Truman y Giorello mantienen la misma estructura del tomo anterior, del que es continuación, adaptando un par de capítulos de la novela por cuadernillo, a los que enlaza con el relato de aquella gesta, narrada en primera persona por Conan, años después, al escribanemedio Pramis. Un rey Conan avejentado, melancólico, y solitario tras la muerte de todos sus amigos y protagonistas de entonces; sobre todo sin su querida Zenobia, a quien añora, y recuerda en este episodio cómo la hizo su reina; sin ella, no tiene a nadie… Comentaremos este hecho con la edición española.
Parte 1: Tras un recordatorio de los hechos previos en una doble página excelente, Conan llega a Argos, donde contacta con Publio, el perista de su época como corsario:
Parte 2: A bordo de “El Aventurado”, Conan encuentra entre los remeros a varios de sus antiguos corsarios negros, que se sublevan y ponen a su servicio, tras reconocer en él a Amra, el León.





















































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