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miércoles, 26 de abril de 2023

26 de abril de 1939: Guernica

El 26 de abril de 1937, en el marco de la Guerra Civil Española, se produce el Bombardeo de Guernica por parte de aviones alemanes de la Legión Cóndor.


El bombardeo de Guernica (Operación Rügen) fue un ataque aéreo realizado sobre población civil de esta localidad vasca el 26 de abril de 1937, en el transcurso de la guerra civil española, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española. Las estimaciones de víctimas cifran los fallecidos en un rango que abarca de los ciento veinte a los trescientos muertos.​ Sin embargo, Xabier Irujo, codirector del Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada y autor de un reciente estudio sobre el tema, ha elevado la cifra de muertos a alrededor de 2000. (W)



Titulares franquistas negando el bombardeo de Gernika e imágenes de la destrucción de la aviación nazi y fascista aliadas de Franco


El mural «Guernica» fue adquirido a Picasso por el Estado español en 1937. Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, el artista decidió que la pintura quedara bajo la custodia del Museum of Modern Art de Nueva York hasta que finalizara el conflicto bélico. En 1958 Picasso renovó el préstamo del cuadro al MoMA por tiempo indefinido, hasta que se restablecieran las libertades democráticas en España, regresando la obra finalmente a nuestro país en el año 1981.

Guernica de Pablo Picasso

Reflejo fiel de una época y de unas luctuosas y dramáticas circunstancias, el lienzo Guernica nació para formar parte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de 1937. El motivo que impulsó a Pablo Picasso a realizar la escena representada en esta gran pintura fue la noticia de los bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca que da nombre a la obra, conocidos por el artista a través de las dramáticas fotografías publicadas, entre otros diarios, por el periódico francés L'Humanité. A pesar de ello, tanto los bocetos como el cuadro no contienen ninguna alusión a sucesos concretos, sino que, por el contrario, constituyen un alegato genérico contra la barbarie y el terror de la guerra. Concebido como un gigantesco cartel, el gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil española, así como la premonición de lo que iba a suceder en la Segunda Guerra Mundial. La sobriedad cromática, la intensidad de todos y cada uno de los motivos, y la articulación de esos mismos motivos, determinan el extremado carácter trágico de la escena, que se iba a convertir en el emblema de los desgarradores conflictos de la sociedad de nuestros días.
Guernica ha suscitado numerosas y polémicas interpretaciones, circunstancia a la que contribuye indudablemente la voluntaria eliminación del lienzo de cualquier tonalidad ajena a la grisalla. Al analizar su iconografía, uno de los estudiosos de la obra, Anthony Blunt, divide a los actores de esta composición piramidal en dos grupos, el primero de los cuales está integrado por tres animales: el toro, el caballo herido y el pájaro alado que se aprecia tenuemente al fondo, a la izquierda. Los seres humanos componen un segundo grupo, en el que figuran un soldado muerto y varias mujeres: la situada en la zona superior derecha, que se asoma por una ventana y sostiene hacia fuera una lámpara; la madre que, a la izquierda del lienzo, grita llevando al hijo muerto; la que entra precipitadamente por la derecha; y finalmente, la que clama al cielo, con los brazos alzados, ante una casa en llamas.
En este mismo contexto, tampoco hay que olvidar que dos años antes, en 1935, Picasso había grabado al aguafuerte la Minotauromaquia, obra sintética que condensa en una sola imagen todos los símbolos del ciclo dedicado a este animal mitológico y que es, a la vez, el antecedente más directo de Guernica.
Los acontecimientos de la vida privada de Picasso, junto a los sucesos políticos que atribularon al continente europeo en el período de entreguerras, se fusionan en los motivos creados por el pintor en estos momentos, para dar lugar tanto al propio Guernica como a sus bocetos y post scriptum, considerados como unas de las obras de arte más representativas del siglo XX. (F)





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martes, 25 de abril de 2023

25 de abril de 1898: Estados Unidos declara la guerra a España


El 25 de abril de 1898, Estados Unidos declara la guerra a España tras el hundimiento del USS Maine en la bahía de La Habana (Cuba).


