Varios son los incidentes en el cordón andino que enlutaron la aviación.
Desde comienzos del siglo XX, con la invención del aeroplano la cordillera de los Andes fue escenario de una gran cantidad de accidentes aéreos que causaron gran impacto en la opinión pública.
FUENTE
En esta cuarta entrega queremos recordar algunos de estos incidentes de los cuales muchos de los restos actualmente yacen estáticos en las nevadas cumbres andinas.
El primer mártir de Los Andes
El primer incidente con una víctima fatal se produjo en mayo de 1919, cuando la mala fortuna hizo que el teniente primero Benjamín Matienzo fuese el primer muerto en la cordillera.
El 29 de mayo, Matienzo, junto a los pilotos Zanni y Parodi, iniciaron un raid aéreo con la intención de cruzar a Chile. Pero un gran temporal los sorprendió en plena cordillera y esto hizo que Zanni y Parodi regresaran a Mendoza, mientras que Matienzo, con su Nieuport 28C1 - 165 HP decidió seguir hasta la quebrada de Las Cuevas, donde cayó. El piloto pudo sobrevivir, pero finalmente falleció afectado por las inclemencias del tiempo. Su cuerpo fue encontrado en noviembre de ese mismo año.
Salvado por un niño
El 13 de junio de 1930, un avión Potez 25 de la aerolínea francesa Aeropostal, partió desde el aeropuerto de Santiago de Chile con rumbo a Buenos Aires al mando de Henri Guillaumet.
En pleno vuelo, la máquina fue alcanzada por un temporal que lo hizo capotar en la zona de la laguna del Diamante (Mendoza). Varios días después el aviador fue hallado por un adolescente, quien le salvó la vida.
Varios años para encontrarlos
Dos años después del incidente de Guillaumet, la empresa aérea estadounidense Panagra fue noticia cuando el 16 de julio de 1932 se estrelló el trimotor Ford 5-AT-C, denominado San José, en el cerro Tres Gemelos, a unos 40 kilómetros de Las Cuevas (Mendoza).
La aeronave transportaba a seis pasajeros y tres tripulantes, incluyendo al comandante J.C. Robinson, y había salido de Santiago de Chile con destino a Buenos Aires. Todos murieron y sus restos fueron encontrados en marzo de 1934.
La desaparición de los ingleses
El 30 de julio de 1947, el avión de la British South American Airways denominado Stardust partió de Londres (Reino Unido) hacia Sudamérica.
En suelo argentino, la máquina despegó del aeropuerto de Ezeiza rumbo a Chile, pero desapareció misteriosamente en plena cordillera de los Andes en la tarde del 2 de agosto de ese año.
La nave, un Avro 691 Lancastrian, llevaba seis pasajeros con su tripulación integrada por el comandante Cook y otros cuatro ayudantes. Todos perecieron en el acto.
Recién en el año 2000 sus restos fueron hallados en el cerro Tupungato e inmediatamente se montó una expedición con integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad, quienes recuperaron los cadáveres y partes de la máquina.
El avión de los dólares
Varios años después, el 17 de mayo de 1960, un aparato Curtiss C-46F-1-CU de la aerolínea privada Transamerican Air Transport, se estrelló en el cerro El Sosneado, en el sur de nuestra provincia.
El transporte aéreo estaba a cargo de Pedro Lafuente y el copiloto Fermín Gómez, quienes despegaron de Ezeiza rumbo a Panamá, pero el avión se estrelló en plena montaña.
Se lo conoció como “el avión de los billetes" porque llevaba un importante cargamento de dinero estadounidense que no estaba declarado.
Diez años después del accidente, unos puesteros de la zona encontraron los restos de la nave y descubrieron un importante botín con joyas y efectivo, pero no realizaron la respectiva denuncia. Tiempo después los puesteros aparecieron con sendos autos y compraron varias propiedades. Uno de ellos –según se dice- incluso empapeló con los billetes apropiados una pared de su casa.
