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domingo, 22 de septiembre de 2024

Canciones que me gustan: Uno


Este es una de esos tangos que le escuché a mi madre cientos de veces. En una época en que los hijos escuchaban las mismas canciones que los padres. Faltaban algunos años para que llegaran Los Beatles...

"Uno" es un tango de 1943 con letra de Enrique Santos Discépolo y música de Mariano Mores que ha sido interpretado y grabado por numerosas orquestas en todo el mundo. Junto con otros tangos con letra de Discépolo como Cambalache, Cafetín de Buenos Aires, Yira, yira, Canción desesperada y Confesión, Uno goza de un prestigio incomparable. Se lo considera uno de los llamados "tangos fundamentales".​ En él cristaliza la vena lírica del escritor, al tiempo que la línea melódica que otorga el pianista Mores mitiga el tremendismo presente en composiciones anteriores de Discépolo. Este nuevo matiz resultó significativo para Discépolo, quien siguió componiendo con Mores otros tangos, incluyendo el último, Cafetín de Buenos Aires, de 1948.

La gestación de Uno fue larga, ya que se compuso primero la música, mientras que la letra demandó casi tres años más. Mores le entregó a Enrique Santos Discépolo la partitura de la música de un tango romanza llamado «Cigarrillos en la oscuridad»,​ proponiéndole que le pusiera letra. Discépolo, quien era ya un escritor y autor reconocido, la recibió y llevó sin hacer ningún compromiso con Mores. Así lo relató el compositor:

Durante unos meses, le pregunté sobre el tango. Cada vez me contestaba que estaba escribiendo la letra. Pero pasaba el tiempo y no había novedades. Y como yo lo quería como amigo y había llegado a sospechar que en realidad la música no le gustaba, decidí privilegiar la amistad y para evitar incomodidades no mencioné más el asunto. Un buen día, casi tres años más tarde, me sorprendió con la letra terminada.

Mariano Mores

El tango llevaba por título "Si yo tuviera un corazón".​ Lo estrenó Tania en abril de 1943 en el teatro Astral, como una de las canciones de La revista loca, e inmediatamente después lo grabaron otros cantantes como Carlos Roldán con la orquesta de Francisco Canaro, Alberto Marino con la orquesta de Aníbal Troilo, Héctor Mauré con Juan D’Arienzo y Oscar Serpa con Osvaldo Fresedo.​ Tuvo gran éxito. Debido a que el público lo solicitaba a la orquesta de Mores diciendo: «¡¡Tocá Uno..!! ¡¡tocá Uno...!!» finalmente se acordó con Discépolo cambiarle el nombre original del tango por el de Uno. Así se registró y se conoce en el presente.

Repercusiones históricas

El tango Uno fue interpretado por Libertad Lamarque y Juan José Míguez en la película El fin de la noche, que ocurría en la época de la invasión nazi. El filme fue estrenado el 1 de noviembre de 1944 y después de una semana de éxito en el cine Ambassador, fue sacada de cartel por orden del Ministerio del Interior de la llamada Revolución del 43.​ Se la repondría recién en 1945, después de la declaración de guerra de la Argentina a Alemania y Japón que tuvo lugar el 25 de marzo de ese año. (W)




Uno

Uno, busca lleno de esperanzas 
El camino que los sueños 
Prometieron a sus ansias... 
Sabe que la lucha es cruel 
Y es mucha, pero lucha y se desangra 
Por la fe que lo empecina... 
Uno va arrastrándose entre espinas 
Y en su afán de dar su amor, 
Sufre y se destroza hasta entender: 
Que uno se ha quedao sin corazón... 
Precio de castigo que uno entrega 
Por un beso que no llega 
A un amor que lo engañó... 
Vacío ya de amar y de llorar 
Tanta traición 

Si yo tuviera el corazón... 
El corazón que di 
Si yo pudiera como ayer 
Querer sin presentir... 
Es posible que a tus ojos 
Que me gritan tu cariño 
Los cerrara con mis besos... 
Sin pensar que eran como esos 
Otros ojos, los perversos, 
Los que hundieron mi vivir. 
Si yo tuviera el corazón... 
El mismo que perdí 
Si olvidara a aquel que ayer 
Lo destrozó y... pudiera darte... 
Me abrazaría a tu ilusión 
Para llorar tu amor... 

Pero, Dios, te trajo a mi destino 
Sin pensar que ya es muy tarde 
Y no sabré cómo quererte... 
Déjame que llore 
Como aquel que sufre en vida 
La tortura de llorar su propia muerte... 
Bueno como sos, habrías salvado 
Mi esperanza con tu amor... 
Uno está tan solo en su dolor... 
Uno está tan ciego en su penar.... 
Pero un frío cruel 
Que es peor que el odio 
punto muerto de las almas 
Tumba horrenda de mi amor, 
Maldijo para siempre y me robó... 
Toda ilusión.


Nos vemos el próximo domingo con otra canción que me gusta


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