El pintor de libertadores José Gil de Castro y el ilustrador Boris Vallejo podrían considerarse como en los extremos de la historia de las artes plásticas del Perú republicano, ambos muy diferentes y muy populares a la vez. Entre estos dos hitos se encuentra una gran cantidad de pintores y dibujantes que han mirado preferentemente el auténtico rostro del pueblo peruano al que han representado con gran maestría y dignidad.
Por Rubén Reveco - Editor
El realismo peruano está atravesado por la temática indigenista abordada preferentemente con por eximios acuarelistas. Los artistas del siglo XXI que además de realismo realizan figuración, surrealismo e hiperrealismo, han encontrado en el Perú un suelo fértil, precedidos -tal vez- por los grandes exponentes del siglo XIX y XX.
Como siempre lo digo, toda selección es injusta y muchos buenos pintores han quedado afuera de ella, en algunos casos por tener poca obra, ser muy jóvenes o no estar vivos; esto último, requisito indispensable para esta publicación.
Francisco Laso (1823-1869) tal vez sea el pintor realista más importante del siglo XIX. Considerado, también, como el padre el arte indigenista del Perú.
Arriba, su obra más conocida: "Las tres razas", hacia 1859 (Museo de Arte de Lima).
“Hay que tener presente que los hombres de una generación no sólo luchan con la anterior, sino que se nutren de ella y toman lo que necesitan. No ha habido en nuestra Historia del Arte rupturas bruscas, como en el caso de las vanguardias europeas, sino relevos suaves, acordes, quizá, con el benigno clima limeño.”
(Alfonso Castrillón Vizcarra, museólogo y crítico de arte)
1) César Yauri Huanay
César Yauri Huanay nació en el distrito peruano de Ahuaycha, en Huancavelica el año 1962. Después de terminar sus estudios en Pampas y alentado por su profesor de arte, Julio Camac (Chipchi), Yauri viaja a Lima deseoso de ingresar a la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, institución fundada por Daniel Hernández.
En 1989 egresa de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú con la promoción “Kawsaq Yupi” (Huella Viviente) obteniendo el Primer Premio “Surmeban”. Ha expuesto en varias exposiciones colectivas. Su primera Individual fue en 1991 en la Galería Vargas de Camino Real en el distrito de San Isidro y su Segunda Individual en 1992 en la Galería L'Imaginaire de la Alianza Francesa en el distrito de Miraflores. La pintura de Yauri reinvidica a su estirpe en lo más representativo de sus costumbres festivas y mágico religiosas.
"Sueño de una madre"
En 2007, con una obra titulada "Sueño de una madre", este pintor ganó el primer lugar del XVI Premio López-Villaseñor de Artes Plásticas en Ciudad Real, España. Esta obra, donde aparece una mujer tendida sobre un diván que percibe en sueños la llegada de su hija, destacó entre otras piezas que se presentaron al concurso. No es el primer galardón conseguido en España por este pintor, pues el 2005 recibió su bautizo triunfal europeo al conseguir el primer premio de pintura en la IX Exposición Internacional de Pintura y Fotografía Ciudad de Alcázar de San Juan 2005, Ciudad Real, con la obra "Quijote pensando en Dulcinea".
Los diarios de la Ciudad Real abundan en elogios. Se dice por ejemplo: "El gran impacto visual". Y es que cualquiera que haya tenido la oportunidad de contemplar el cuadro puede comprobar su enorme similitud a una fotografía. Destaca el dominio del hiperrealismo. Es muy accesible al mismo tiempo que el autor demuestra desarrollar con gran dominio la técnica. (Fuente)
2) Gustavo González Echeverría
Este es un artista influenciado por una temática que en muchos países se ha perdido: el retrato. "Siento un natural acercamiento a los antiguos, al clasicismo pictórico como fundamento de mi obra.
El estudio y el trabajo es la manera en que entiendo el arte, para realizarlo en plenitud como ser humano.
Me emociona la forma realista, la preocupación por la belleza, por la anatomía, la piel y el espacio aéreo que las envuelve", expresa Gustavo González Echeverría, que también incursiona en el desnudo.
"Desnudo del membrillo"
"Me recuerdo dibujando de niño, como mi pasatiempo favorito, algo solitario y ensimismado.