Al sospechar de esta extraña situación, la Policía los detuvo y finalmente fueron juzgados resultando culpables de robo.
El fútbol chileno pierde a sus ídolos
En enero de 2015, una expedición rescató del cerro La Lástima, en Linares, Chile, los restos de un avión de pasajeros de la empresa LAN Chile.
La aeronave chilena había partido el 3 de abril de 1961 de la isla de Chiloé rumbo a Santiago con 24 personas, incluyendo a ocho futbolistas del club Green Cross, entre los que se encontraba el volante argentino Eliseo Mouriño.
El bimotor DC -3 chocó en uno de los cerros a unos 3.800 metros de altura y no hubo sobrevivientes.
Una catástrofe inexplicable
Una de las mayores catástrofes aéreas en la cordillera se produjo el 5 de febrero de 1965, cuando un avión Douglas DC-6B-404 de LAN Internacional con 87 ocupantes, que volaba con destino a Montevideo (Uruguay), se precipitó y colisionó en el Cerro Cated sin que hubiera sobrevivientes.
Norteamericanos desaparecidos
El 4 de agosto de 1969, un avión Douglas C- 47 de la Marina de los Estados Unidos, a cargo del capitán Ralph Touch y el copiloto James Kuhn, con doce ocupantes, entre ellos varios civiles, desapareció en la cordillera en la zona del Planchón (Mendoza).
La máquina con matrícula BUNO 17254 había partido de Chile con rumbo al aeropuerto de Ezeiza, pero nunca llegó.
Durante el 2019, Brando Lovejoy, sobrino de capitán Kuhn, organizó una expedición para encontrar los restos de la nave sin que hasta el momento hayan aparecido rastros.
Las Cuevas, salvada del desastre
A unos mil metros del Cristo Redentor, el 19 de octubre de 1971 chocó en el cerro Santa Elena un avión Douglas DC-6B de la aerolínea chilena LADECO (Líneas Aéreas del Cobre) falleciendo sus tripulantes.
El incidente pudo haber tenido características catastróficas porque se estrelló apenas a unos 800 metros antes de la Villa de Las Cuevas.
La máquina había salido con unos 12.500 kilos de ganado desde el aeropuerto local con destino a Chile y sus restos aún siguen esparcidos en aquella zona cordillerana.
El vuelo de los uruguayos
El 13 de octubre de 1972 partió desde el aeropuerto de Montevideo, Uruguay, un avión de la Fuerza Aérea de ese país con destino a Chile.
El aparato era un Fairchild Hiller 227 y transportaba 40 pasajeros, entre ellos varios jugadores de rugby del Old Christians Club.
El vuelo realizó varias escalas hasta llegar a Mendoza y por la tarde despegó del aeropuerto de El Plumerillo rumbo al Planchón, pero una hora después la torre de control perdió el contacto con la nave.
La máquina había chocado entre el cerro El Sosneado y el volcán Tinguiririca, y como consecuencia del incidente la tripulación y varios pasajeros murieron en el acto, pero 14 sobrevivieron a la catástrofe luego de pasar 72 días en la cumbre.
Dos de los jóvenes pasajeros salieron a buscar auxilio y caminaron más de cien de kilómetros en diez días, hasta que fueron contactados por un baqueano que dio aviso a las autoridades, luego de lo cual se enviaron helicópteros para rescatar a los siniestrados.
Choque en Tupungato
El 4 de agosto de 1979, una aeronave de carga Curtiss C- 46 número N-8040- de origen estadounidense partió de Ezeiza rumbo a Miami, al mando del piloto David Tucker, el argentino Francisco Herrero y tres personas más. Cuando estaban por llegar al cerro Tupungatito el avión se estrelló y no quedaron sobrevivientes.
En 1981, fueron avistados desde el aire los restos del avión y recién al año siguiente una expedición pudo recuperar los cuerpos de los malogrados aviadores.
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