y el reconocimiento del sufrimiento demuestra cómo el amor y la compasión pueden servir como elementos curativos.
A medida que el hablante se permite mostrar su dolor, se revela uno de los aspectos más humanos de la experiencia: la necesidad de ser visto y comprendido. La frase "por primera vez me sentí visto" encapsula la esencia de la conexión humana. Es en el momento de ser auténticos y abiertos donde se establece un vínculo verdadero con otro ser. La niña diosa, al expresar empatía a través de sus lágrimas, valida el sufrimiento del hablante. Sus lágrimas, que caen sobre su rostro como un bautismo, simbolizan una purificación emocional. En muchas tradiciones espirituales, el agua es un símbolo de renovación y transformación. Así, el acto de ser bañado por las lágrimas de la niña diosa representa la posibilidad de renacer, de empezar de nuevo después de haber enfrentado el dolor.
El final del poema logra capturar la esencia del viaje que hemos experimentado: "Y sentí el éxito bendito de la paz". Aquí, la paz se presenta no solo como un estado emocional deseado, sino como el resultado de un proceso interno de aceptación y sanación. La paz se convierte en un triunfo, en un éxito espiritual que trasciende las luchas de la vida diaria. En este sentido, la relación entre el robot y Sam (niña diosa) ofrece un modelo de lo que podría ser la liberación del sufrimiento: una fusión entre la bondad del otro y la propia capacidad de sanación interior.
Al final, el encuentro con lo divino en nosotros mismos y en los demás se convierte en un camino hacia la liberación y la paz. Es así como, en esa otra vida fuera del tiempo, encontramos la verdadera esencia de nuestra existencia.
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