La NASA busca poner en marcha el programa Artemis II y poder llevar a cabo un nuevo alunizaje en 2025 (NASA) Curiosidades de la misión de la NASA: desde un baño personal hasta el super traje que protege por 6 días.
Esta semana el sueño de volver a la Luna se renovó, con la presentación de los próximos cuatro astronautas que integran la misión Artemis II, la primera en más de 50 años en realizar un viaje tripulado a nuestro satélite natural
En conjunto, las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA) y Canadá (CSA) develaron los nombres de una mujer y tres hombres que integrarán la misión Artemis II que dará una vuelta a la Luna, sin descender en ella, para probar todos los sistemas, cápsula y cohete nuevo, a fin de poder sí pisar nuestro satélite natural en 2025.
Los astronautas estadounidenses Christina Koch, Victor Glover y Reid Wiseman y el canadiense Jeremy Hansen fueron las estrellas del acto multitudinario presentado en el Centro Espacial Johnson de Houston. Se trató también de un anuncio relevante, ya que fueron elegidos para ir a la Luna la primera mujer y el primer afroamericano en la historia.
La presentación de los nuevos astronautas incluyó afiches muy vistosos (NASA).
En noviembre de 2024, los astronautas tienen planeado volar por unos 10 días alrededor de la Luna en la nave espacial Orion, que ya fue probada con éxito y sin tripulantes a fines de 2022, durante la misión Artemis I. “Artemis es el primer paso en la próxima era de exploración humana. Junto con socios comerciales e internacionales, la NASA establecerá una presencia sostenible en la Luna para prepararse para las misiones a Marte”, indica la NASA en su sitio de Internet.
“Ya probamos el cohete y la nave espacial. Esa fue una misión de 26 días en noviembre pasado y pasó todas las pruebas. Fue tan bueno que agregamos pruebas adicionales durante el transcurso del vuelo. Y ahora vamos a poner una tripulación humana. Será la primera vez que volvamos a la luna en medio siglo”, dijo la semana pasada el administrador de la NASA, Bill Nelson, en conferencia de prensa.
Pasaron más de 50 años desde el programa Apolo que llevó al hombre a la Luna, y con el lanzamiento de Artemis I el año pasado, la NASA sigue acumulando conocimiento para volver a depositar seres humanos a la superficie selenita. Es más, el programa Artemisa planea enviar allí a la primera mujer y el primer afroamericano en la historia.
Christina Koch, Victor Glover, Reid Wiseman y Jeremy Hansen fueron los cuatro astronautas designados por la NASA y la CSA para tripular Artemis II (NASA).
Además, con el nuevo cohete y cápsulas construidas para este nuevo programa espacial, la NASA buscará llegar aún más lejos. La intención es ir a Marte con esa misma tecnología en la década del 40. Ello incluye al nuevo cohete Space Launch System (SLS) o Sistema de Lanzamiento Espacial, que posee los motores de los venerados trasbordadores espaciales, que se retiraron en 2011 y de la nueva cápsula espacial, llamada Orión, con capacidad para transportar hasta 4 astronautas en lugar de los 3 que Apolo hace cinco décadas.
“Artemis es un paso también de cara a un objetivo de un poco más largo plazo que es de llegar Marte. En un futuro, cuando se vaya a Marte, la tripulación tendrá que realizar su entrada atmosférica en Marte utilizando tecnologías que vamos a probar en el programa Artemis. Y efectivamente la reentrada atmosférica en Marte es un gran problema a nivel técnico que todavía existe y en el que hay otros grupos investigando. En esta misión Artemis I por ejemplo, vamos a probar el escudo térmico único en su clase. Porque la cápsula, el módulo de mando de Artemis, de la nave Orión, está diseñada para albergar a 4 astronautas y eso hace que sus dimensiones sean mayores”, explicó a Infobae el ingeniero Eduardo García Llama, jefe de operadores de vuelo de ingeniería para el guiado y control de la misión Artemis de la NASA en el Centro Espacial Johnson, ubicado en Houston, Texas, Estados Unidos.
“El guiado y control es un sistema que le dice a la nave lo que tienen que hacer para cumplir y ejecutar maniobras en el espacio, seguir en la trayectoria en la que tiene que estar, hacer correcciones, cambiar de orientación en el espacio, hacer encendidos de motores en el espacio para entrar en la órbita alrededor de la Luna o salir de ella y dirigirse hacia la Tierra después. Y el sistema de control es el que ejecuta todos esos pasos que hay que dar. Es el que enciende los motores, el que controla qué motores cohetes se tienen que encender en un sentido y en otro y en qué momento”, explicó García Llama en un diálogo por Zoom exclusivo con Infobae desde Houston, Estados Unidos.
Recorrido que hará Artemis II en su vuelta a la Luna.