Ahora veo que ese estado es necesario para producir arte, escucharse a uno mismo, horas y horas en el proceso de una obra, algo tan agotador como gratificante para el cerebro y el alma.
Disfruto sobremanera el diseño y la geometría previa al cuadro, la composición estructurada y lógica, para sentir el control y el orden. Reglas y calculadora para la ubicación en perfecta proporción dentro del lienzo.
Dibujo como forma de entender aquello que deseo pintar, y me enfoco en la vida del retratado, su gesto corporal y la mirada. Me encanta que parezcan estar vivos y causar esa sensación de presencia ante las personas.
La admiración del claroscuro, el esfumato Leonardesco y las técnicas clásicas me acercan a los manieristas y barrocos, en las composiciones con desnudos de carnaciones palpitantes.
El arte académico del XIX en la obra de Carlos Baca-Flor me convenció de la vocación pictórica". (Fuente)
3) Andoni Altamirano
Andoni Altamirano (Andahuaylas, 1987) es egresado de la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes “Diego Quispe TiTo” de Cuzco-filial Calca. Ha sido merecedor de diferentes premios y reconocimientos.
La obra de Andoni Altamirano reflexiona sobre la tradición, el folclore y la gente de su tierra natal Andahuaylas. Sus personajes carnavalescos así como los paisajes que contextualizan están colmados de luz y color. De esta manera rinde tributo a estos personajes anónimos de los Andes y rescata las identidades locales.
Martín Ugaz, crítico de arte y curador independiente escribe: “Siguiendo este artista una línea de valores estéticos tradicionales, correspondientes a una visión de mundo restauradora, la acuarela de Andoni Altamirano, nos demuestra que existe aún en comunidades altas de nuestra sierra una manifestación pictórica mestiza de los asuntos o quehaceres en las zonas más alejadas del país”. (Fuente)
4) Luis Palao Berastain
Luis Enrique Graciano Palao Berastain nació en Arequipa, en 1943. Mostró desde muy joven una sensibilidad especial para las artes. Estudió en el Colegio Nacional de la Independencia Americana. Su inquietud lo llevó a Argentina donde estudió cuatro años arquitectura, allí tuvo contacto con renombrados artistas, realizando varias muestras donde alcanzó reconocimiento de la crítica.
Después de unos años volvió para vivir en el distrito de Chinchero, provincia de Urubamba, región Cuzco, ahí se mimetizó con el paisaje y la gente del Perú profundo. Viajó incansablemente por los Andes recreando la vida y el entorno de la gente humilde del campo con un estilo realista inspirado en los hermanos Teodoro y Alejandro Núñez Ureta, y con ciertas reminiscencias del realismo de Andrew Wyeth. El trabajo del maestro Luis Palao cuenta con un dominio del dibujo pleno y un estilo muy peculiar para equilibrar y ejecutar las sombras, siendo su claro oscuro fuerte y de pinceladas espontáneas y seguras.
Su mérito es haber creado un realismo muy personal pero completo en lo académico contemporáneo y el haber usado un estilo innegablemente universal para recrear la vida de la gente de su tierra, es por ello que ha sido merecedor de varias distinciones y premios nacionales e internacionales por su valor plástico y humanista en el contenido. Esas distinciones van desde el "Premio Nacional de Pintura" hasta el reconocimiento del estado peruano por su trayectoria y legado a la historia del arte peruano.
Palao es un eterno buscador de nuevas formas de expresión, nunca se repite. Su amor por la gente humilde, en especial por el autóctono puro, lo lleva a ser parte de la lucha de su pueblo en el sueño utópico del retorno natural a la tierra:
"Yo no estoy geográficamente en un lugar, yo soy un vagabundo. Estoy con los hombres que no tienen tierra y eso es mi libertad. Estoy donde están los mendigos, los enfermos mentales, con los que huyeron de su casa, con aquellos que no aceptaron a la sociedad aunque sea por un día. Me interesan los desamparados, no quienes están en sus casas con su televisor y su cuenta bancaria. No hay nada que admirar ahí, desde mi punto de vista, desde el camino". (Fuente)
5) Bruno Portuguez
Bruno Portuguez nació en Chorrillos en 1956, Lima. Realizó estudios de dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima. Se ubica en la corriente realista y expone su trabajo desde 1987 a nivel nacional e internacional.
