En esta obra se narran las aventuras de diferentes "caballeros-dragón", aunque realmente son mujeres jóvenes y vírgenes pertenecientes a una orden a mitad de camino entre lo monástico y lo guerrero que luchan contra dragones.
Los dragones generan a su alrededor un halo, una especie de aura capaz de transformar a todo ser vivo en monstruos. Conforme aumenta el tamaño del dragón, también lo hace el de ese aura. Aunque en el cómic original se usa la palabra "veil", inexistente en francés, se ha creído adecuado traducirla por velo, tanto por su semejanza fonética como por su parecido metafórico.
Estos dragones, además están dotados de unos sentidos mágicos que les permiten detectar cualquier ser vivo dentro del radio de acción de su halo, por lo que es imposible acercarse a ellos para matarlos por sorpresa. Solo las mujeres vírgenes son inmunes tanto al velo como a sus sentidos. De ahí la formación de esa orden que luchará allí donde se les reclame contra ellos. Todo ello salpicado con unas gotas de dibujo semierótico...
'Epica y trágica historia.
ResponderEliminarY una vez más, la idea de que los monstruos verdaderos son los humanos, que se ha usado en películas de zombies. La ambición por los metales preciosos hizo que dejaran crecer al dragón, haciéndolo más peligroso.
Y el prejuicio de que sólo los hombres tienen que matar a un dragón, hizo que muriera la hermana de Jaina. Por un enemigo inesperado. Que además la desolló. Hay que ser muy retorcido para hacer eso con una mujer. Y una mujer tan bella.
Pero la escudero logró matar al dragón.
Hay arte en estas viñetas, con el estilo tan naturalista. Parece hecho por alguien que estuvo en talleres de modelo vivo.
Que conflicto el que mujeres tan bellas, tan tentadoras, tengan que abstenerse del tentación para no ser detectadas.