Este fue un pintor que le gustaba representa la alegría. Fue un excelente dibujante y colorista, y se interesó por captar ese lado amable de los pueblos del norte de Africa. Además de las amplias sonrisas siempre estuvo presente en sus obras un toque de despreocupado erotismo.
El artista polaco Adam Styka (1890-1959), hijo del también pintor Jan Styka, estudió en la Academia Francesa de Bellas Artes y en la Academia Militar en Fontainebleau. Sirvió en la artillería durante la Primera Guerra Mundial, fue condecorado y obtuvo la ciudadanía francesa. Con la ayuda del gobierno de ese país, visitó las colonias francesas en el norte de África, donde se interesó en la temática oriental, característica de su obra.
Destaca su serie ‘Idilio oriental’ en la que representa parejas (a veces tríos) de árabes en actitud romántica. Su habilidad de transmitir a sus cuadros los colores vibrantes y los fuertes contrastes del desierto del Sahara le valió la denominación de “maestro de la luz del sol”.
También representó escenas del salvaje oeste americano y, al final de su vida, realizó cuadros de carácter religioso católico. Sus obras han sido expuestas en países de Europa y América.