La cápsula Orion fue construida por el contratista principal de la NASA, la Lockheed Martin, y puede proporcionar espacio vital en misiones para cuatro astronautas por hasta 21 días sin acoplarse a otra nave espacial. En los últimos años, la NASA ha logrado avances muy importantes en cuanto a la tecnología necesaria para la realización de viajes en el espacio profundo, como lo son: soporte vital, aviónica, sistemas de energía y protección térmica de última generación, ayudarán a la tripulación durante el lanzamiento, el aterrizaje y la recuperación.
Sobre la cápsula probada con la misión Artemis I en 2022, se demostró que que el escudo térmico de Orión puede sobrevivir a las temperaturas de reingreso abrasadoras (hasta 5000 grados Fahrenheit, o 2800 grados Celsius) causadas por regresar a casa desde la Luna a 40.000 kph, es decir, la mitad de la temperatura que experimentaríamos si estuviésemos parados sobre la superficie del Sol. La superficie exterior del escudo térmico está hecha de bloques de un material llamado Avcoat, una versión reformulada del material utilizado en las cápsulas Apolo. Durante el descenso, el Avcoat sufre una ablación o se quema de forma controlada, transportando el calor lejos de Orión.
Además, la cubierta protectora de los lados en forma de cono del módulo de la tripulación, conocida como la carcasa trasera, está compuesta por 1300 placas de sistema de protección térmica. Los mosaicos están hechos de un material de fibra de sílice similar a los que se usaron durante más de 30 años en el transbordador espacial y protegerán a la nave tanto del frío del espacio como del calor extremo del reingreso.
La cubierta de la bahía delantera en la parte superior del módulo de la tripulación protege la parte superior de la cápsula y los paracaídas de Orion durante el lanzamiento, el vuelo orbital y el reingreso. Está cubierto con las mismas tejas de protección térmica que la carcasa trasera. Después de que la nave espacial vuelve a entrar en la atmósfera de la Tierra, se desecha a una altitud de aproximadamente 7.000 metros para permitir el despliegue del sistema de paracaídas.
La cápsula de tripulación tiene un sistema de propulsión compuesto por 12 pequeños motores llamados propulsores del sistema de control de reacción. Cuando el módulo de la tripulación se separa del módulo de servicio para volver a entrar, los 12 propulsores se utilizan para guiar el módulo de la tripulación, asegurarse de que esté correctamente orientado con el escudo térmico hacia abajo y mantener la nave espacial estable durante su descenso.
Un viaje de 10 días
Para realizar el viaje de 10 días planeado para Artemis II, los cuatro tripulantes de la cápsula Orión deben estar cómodos. Una estructura de aluminio de vigas entrecruzadas llamada conjunto de columna vertebral proporciona la estructura del piso donde se unen los asientos de la tripulación y es donde se ubican los casilleros de estiba de la tripulación. La mayor parte del equipo que la tripulación necesitará para vivir en el espacio en futuras misiones se almacenará aquí.
Orión y una fotografía con la Tierra detrás, en su misión Artemis I en 2022 (NASA).
Los cuatro asientos del módulo de la tripulación son ajustables para garantizar que los astronautas puedan alcanzar todos los controles mientras usan sus trajes presurizados. Una serie de adaptaciones ayudarán a los astronautas a sentirse como en casa. Los tanques y un dispensador proporcionan agua potable y una forma sencilla de rehidratar y calentar la comida.
A diferencia de lo que ocurría en las misiones Apolo, donde Armstrong, Aldrin y Collins, por solo nombrar la tripulación del Apolo 11, debían utilizar bolsas para orinar o defecar en medio de la vieja cápsula, la nueva Orión tiene un baño personal, que contará con un nuevo inodoro compacto, con un diseño que facilita el uso en el espacio tanto para hombres como para mujeres.
Además, un dispositivo de ejercicio incorporado proporciona entrenamiento aeróbico y de fuerza para que los astronautas muevan sus músculos y compensen la ausencia de la gravedad y los efectos que esto tiene en sus huesos y músculos. En caso de un evento de radiación, como una llamarada solar, los miembros de la tripulación se refugiarán en dos grandes compartimentos de estiba en el piso de la cápsula, utilizando los materiales densos a bordo como protección.
El cohete Space Launch System es el más poderoso lanzado hasta ahora (REUTERS/Joe Skipper).
El módulo de servicio de Orion proporciona capacidades de propulsión que le permiten dar la vuelta a la Luna y regresar a sus misiones. Tiene 33 motores de varios tamaños. El motor principal proporcionará importantes capacidades de maniobra en el espacio, incluida la inserción de Orion en una órbita retrógrada distante y su salida de la órbita para regresar a la Tierra. Los 24 propulsores de control de reacción se utilizan para dirigir y controlar Orion mientras está en órbita.
El sistema de energía eléctrica del módulo de servicio proporciona energía para toda la nave espacial Orion. El sistema gestiona la energía generada por las cuatro alas de paneles solares del módulo, que proporcionan suficiente electricidad para alimentar dos casas de tres habitaciones. Se utilizan un total de 15.000 células solares en los cuatro conjuntos para convertir la luz en electricidad y los conjuntos pueden girar para permanecer alineados con el Sol para obtener la máxima potencia.
