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viernes, 23 de diciembre de 2022

23 de diciembre de 1938: Tropas franquistas entran en Cataluña


                                                                                        

El 23 de diciembre de1938, en el marco de la Guerra Civil Española, tropas franquistas entran en Cataluña tras romper las líneas republicanas en diversos puntos.

                                                                                        


La campaña de Cataluña

En esta situación, la invasión de Cataluña por parte del Ejército del Norte franquista, dirigido por el general Dávila y que se había convertido en una potente masa de maniobra desplegada desde los Pirineos al delta del Ebro, parecía inminente. El presidente del Gobierno, Juan Negrín, necesitaba con urgencia una nueva acción de calado estratégico en el teatro de operaciones del centro, antes de que terminara el año. El Plan P diseñado para partir el territorio sublevado en dos por Extremadura, acariciado por Rojo durante toda la guerra, era ahora materialmente inviable, así que esta necesidad se tradujo en un más limitado, pero aún ambicioso, plan para operar en Motril, Brunete y Peñarroya que, sin embargo, se demoró por desavenencias en la cúpula militar republicana. En el trasfondo de las discrepancias estaba el miedo del general Miaja a desviar tropas del Ejército del Centro, que celosamente conservaba para la defensa de Madrid y que sin embargo no habían participado en operaciones de envergadura desde la primavera y el verano de 1937. (Seguir leyendo)







Diarios de la época



La guerra civil española

O guerra de España, también conocida por los españoles como la Guerra Civil por antonomasia,​ o simplemente la Guerra, fue un conflicto bélico —que más tarde repercutiría también en una crisis económica— que se desencadenó en España tras el fracaso parcial del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte de las fuerzas armadas contra el Gobierno de la Segunda República. Tras el bloqueo del Estrecho y el posterior puente aéreo que, gracias a la rápida colaboración de la Alemania nazi y la Italia fascista, trasladó las tropas rebeldes a la España peninsular en las últimas semanas de julio,​ comenzó una guerra civil que concluiría el 1 de abril de 1939 con el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, declarando su victoria y estableciendo una dictadura que duraría hasta su muerte, el 20 de noviembre de 1975.
La guerra tuvo múltiples facetas, pues incluyó lucha de clases, guerra de religión, enfrentamiento de nacionalismos opuestos, lucha entre dictadura militar y democracia republicana, entre revolución y contrarrevolución, entre fascismo y comunismo.




A las partes del conflicto se las suele denominar bando republicano y bando sublevado:

El bando republicano estuvo constituido en torno al Gobierno, formado por el Frente Popular, que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos —Izquierda Republicana y Unión Republicana— con el Partido Socialista Obrero Español, a la que se habían sumado los marxistas-leninistas del Partido Comunista de España y el POUM, el Partido Sindicalista de origen anarquista y en Cataluña los nacionalistas de izquierda encabezados por Esquerra Republicana de Catalunya. Era apoyado por el movimiento obrero y los sindicatos UGT y CNT, los cuales también perseguían realizar la revolución social. También se había decantado por el bando republicano el Partido Nacionalista Vasco, cuando las Cortes republicanas estaban a punto de aprobar el Estatuto de Autonomía para el País Vasco.
El bando sublevado, que se llamó a sí mismo «bando nacional», estuvo organizado en torno a parte del alto mando militar, institucionalizado inicialmente en la Junta de Defensa Nacional sustituida tras el nombramiento de Francisco Franco como generalísimo y jefe del Gobierno del Estado. Políticamente, estuvo integrado por la fascista Falange Española, los carlistas, los monárquicos alfonsinos de Renovación Española y gran parte de los votantes de la CEDA, la Liga Regionalista y otros grupos conservadores. Socialmente fue apoyado por aquellas clases a las que la victoria en las urnas del Frente Popular les hizo sentir que peligraba su posición; por la Iglesia católica, acosada por la persecución religiosa desatada por parte de la izquierda nada más estallar el conflicto y por pequeños propietarios temerosos de una «revolución del proletariado». En las regiones menos industrializadas o primordialmente agrícolas, los sublevados también fueron apoyados por numerosos campesinos y obreros de firmes convicciones religiosas.

Carteles

2 comentarios:

  1. Fue una tragedia que Franco ganara la guerra, todas las ramas de mi familia (catalanes y no catalanes) estaban con el bando perdedor. Fueron 40 años de miseria franquista primero, y muerto el dictador, 40 años más de falsa democracia tutelada por el nacionalismo español.
    Buen post, gracias Rubén

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    1. Pues muchos nacionalistas catalanes bien que se beneficiaron de la dictadura. Es lo que pasa, en cuanto el poder, ya sea en Cataluña como en el resto de España, se esconden las miserias debajo de banderas tienes a la gente pensando sólo en banderitas y colores. Nacionalismos...el cáncer del mundo.

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