La primera versión de "La isla de los muertos", de Arnold Böcklin, en el Kunstmuseum de Basilea.
La obra simbolista del suizo Arnold Böcklin tuvo seis versiones, de las cuales 5 sobreviven. Fue una pieza popular de su época y despertó la admiración de pintores, músicos, cineastas, políticos y dictadores.
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Una barca se acerca a una isla. Una figura fantasmagórica protagoniza la escena, de pie, como esperando el instante de poner el pie en ella y así alcanzar el tan deseado destino: el final del trayecto. A grandes rasgos eso es lo que se observa en La isla de los muertos, la obra más emblemática del suizo Arnold Böcklin, de quien hoy se cumplen 122 años de su fallecimiento.
Nacido en 1827, en Basilea, Böcklin comenzó su carrera como paisajista, lo que a priori no estaría muy alejado en esta obra, aunque su gran marca la realizó en el simbolismo, movimiento que tuvo una profunda influencia en el surrealismo. Y en su caso, la huella de su legado puede verse en otros grandes artistas, así como en el cine y otros productos de la cultura popular.