Además de los anuncios de la nueva tripulación de Artemis II, la NASA avanza con la construcción del poderoso cohete SLS. El cohete Space Launch System ganó un 15% más de empuje que el legendario Saturno V que llevó adelante las misiones Apolo. Con 98 metros de altura, se presenta en cuatro versiones: Bloque 1, 1B, 2 y 2B. Cada uno es más potente que el anterior. Su construcción dependerá del tipo de misión a llevar adelante y si el cohete transportará tripulación o carga convencional (maquinaria, alimentos, oxígeno, automóviles, etc) a la Luna.
El éxito de Artemis II será crucial para planificar Artemis III y el descenso en la Luna.
Un traje renovado
La NASA presentó el mes pasado el nuevo traje espacial que utilizarán los astronautas de la misión Artemis III y con los que se volverá a pisar la superficie lunar 53 años después de la misión Apolo 17. En un acto que ha tenido lugar el 15 de marzo último en el Centro Espacial Houston en Texas, la NASA ha mostrado un prototipo del traje fabricado por Axiom Space que la compañía entregará a la agencia espacial en las próximas semanas.
Pero más allá de esta presentación, al igual que las misiones anteriores de la NASA, las misiones Artemis II y en adelante, requerirán dos trajes espaciales: uno que se utiliza dentro de la nave espacial durante las partes de alto riesgo como el lanzamiento y el reingreso a través de la atmósfera terrestre, y otro que se utiliza fuera de la nave espacial durante las caminatas espaciales que funcionará como una nave espacial personal autónoma.
El primer traje que utilizarán los astronautas permite una supervivencia de hasta 6 días en caso de descompresión de la cápsula Orion (NASA).
Cuando los astronautas estén a horas del lanzamiento para las misiones de Artemis a la Luna, se pondrán un traje espacial de color naranja brillante llamado Sistema de Supervivencia de la Tripulación de Orion (OCSS, por sus siglas en inglés). Continuarán usando este traje mientras estén dentro de la nave espacial Orion de la NASA. El OCSS está diseñado para ajustarse a la medida y está equipado con tecnología de seguridad y características de movilidad para proteger a los astronautas el día del lanzamiento, en situaciones de emergencia, en las partes de alto riesgo de las misiones cerca de la Luna y durante el regreso a alta velocidad a la Tierra.
Aunque está diseñado principalmente para el lanzamiento y el reingreso, el traje de Orion puede mantener con vida a los astronautas si Orion perdiera presión en la cabina durante el viaje a la Luna, mientras ajusta las órbitas en Gateway o en el camino de regreso a casa. Los astronautas podrían sobrevivir dentro del traje hasta por seis días mientras regresan a la Tierra. Los trajes también están equipados con un conjunto de herramientas de supervivencia en caso de que tengan que salir de Orion después del amerizaje y antes de que llegue el personal de recuperación. Cada traje llevará su propio chaleco salvavidas, que contiene una baliza de localización personal, un cuchillo de rescate y un kit de señalización con espejo, luz estroboscópica, linterna, silbato y barras luminosas.
El segundo traje espacial de la Generación Artemis, diseñado para su uso durante las caminatas espaciales (EVA, por sus siglas en inglés), se basará en el prototipo xEMU. Este es el traje espacial que la NASA diseñó tras décadas de investigación y desarrollo de la tecnología avanzada de trajes. La nueva generación de trajes espaciales necesitará las tecnologías y capacidades que la NASA incorporó en este traje espacial para poder realizar EVAs en el espacio profundo, en la superficie lunar y, finalmente, en la superficie de Marte. Este traje será diseñado por Axiom y se utilizará recién para la misión Artemis III.
El traje extravehicular de la NASA servirá para realizar caminatas sobre la Luna y Marte.
“Estamos continuando con el legado de la NASA al diseñar un traje espacial avanzado que permitirá a los astronautas operar de manera segura y efectiva en la Luna”, dijo Michael T. Suffredini, presidente y CEO de Axiom Space. “El traje espacial Artemis III de Axiom Space estará listo para enfrentar los complejos desafíos del polo sur lunar y ayudar a aumentar nuestra comprensión de la Luna para permitir una presencia a largo plazo allí”. Los nuevos trajes estarán más ajustados, serán más ligeros y, según la NASA; darán cabida a “al menos el 90% de la población masculina y femenina”. Llegarán, asimismo, con avances en sistemas de soporte vital, sistemas de presión y demás.
La expectativa es enorme. Y con el éxito esperado para Artemis II, le seguirá el vuelo de Artemis III en 2025, donde algunos de sus tripulantes sí descenderán en la Luna, siendo el primer alunizaje tripulado desde el Apolo 17 ocurrido en diciembre de 1972.
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