La fuerza del terremoto (el de mayor magnitud registrado en el mundo) y la devastación causada fue por entonces una noticia mundial, motivando la ayuda internacional. Es así como el Gobierno de México, en un gesto de solidaridad hacia el pueblo chileno y en reconocimiento del aporte cultural y académico de la Universidad de Concepción, decidió realizar un aporte financiero para la reconstrucción de la Casa del Arte, la que se levantaría sobre lo que hasta entonces era la Escuela Dental.
Sumándose a la iniciativa del gobierno mexicano, el muralista Jorge González Camarena sugirió que junto con este aporte se incluyera la realización de un gran mural que tuviera como tema central la unión y fraternidad de los pueblos americanos. La idea, finalmente, fue aceptada. Jorge González Camarena (1908-1980) pertenecía al movimiento del "Muralismo Mexicano", del que sus más reconocidos exponentes fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
González pidió ayuda a los muralistas mexicanos Manuel Guillén, Salvador Almaraz López y Javier Arévalo y capacitó durante siete meses a dos pintores chilenos en la técnica del acrílico: Albino Echeverría y Eugenio Brito, asegurando así la futura mantención de la obra.
El mural comenzó a ser pintado a fines de 1964 y finalizó en abril de 1965. La superficie total de esta obra, pintada en acrílico, es de 250 m2. La altura es de 6 mts. y el ancho de 34,74 mts. El mural se pintaría a partir de la realización de un modelo a escala, no solucionado del todo, y varias partes se irían improvisando bajo la supervisión de Jorge González, pero también dando cierta libertad a los demás muralistas.
En esta obra se aborda el tema central de la fusión de las razas y la cultura iberoamericana. La lectura del mural se inicia en el sector derecho, donde se encuentra representado el pasado, el mundo prehispánico de América Latina con el ocaso de las culturas originarias. En la parte central se ubica la "Pareja original", un español y una mujer que representa todas las razas americanas y la "Fusión de las Razas", representada por tres rostros ensamblados en la parte superior. En la parte izquierda aparece una breve alusión a la lucha de la conquista. El mural propone una lectura abierta de la historia latinoamericana que permite conocer la génesis de nuestro continente, relevando sus valores culturales, raciales, de unión y de solidaridad. (Fuente)
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