A lo largo de la historia del cine, pocos personajes han logrado trascender más allá de la pantalla y convertirse en auténticos íconos culturales. Uno de estos personajes es, sin lugar a dudas, James Bond, el agente secreto británico conocido por su código 007. Desde su debut en la película “Dr. No” en 1962, Bond ha evolucionado en respuesta a los cambios culturales y tecnológicos, enfrentándose a villanos cada vez más complejos y amenazas globales inminentes. Esta evolución y su perdurable popularidad son motivo suficiente para celebrar el Día Mundial de James Bond, una conmemoración que tiene lugar el 5 de octubre. ¿Pero, qué hace de esta fecha algo tan especial?
El 5 de octubre de 1962, el mundo fue testigo del lanzamiento de “Dr. No”, la primera película que trajo al agente 007 a la gran pantalla. Esta obra, protagonizada por el icónico actor Sean Connery, marcó el inicio de una franquicia cinematográfica que ha perdurado durante más de seis décadas. Desde el primer instante en que Connery apareció en escena, con su inconfundible estilo, elegancia y carisma, se sentaron las bases de lo que sería el arquetipo del agente secreto. Con un guion entrelazado de acción, intriga y un toque de humor, “Dr. No” atrajo a una audiencia global y estableció a James Bond como un fenómeno cultural que ha perdurado en el tiempo.