La revista Resplandores dialogó con el artista para así contribuir al esclarecimiento, difusión y desarrollo del arte popular, arte de y para el pueblo, además de buscar comprender, cómo y por qué tiene vital trascendencia la creación artística popular en la sociedad actual.
-¿Cómo llega usted al arte? ¿Cómo surge su vocación por el arte, específicamente por la pintura?
-Hay dos posibilidades que he venido manejando. La primera, a través de mi madre. Ella dibujaba desde muy niña, pero no tuvo recursos; vivió en el campo de la parte de Cañete, y creo que ella me trasmitió un poco esta vocación. Y la otra vertiente surge a raíz de la llegada del maestro Núñez Ureta, el arequipeño muralista, el gran acuarelista. Él viene a Chorrillos en los años 60 y dibuja a un niño “X” en una guardería de niños de pescadores. Pasan 26 años y ese niño, sin saber ambos la vida de uno y otro, ese niño se había hecho pintor y había egresado de Bellas Artes, y se encuentran. Creo que mientras él me dibujaba cuando tenía 4 años, porque el niño era yo, me dejaba algo en mi subconsciente y eso habrá revertido después.
-¿Podría explicarnos cómo se da el proceso de esclarecimiento en la formación de un artista? ¿Qué factores influyen en la toma de la posición política, ya que en pintura existen corrientes que responden a posiciones políticas, una de explotadores y otra de explotados?
-Lo más contundente es la realidad, no solamente en la pintura, sino en el arte en general, y sobre todo en el arte popular. Yo creo que lo más significativo es la vivencia del pintor, y lo que va viendo a través de su vida, va re-sumiendo y eso es lo que le da una posibilidad, una visión amplia de lo que es la vida. De ahí va tomando con-ciencia, acercándose a una determinada posición. (Fuente)
-Lo más contundente es la realidad, no solamente en la pintura, sino en el arte en general, y sobre todo en el arte popular. Yo creo que lo más significativo es la vivencia del pintor, y lo que va viendo a través de su vida, va re-sumiendo y eso es lo que le da una posibilidad, una visión amplia de lo que es la vida. De ahí va tomando con-ciencia, acercándose a una determinada posición. (Fuente)
6) Fanny Palacios Izquierdo
Palacios fue formada en la pintura por su tío, el célebre artista Francisco Izquierdo López, y cuenta con numerosas exposiciones en el Perú y el extranjero. En palabras del pintor Bruno Portuguez, el trabajo de Fanny es “una propuesta estética valiente y humana. Viene a suplir un gran vacío en nuestro medio artístico. Sus pinturas llevan un sello expresionista personal y auténtico. Ella ha construido un universo donde a través del arte proyectan sus más hermosos y reales sueños. Sus personajes: mujeres, niños, campesinos etc. son ejecutados con honda ternura a veces y con candor y bravura en otros”.
"Mis obras son realistas y a la vez expresionistas. Trato de expresar el problema social, mis temas principales son las mujeres, hombres y niños en su lucha por sus reivindicaciones, por los derechos humanos", expresa la artista.
Fanny era una niña de nueve años que jugaba con las brochas y se untaba en colores cuando veía los hermosos atardeceres de su pueblo natal Luya, en el departamento de Amazonas. En su estancia chiclayana, la adolescente estaba más concentrada en la música, integrando un grupo de zampoñas en la que destacaba como cantante. El destino le colocó en el camino a un joven visitante amigo de su hermano, con quien inició una franca amistad y de amor, el pintor chorrillano, Bruno Portuguez; con quien retomará el interés por la pintura, empezando a experimentar con el dibujo y la pintura.
La destacada pintora reconoce que no es para nada ajena a la conciencia social que imprime en cada uno de sus lienzos tan llenos de humanidad y de riqueza colorida.
Como parte de su trayectoria artística, Fanny Palacios Izquierdo lleva 15 muestras individuales y una cantidad importante de muestras colectivas a nivel nacional y en el extranjero. Además, por los temas planteados la pintora se reconoce como una mujer de izquierda sin tapujos y sin vueltas. (Fuente)
7) Hugo Salazar Chuquimango
Hugo Salazar Chuquimango nació en Callao en 1980. Cuando tenía 17 años su tía le regaló varios libros, uno de ellos era de arte y fue el primer libro de arte que conoció, aunque la mayoría de los cuadros estaban en blanco y negro le llamó mucho la atención uno que decía "retrato surrealista", este cuadro quedó grabado en el, como la imaginación de ensueño mejor plasmada que no había visto en película alguna.
