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sábado, 7 de septiembre de 2024

En la noche de los tiempos

La serie "En la noche de los tiempos", adaptada por Armando Fernández y dibujada por Gómez Sierra, se erige como una obra emblemática que conjuga la ciencia ficción con elementos míticos, capturando la atención de los lectores de la revista Columba. Publicada en noviembre de 1993 en El Tony Superanual 48, esta narrativa de seis partes sigue la travesía de Lin Kora, una joven perteneciente a un primitivo pueblo de cazadores.


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El relato comienza en un entorno rudimentario, donde Lin se encuentra con una pareja de cosmonautas. Esta interacción provoca un choque cultural fascinante, dado que los forasteros son interpretados como dioses por la protagonista y su comunidad. Este encuentro no solo pone de relieve la ingenuidad y la curiosidad humana, sino que también plantea preguntas sobre la fe, la percepción y la realidad. La interpretación de la tecnología avanzada por parte de los habitantes del pueblo lo convierte en un espejo que refleja la complejidad del contacto entre civilizaciones.

El guion, hábilmente elaborado por Chuck Dixon, se ve enriquecido por el estilo grafico de Gómez Sierra, que permite una inmersión profunda en un mundo donde el conflicto entre lo primitivo y lo moderno se desarrolla sin reservas. A lo largo de la obra, la acción se entrelaza con momentos de humor sutil, lo que añade una dimensión adicional al relato y permite a los lectores tanto reflexionar sobre las implicaciones de las relaciones entre culturas como disfrutar de un entretenido espectáculo visual.

"En la noche de los tiempos: Lin y los Dioses" es una obra que destaca en su capacidad por combinar ciencia ficción con temáticas universales. A través del viaje de Lin, se exploran no solo el choque de culturas, sino también la posibilidad de entendimiento y la búsqueda de significado en un mundo que trasciende el tiempo y el espacio.


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1 comentario:

  1. Lin Kora tiene, en la mayor parte de la historia, una apariencia muy moderna. Y de modelo, como si pudiera desfilar y ser tapa de revistas. Pero no me quejo.
    Está bien la fusión de prehistorias y ciencia ficción, con viajes en el tiempo, invasores parásitos, con tecnología.
    Aunque Marcia, la teniente pelirroja, se merecía algo mejor. Como despertar la atención de uno de los hombres prehistoricos. Y la historieta sería mejor sin esa clase de melancólico epílogo. Que terminara después del festejo por la victoria.

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