Guerra hispano-estadounidense

La guerra hispano-estadounidense fue un conflicto bélico que enfrentó a España y Estados Unidos de abril a agosto de 1898, al intervenir Estados Unidos en la guerra de Independencia cubana (1895-1898). La derrota de España y la consiguiente pérdida de sus últimas colonias de ultramar dieron lugar en España a la expresión «Desastre del 98».
Tras su derrota, España perdió Cuba (que quedó bajo tutela de Estados Unidos), Puerto Rico, Filipinas y Guam, que pasaron a ser dependencias coloniales de Estados Unidos. El resto de posesiones españolas del Pacífico fueron vendidas al Imperio alemán mediante el tratado hispano-alemán del 12 de febrero de 1899, por el cual España cedió al Imperio alemán sus últimos archipiélagos —las Marianas (excepto Guam), las Palaos y las Carolinas— a cambio de 25 millones de pesetas (17 millones de marcos), ya que eran indefendibles por España.
El siglo XIX representó para el Imperio español un claro declive, mientras que los Estados Unidos pasaron de convertirse en un país recién fundado a ser una potencia regional media. En el caso español la decadencia, que ya venía de siglos anteriores, se aceleró primero con la invasión napoleónica, que a su vez provocaría la independencia de gran parte de las colonias americanas, y posteriormente la inestabilidad política (pronunciamientos, revoluciones, guerras civiles...) desangraron al país social y económicamente. La difícil defensa española de las colonias ultramarinas se puso de manifiesto durante la crisis de las Carolinas en 1885. En cambio, a lo largo de ese siglo EE. UU. se expandió por vía económica (compra de territorios como Luisiana, Alaska...) como militarmente (guerra contra México, lucha contra los pueblos indígenas...) además de recibir gran cantidad de inmigrantes. Ese proceso se interrumpió unos años por la guerra civil estadounidense y la Reconstrucción,​ pero la aparición de EE. UU. como nueva potencia era incuestionable. (W)








Dibujo satírico publicado en 1896 en el diario catalán La Campana de Gràcia, criticando la actitud de EE. UU. hacia Cuba.


Avante España, Nuevo Mundo, 20.4.1898, portada por Mariano Pedrero.



lunes, 24 de abril de 2023

24 de abril de 1915: Comienza el Genocidio Armenio

El 24 de abril de 1915, en Turquía comienza el Genocidio armenio, la primera masacre en masa del siglo XX. Mueren un millón y medio de armenios.




El genocidio armenio, como se denomina a la matanza de cerca de un millón y medio de personas a partir de 1915 a manos del Imperio Otomano, es considerado el primer genocidio del siglo XX, que abrió una colosal cicatriz en la región entre el Río Bósforo y el Cáucaso y cuyos efectos políticos, sociales y culturales aún permanecen vivos al conmemorarse un siglo desde su inicio.
La estratégica posición de la meseta de Armenia, alrededor de los lagos Seván y Van, en el Cáucaso, cruce de las rutas de las caravanas comerciales entre Oriente y Occidente, centró desde siempre el interés de los pueblos que la rodeaban, y fue conquistada sucesivamente por persas, macedonios, romanos, más tarde fue la dominación bizantina y luego la árabe.
Hacia mediados del siglo XI aparecieron en la región los selyúcidas, nómades mongoles del Asia Central, luego los tártaros y más tarde los turcomanos.
Entre fines del siglo XVI y comienzos del XVII, la región este de Armenia se convirtió en área de conflicto entre turcos otomanos, persas y rusos, quienes a partir de entonces empezaron a tener presencia en la geopolítica de la región.
El Imperio Otomano estaba integrado por poblaciones cristianas -armenios y griegos- y musulmanas -turcos, kurdos y árabes- y su sustento ideológico, basado en el otomanismo, reconocía la diversidad de minorías.
Estas matanzas buscaban sembrar el terror y evitar a toda costa la creación de un Estado armenio La profusa bibliografía armenia sobre el tema argumenta que esta ideología fue reemplazada desde 1913 por el panturquismo o panturanismo, que sostenía la superioridad de la raza turca y proponía la unión de todos los pueblos turcos desde el Bósforo hasta China.
En julio de 1908, una revolución de apariencia liberal, encabezada por el partido laico "Comité de Unión y Progreso" (Ittihad), más conocido como el partido de los Jóvenes Turcos, desplazó al sultán Abdul Hamid (el sultán Rojo), que había ordenado entre 1894 y 1896 la matanza de miles de armenios en diferentes puntos del imperio, a un lugar simbólico.
Estas matanzas, producidas poco después de que el sultán debiera aceptar en el Tratado de San Stefano la independencia de Rumania, Serbia y Montenegro, y la semi independencia de Bulgaria, buscaban sembrar el terror y evitar a toda costa la creación de un Estado armenio, previsiblemente favorable a Rusia, al este de su territorio, en la frontera turco-rusa.
La llegada de los Jóvenes Turcos produjo algo de esperanza entre los armenios, pero ésta duró hasta que en abril de 1909 estalló una segunda matanza organizada, primero en la ciudad de Adaná y luego en el resto de la provincia, donde en total fueron muertas alrededor de 30.000 personas.
El punto de inflexión fue la derrota del Ejército otomano ante las tropas rusas en el Cáucaso en diciembre de 1914, cuando las autoridades otomanas acusaron directamente a los armenios de combatir en el bando enemigo.
Los armenios establecieron la fecha del comienzo del exterminio en 24 de abril de 1915, el día en que las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de esta comunidad en Estambul (entonces Constantinopla), cifra que en los días siguientes ascendió a 600.
Luego, una orden del gobierno central determinó la deportación de toda la población armenia, sin posibilidad de cargar los medios para la subsistencia.
La marcha forzada por cientos de kilómetros, atravesando zonas desérticas, desató la muerte de la mayor parte de los deportados, víctimas del hambre, la sed y las privaciones, mientras los pocos sobrevivientes eran robados y violados por bandas de asesinos y bandoleros.
Seguidamente, con la ayuda del Ejército y formaciones irregulares integradas por kurdos y otras minorías, cientos de miles de armenios fueron asesinados y deportados por suponer "una amenaza para la seguridad nacional".
Los que no fueron fusilados o quemados vivos en establos en los disturbios escenificados por las propias autoridades, murieron en las largas travesías en caravana hacia los desiertos de Irak y Siria, en las que perecieron cientos de miles de ancianos, mujeres y niños.
El saldo mortal oscila entre el medio millón y el millón y medio de armenios masacrados entre 1915 y 1923 Las autoridades otomanas crearon una red de 25 campos de concentración, donde los armenios perecieron de inanición, según la historiografía armenia, que también denuncia la muerte de decenas de miles de personas al ser tiradas por la borda en el mar Negro y tras ser inoculadas con diferentes virus.
Si bien los historiadores armenios y occidentales coinciden al calificar de ingeniería étnica la política otomana en relación con los armenios, discrepan en cuanto al número de víctimas de la masacre.
El saldo mortal oscila entre el medio millón y el millón y medio de armenios masacrados entre 1915 y 1923, mientras lo que es seguro es que sólo habría sobrevivido una pequeña parte.
"El mayor crimen de la Primera Guerra Mundial", como lo definió el entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, tuvo como testigos de excepción a comerciantes y misioneros occidentales.
El fundador de la actual Turquía, Kemal Ataturk, reconoció la matanza de millones de cristianos otomanos, pero la palabra genocidio es tabú desde entonces entre los historiadores turcos, que acusan a los armenios de aliarse con Rusia y rebelarse contra el imperio que les acogía.
Hasta ahora, Turquía admite oficialmente que cientos de miles de armenios murieron como consecuencia de las luchas en Anatolia oriental y de la política de deportaciones de las autoridades otomanas, pero se niega rotundamente a que esas masacres se describan como "genocidio".
Como resultado del genocidio, nació la diáspora armenia, muy influyente en países como Estados Unidos, Francia o Argentina, mientras la actual Armenia logró su independencia tras la caída de la Unión Soviética en 1991.