Hubo un año en el que Hugo Salazar no sabía quién era. Se la pasó en su habitación dibujando a oscuras, siempre dejando un poquito abierta la cortina para que le caiga un ligero rastro de luz. Así podía concentrarse. Era 1997 y acababa de terminar el colegio. Ese año dibujó e imaginó mundos de historietas, como la de un villano que no podía dejar de sonreír. Siguió dibujando porque era algo natural. Empezó a los siete años, cuando una profesora pidió que hicieran un dibujo en la clase. Al ver lo que hizo Salazar entonces, pensó que no era suyo. Era la primera vez que sentía cómo el arte podía definirlo. Empezó a llenar la parte trasera de sus cuadernos con tortuninjas robocops o tortuninjas mezcladas con caricaturas de Alberto Fujimori. De tanto hacerlo, le quedaban pocas hojas para los apuntes de escuela. Cuando terminó la secundaria, no tenía ganas de hacer otra cosa. No sabía nada de sí mismo ni qué quería o qué buscaba. Solo quería dibujar. “Me encerraba en la oscuridad y empezaba a dibujar, salvo por ese halo de luz que dejaba entrar sobre mi cuaderno”. Creyó que sería historietista, cuando aún no conocía la pintura. Su único ensayo y error había sido un intento fallido con un par de témperas David.
En la casa de Salazar, en el Callao, su familia tiene un taller de costurería. Durante el año de su propia reclusión, apoyaba algunas veces en el trabajo familiar. Aún no sabía, por ejemplo, que el cuadro que lo llevaría a ser conocido, sería sobre su madre y su antigua máquina de coser. Hugo Salazar quiso definirse pintando a oscuras. Dibujó y dibujó hasta que se cansó de hacerlo y encontró trabajo como agente de seguridad en unos edificios de Ventanilla. Es decir, guachimán. «Cuando vigilaba prefería no dibujar porque me desconcentraba, pero a veces, no podía detenerlo, cogía un papelito y lo hacía», dice ahora Salazar. Entonces tenía 19 años, el uniforme marrón, una pistola y un pastor alemán (algo chusco) que lo acompañaba. Esa misma escenografía que sería parte de ese mundo interno que hoy recrea en sus cuadros. (Fuente)
En la casa de Salazar, en el Callao, su familia tiene un taller de costurería. Durante el año de su propia reclusión, apoyaba algunas veces en el trabajo familiar. Aún no sabía, por ejemplo, que el cuadro que lo llevaría a ser conocido, sería sobre su madre y su antigua máquina de coser. Hugo Salazar quiso definirse pintando a oscuras. Dibujó y dibujó hasta que se cansó de hacerlo y encontró trabajo como agente de seguridad en unos edificios de Ventanilla. Es decir, guachimán. «Cuando vigilaba prefería no dibujar porque me desconcentraba, pero a veces, no podía detenerlo, cogía un papelito y lo hacía», dice ahora Salazar. Entonces tenía 19 años, el uniforme marrón, una pistola y un pastor alemán (algo chusco) que lo acompañaba. Esa misma escenografía que sería parte de ese mundo interno que hoy recrea en sus cuadros. (Fuente)
8) José Lino Ayala
Nació en Paramonga, Lima, en 1968. Realizó estudios de Arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú, egresando como Artista Plástico en la especialidad de Pintura y Dibujo.
"Ciruelos en el Jardín" Medidas 40 cm. x 55 cm técnica: Oleo sobre lienzo.
El artista ha participado en numerosas exposiciones colectivas a nivel Nacional e Internacional. Profesor de dibujo y pinturas en el Escuela Superior de Formación Artística “San Pedro de Cajas”, departamento de Junín, entre los años 1994 y 2001. Profesor de dibujo de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú.
Su pintura rescata e insiste en uno de los temas más simples y hermosos en la historia de la pintura: los bodegones.
9) Ángel Surichaqui Ramos
Iniciador de la Sociedad Figurativa del Perú en el año 2010. Con varias muestras individuales y ganador del Premio Mapfre en el año 2006.
