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miércoles, 8 de febrero de 2023

8 de febrero de 1814: Asesinan a 836 prisioneros españoles

El 8 de febrero de 1814, Simón Bolívar ordena que sean pasados por las armas 836 prisioneros españoles, la mayoría de ellos neutrales.


En día como hoy  8 de febrero de 1814, Simón Bolívar ordena que sean pasados por las armas 836 prisioneros españoles, la mayoría de ellos neutrales.

Ese día la situación era desesperada en Caracas y las regiones vecinas. José Tomás Boves avanzaba con su terrible ejército sobre el territorio en poder de los patriotas. A su paso asesinaban a cuanto blanco caía en su poder sin misericordia alguna, familias enteras sucumbían ante sus lanzas, incluso sin tomar en cuenta si militaban o no en las filas de los patriotas.
El terror estremeció a Caracas y La Guaira (Vargas). Se temía un alzamiento de los canarios para abrir las puertas de las prisiones a los españoles detenidos y desatar un baño de sangre entre la población republicana. Estaba en peligro la vida de miles de patriotas y no sólo la existencia de la República.
 
En estas circunstancias, el coronel Leandro Palacio, comandante militar de La Guaira, pidió al Libertador Simón Bolívar instrucciones sobre cómo proceder. La respuesta de Bolívar fue contundente:

«Señor Comandante de La Guaira: Por el oficio de Ud. que acabo de recibir me impongo de las críticas circunstancias en que se encuentra esa plaza, con poca guarnición y un crecido número de presos. En consecuencia ordeno a Ud. que inmediatamente se pasen por las armas los españoles presos en esas bóvedas y en el hospital, sin excepción alguna. Cuartel General Libertador, en Valencia, 8 de febrero de 1814, a las ocho de la noche. Simón Bolívar».

El Decreto de Guerra a Muerte, célebre documento dictado por Simón Bolívar y dado a conocer en la ciudad de Trujillo, el 15 de junio de 1813. La Proclama de guerra a muerte, fue la respuesta de Bolívar ante los numerosos crímenes perpetrados por Domingo de Monteverde, Francisco Cervériz, Antonio Zuazola, Pascual Martínez, Lorenzo Fernández de la Hoz, José Yánez, Francisco Rosete y otros jefes realistas luego de la caída de la Primera República. La matanza de los republicanos por parte de los jefes españoles llegó a extremos tales de provocar el rechazo de personajes adictos a la causa monárquica. Uno de ellos fue el abogado fue el abogado Francisco de Heredia, oidor y regente de la Real Audiencia de Caracas, quien pidió en distintas formas que cesaran las ejecuciones, lo cual no sucedió. Según el testimonio del propio Heredia relatado en sus Memorias, un fraile capuchino de las misiones de Apure que actuaba como uno de los partidarios de Monteverde, exhortó en una ocasión «… en alta voz a los soldados, de siete años arriba, no dejasen vivo a nadie…» Bolívar en su Campaña Libertadora de 1813 recibió información de la consumación de hechos como el relatado por Heredia, lo que le llevó a expresar el 8 de junio en Mérida: «Nuestro odio será implacable y la guerra será a muerte».

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