FUENTE: Télam






Algunos intelectuales armenios arrestados el 24 de abril de 1915; unas semanas después fueron deportados y asesinados





domingo, 23 de abril de 2023

Día del Libro

 


Texto del poeta chileno Fernando Rivera Luzt, de su libro "Calendario".

El Día del Libro se celebra cada 23 de abril desde 1930 en España y Latinoamérica, y se escogió esta fecha clave porque guardaba relación con el ámbito literario, pues fue el día en el que falleció Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, en el año 1616.



Cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, pero ¿por qué fue elegido este día en especial?


La Unesco lo explica en su página web: el 23 de abril es «un día simbólico» para la literatura mundial «ya que ese día en 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega».

Además, «la fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo», explica la entidad de la ONU.

Por eso, en 1995, la Conferencia General de la Unesco, que se celebra en París, decidió «rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura».

El Día del Libro tiene como objetivo «valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad», dice la Unesco.


¿Murieron el mismo día Cervantes y Shakespeare?

Pero, un momento. ¿De verdad Cervantes y Shakespeare murieron el mismo día del mismo año? Siempre se ha dicho eso, pero podría no ser cierto del todo. ¿El motivo? Ciertas costumbres y los calendarios usados por España y Gran Bretaña en aquella época.

Miguel de Cervantes Saavedra no murió el 23 de abril, sino que lo enterraron ese día. En realidad, murió el día antes, el 22 de abril de 1616. Así lo indica el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España en la web conmemorativa del 400 aniversario de la muerte del escritor.

En aquellos tiempos, la costumbre era enterrar al finado al día siguiente de su fallecimiento —algo que continúa hoy en día— y anotar en la partida de defunción la fecha del enterramiento, no de la muerte, tal y como recuerda la agencia EFE.

Es por eso que su muerte pasó a la historia como el día 23 de abril, cuando realmente ocurrió el 22.

¿Y William Shakespeare? En este caso, las referencias de que murió el 23 de abril de 1616 son inequívocas, así lo dice la Enciclopedia Británica, por ejemplo.

Sin embargo, cuando se menciona la fecha se olvida un dato importante: el calendario que regía a Reino Unido en aquella época.

Hasta 1582 todo el mundo occidental se regía por el calendario juliano, impuesto por el emperador romano Julio César. Ese año el papa Gregorio XII creó el suyo propio: el gregoriano, que fue rápidamente implantado en países católicos como España, Francia y Portugal.

Reino Unido no implantó el calendario gregoriano hasta el año 1752, según esta misma página web. Es decir, en 1616, cuando murieron los dos escritores, ambos países se regían por calendarios que diferían en 10 días y, el 23 de abril de Reino Unido era, en España (y la gran parte del mundo occidental), el 3 de mayo de 1616.