ARCOmadrid celebró su 43 aniversario. Contó con los programas habituales, que aglutinaron un total de 221 galerías de 27 países.
Por Rubén Reveco. Editor
"Este año he vendido obra, por fin. Llevaba dos ediciones yéndome de vacío", reconoció Helga de Alvear. "Creo que hay mucho dinero y algunos consideran que el valor más seguro en este momento es el arte, así que empiezan a invertir de nuevo". Es de las pocas galeristas que informan vivamente de estas realidades. Los coleccionistas extranjeros llegan a ARCO invitados, al menos unos 250 cada año. Igual que más de un centenar de instituciones extranjeras. Y no existe garantía de que la visita sea de inversión. La dirección de ARCO tampoco lo aclara, pues el silencio es una política asentada a la hora de hablar de números. Nunca se sabe con certeza si esta feria es o no exitosa (en venta, desde luego), pero si se realiza desde hace 43 años, el negocio tiene que estar en algún lado.
Hemos recurrido a la voz del pueblo, que en este caso son los lectores que dejan sus comentarios en la prensa online. Esta es una breve selección que iremos de a poco incrementando de los principales diarios y portales de la recontra Madre Patria. ¡Joder!
Se celebró del 6 de marzo al 10 de marzo del 2024
"No podría decirse con exactitud cuándo ni dónde empieza esa disparatada obsesión nuestra de querer ser modernos por encima de todo y de que nuestras obras sean modernas a costa de todo, pero acaso habría que ir a buscar, a rastrear su inocente chispa primera en el Renacimiento mismo, es decir, en algunos jugueteos, entretenimientos o competiciones renacentistas, aunque, claro, esa idea tan alegremente insensata de una modernidad como valor se manifestase entonces, en todo caso, con una graciosa desenvoltura que ahora ha perdido por completo, hasta el punto de convertirse en algo terriblemente solemne, casi fúnebre, mortuorio, sobre todo en los setenta y tantos años últimos, medio enterrados como estamos en ese oscurantismo cerril, servil, senil, de una mostrenca modernidad sobrepuesta, tiesa, artificiosa, mecánica, maniática, forzada, inmovilizada, establecida y... ¡oficial!". Ramón, Gaya, "Diario de un pintor". (Opinó Godfor Saken, en el diario El País).
"He visto algunas cosas que se exhiben ahí... y desde luego, o estamos locos, o la creatividad ha desaparecido del ambiente... Es como si se hubiera secuestrado la imaginación..." (Opinó Carioco en el diario La Vanguardia)
"¿Esto es arte ? una bicicleta con ladrillos, una bandera hecha con billetes, un par de fotos en blanco y negro ... qué es esto? me parece que en los últimos tiempos, el arte ha dejado de estar en manos de artistas , para estar en manos de personas con el tiempo necesario para hacer algo que llaman arte, pero de artístico no tiene nada. En la antigüedad, los mecenas eran personas con dinero que apoyaban a artistas, pero ahora creo que esos mecenas han decidido calmar su ego, haciendo arte por si mismos. Dando como resultado este vómito de arte sin sentido ni neuronas". (Opina Diwyss en el Diario El Mundo)
"Buen nivel, calidad... ¿De verdad habla usted en serio? Eso no es arte, eso es basura, camelo, mal gusto, vulgaridad, tomadura de pelo. Así es artista cualquiera. Un insulto al arte verdadero, con el que pretenden acabar sin conseguirlo" (Opina Juan IV en el diario ABC).
"Salvo contadas excepciones el resto un auténtico bodrio" (Opina Rooquiroga en el diario ABC)
"Si a esto se le llama arte, a lo que hacía Miguel Ángel o Velázquez habrá que llamarlo de otra manera". (Opina Jorge López en el diario ABC)
"En realidad, ARCO es como es porque la profesionalidad en el mundo del arte solo se percibe en un lado: el de los susodichos galeristas y en cierta medida los artistas, aunque en su mayoría estos no vivan de sus ventas. A ellos puede sumársele un contingente de responsables de museos, publicistas, comisarios o críticos". (eldiario.es)
¿Qué opinan los españoles de ARCOmadrid según la IA?
ARCOmadrid, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, se ha consolidado desde su primera edición en 1982 como uno de los eventos culturales más destacados no solo en España, sino en el panorama internacional del arte contemporáneo. Al ser un punto de encuentro para coleccionistas, artistas, curadores y amantes del arte, la feria ha suscitado una amplia gama de opiniones entre los españoles. Es fundamental entender la diversidad de opiniones que ARCOmadrid ha generado a lo largo de los años, analizando tanto su impacto cultural como económico en la sociedad española.