"Pepinos"
Llama la atención el sorprendente equilibrio, simplicidad y armonía en sus pinturas. Sus obras forman parte de colecciones en el Perú y el extranjero. La calidad de sus imágenes así como su técnica son fruto de su forma de ser: orden y tranquilidad.
"La pintura de Ángel Surichaqui Ramos nos permite experimentar el goce de la contemplación de los diversos elementos que componen su obra distribuidos de manera sobria y elegante. Así podemos apreciar su sensibilidad hacia la naturaleza a partir de cosas simples y sencillas que se combinan de manera tal que se transforman, gracias al rigor en el dibujo y el uso del color y del valor, para dar como resultado una obra sorprendente.
"La pintura de Ángel Surichaqui Ramos nos permite experimentar el goce de la contemplación de los diversos elementos que componen su obra distribuidos de manera sobria y elegante. Así podemos apreciar su sensibilidad hacia la naturaleza a partir de cosas simples y sencillas que se combinan de manera tal que se transforman, gracias al rigor en el dibujo y el uso del color y del valor, para dar como resultado una obra sorprendente.
Cada cuadro es un despliegue del virtuosismo figurativo mediante el cual descubrimos su capacidad para crear y plasmar de manera detallista todo aquello que habita en su mente, su alma y su corazón.
Sus obras son una invitación a dar un vistazo alrededor nuestro para así encontrarnos con los mismos elementos que inspiraron al artista, llámese frutas, manteles, papeles, cielos, etc. Nos preguntamos: ¿hace cuanto que no nos detenemos a contemplar un atardecer?
En su obra se combinan estos elementos que constituyen una celebración del maravilloso don de la vida, a la vez que nos conlleva a reflexionar acerca de la presencia del hombre en este contexto.
La virtuosidad de su obra lo dirige hacia el hiperrealismo pero transcurre por caminos donde lo real y lo irreal conviven en un clima de misterio, silencio y soledad."
(Texto del catalogo de la muestra VISIONES COTIDIANAS)
10) Fernando Saldías Díaz
Fernando Saldíaz Díaz es un entusiasta cultor y mecenas del arte realista. Está considerado uno de los máximos representantes de la pintura académica en el Perú.
En 1950 comienza sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, permaneciendo hasta 1956, pero insatisfecho con el resultado ya que no se enseñaban la técnicas pictóricas desarrolladas por los antiguos maestros europeos.
Fernando Saldías es un gran copista. Durante su permanencia en Bruselas (Bélgica) ejecutó muchos trabajos en el Museo Real de Arte Antiguo. El grado en que depuró su técnica y su destreza sumada al gran talento que poseía, lo puso en aprietos cuando los expertos restauradores acostumbrados a trabajar con obras originales confundieron una de sus copias con un original de Rembrandt; nada menos que el retrato de Nicolaes Van Bambeeck. Para dilucidar cuál era la pintura original fue necesario un examen de rayos X.
Reproducción de un Rembrandt realizada por Fernando Saldíaz Díaz.
Juan Manuel Ugarte Eléspuru expresó: "Creo no pecar de exagerado afirmando que será muy difícil encontrar en todo el mundo actual alguien que lo supere en esa pasmosa habilidad con que la Providencia lo ha dotado. Y este no es un juicio solamente mío, en realidad ha sido también el estupor y el asombro de quienes en Europa tuvieron oportunidad de ver las copias ejecutadas por Fernando Saldías. Cada vez que vengo a visitar esta maravillosa colección de copias experimento el estupor ante lo perfecto…”
El Museo de Arte creado por Fernando Saldíaz Díaz esta decorado y amueblado con los estilos renacentistas y barrocos de los siglos XVI, XVII, XVIII, junto con las pinturas que forman la colección de arte europeo. Estas pinturas son las replicas de las de los grandes maestros como Tiziano, Caravaggio, Rubens, Velásquez, Van Dyck y Rembrandt, entre otros.
Así mismo se exponen: dibujos, grabados, esculturas (calcos) de maestros europeos; junto con piezas arqueológicas del Perú antiguo y alfarería contemporánea.
Estas reproducciones son producto de su talento y años de investigación sobre las técnicas pictóricas que desarrollaron los grandes maestros.
Excelente. Faltan varios pero igual se agradece.
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