En primer lugar, es importante reconocer el papel que ARCOmadrid desempeña en la promoción del arte contemporáneo. Muchos españoles valoran la feria como un espacio donde se da visibilidad a artistas emergentes, así como a figuras consagradas del mundo del arte. La oportunidad de interactuar con obras de diversas disciplinas y estilos en un solo lugar, y el acceso a galerías de renombre, son considerados por muchos como una experiencia enriquecedora. Este aspecto es particularmente relevante para el público joven, que se muestra entusiasta ante la posibilidad de descubrir nuevas propuestas artísticas y de interactuar con los creadores.
Sin embargo, no todas las opiniones son unánimes. Un sector de la población critica la naturaleza elitista de ARCOmadrid. Estas opiniones sostienen que, aunque la feria busca democratizar el arte, en la práctica se convierte en un evento que prioriza a una audiencia adinerada, excluyendo a aquellos que no pueden permitirse las entradas o las obras que se exhiben. Algunos argumentan que la alta concentración de precios en las obras expuestas puede alejar a un sector importante de la población española, que podría disfrutar del arte contemporáneo, pero se siente marginado por su costo. Esta percepción de elitismo ha llevado a un debate más amplio sobre el acceso al arte en la sociedad contemporánea.
En términos de impacto económico, ARCOmadrid genera un importante flujo de ingresos. La feria atrae a miles de visitantes tanto nacionales como internacionales, lo que se traduce en un aumento en la ocupación hotelera, consumo en restaurantes y un impulso general al turismo cultural en Madrid. Muchos españoles reconocen este aspecto positivo y consideran que ARCOmadrid no solo fomenta la cultura, sino que también contribuye de forma significativa a la economía local y nacional. Este panorama económico favorable contrasta con los puntos críticos sobre la accesibilidad, ofreciendo una visión compleja de la función de la feria en la sociedad.
Por otro lado, hay quienes consideran que ARCOmadrid es un fenómeno cultural que juega un rol fundamental en posicionar a Madrid como un centro de referencia en el arte contemporáneo. Las opiniones sobre la relevancia internacional de la feria resaltan su capacidad para atraer a galerías y coleccionistas de todo el mundo, promoviendo así el reconocimiento del talento español en el ámbito global. Este posicionamiento ha contribuido al desarrollo de la escena artística local, ofreciendo a artistas y coleccionistas un escaparate donde no solo exhibir, sino también intercambiar ideas y establecer conexiones.
Es innegable que ARCOmadrid ha evolucionado a lo largo de las décadas. Desde sus inicios hasta la actualidad, la feria ha experimentado cambios significativos que reflejan las dinámicas del mundo del arte contemporáneo. Las ediciones recientes han incorporado una mayor diversidad de propuestas, abarcando prácticas artísticas heterogéneas que incluyen instalaciones, performances y obras digitales. Esta apertura ha sido bien recibida por parte de un público que busca una experiencia artística más amplia y menos convencional.
Además, los esfuerzos por promover la sostenibilidad y la innovación en la presentación del arte son aspectos que también han sido valorados positivamente. La implementación de nuevas tecnologías y la utilización de espacios alternativos en la ciudad para exposiciones paralelas han permitido acercar el arte contemporáneo a las calles, animando a los ciudadanos a participar activamente en la vida cultural de su ciudad. Este enfoque más inclusivo y accesible está comenzando a cambiar la percepción sobre ARCOmadrid, atrayendo a un público más diverso que va más allá de las galerías y los coleccionistas.
Finalmente, es importante considerar que la opinión pública sobre ARCOmadrid estará siempre en evolución, en perfecta sintonía con los cambios en la sociedad y en el mundo del arte. Los comentarios de los españoles respecto a la feria reflejan no solo su amor por el arte contemporáneo, sino también las tensiones inherentes a la relación entre cultura y economía. La búsqueda por un equilibrio entre accesibilidad y sostenibilidad, junto con la misión de posicionar a Madrid en el mapa global del arte, son desafíos que, si se abordan adecuadamente, pueden propiciar un futuro brillante para ARCOmadrid. En última instancia, el verdadero valor de la feria radica en su capacidad para abrir diálogos, romper barreras y enriquecer el panorama cultural español. (Texto ideado por ChatGTP)
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