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martes, 21 de noviembre de 2023

Tarzán, el cómic

Iniciamos una serie de historietas  protagonizada por Tarzan (Tarzán, en español), personaje creado por Edgar Rice Burroughs en 1912. 
En la historieta que reproducimos no explica en detalle cómo Tarzán de improvisto aprende a escribir, pero son detalles que para los lectores de década del ´50 mucho no importaban.

La historieta Tarzán de los Monos, dibujada por Harold Foster para United Feature Syndicate, empezó a publicarse en varios diarios norteamericanos el 7 de enero de 1929. La historieta, adaptación de la primera novela de Burroughs, se completó el 16 de marzo del mismo año, y Foster rechazó el encargo de adaptar la segunda novela. La tira dominical a página completa comenzó a publicarse el 15 de marzo de 1931 con dibujos de Rex Maxon.
En 1936 llegó la gran oportunidad de Burne Hogarth, cuyo trabajo en la serie introdujo una agitación y dinamismo barroco que era inédito en el resto de historietas de la época. Hogarth se encargó de la página dominical de Tarzán durante un total de doce años, de 1937 a 1945, y de 1947 a 1950.
En 1972, Burne Hogarth regresó al cómic y al personaje que le había dado celebridad con Tarzán de los monos, un libro de tapa dura de gran formato publicado por Watson Guptill en once idiomas, que se considera una de las primeras novelas gráficas. Le siguió, cuatro años más tarde, Jungle Tales of Tarzan (1976), integrando técnicas que no se habían intentado antes como imaginería espacial oculta o negativa con temas de color inspirados en Goethe, para lograr una descripción visual armoniosa.
Tarzán es la actualización del mito del buen salvaje, así como continuador de la rica tradición literaria y mitológica del niño criado por animales, al estilo de Rómulo y Remo o el propio Mowgli, la genial creación de Ruyard Kipling para El Libro de la Selva. Obviamente, por el tiempo que fue creado, es un producto de la visión colonialista de entonces, donde el hombre blanco llega a un entorno desconocido y salvaje, lo hace suyo, y lo domina según su propio estilo moral y de vida occidental. Sin embargo, al contrario que otros personajes como The Phantom o Tintín, que establecen su visión dominante sobre las tierras agrestes, los recursos y los pueblos indígenas, Tarzán se muestra protector de la Naturaleza, en contra de la caza indiscriminada de animales, guardián de los recursos naturales y profundamente respetuoso con las tribus indígenas, siguiendo un incipiente pensamiento  de corte ecologista. 



En 1929, Tarzán llega a los cómics en forma de daily strip, gestionada por el United Features Syndicate y dibujada por el maestro Harold Foster, que adaptaría la primera de las novelas de Burroughs. Foster fue el responsable de la imagen actual que tenemos del hombre mono, pelo moreno corto y taparrabos, imagen potenciada posteriormente por Johnny Weissmuller en su ciclo de películas sobre el personaje para la Metro Goldwyn Mayer. Hasta entonces, Tarzán fue representado en cubiertas de libros e ilustraciones con el pelo largo sujeto con una cinta al estilo Rambo y una vestimenta de piel de leopardo que cubría parte de su torso. Las historietas de Foster, siguiendo su estilo realista, potenciaban más una acción estática, casi contemplativa, centrándose mucho en la descripción anatómica de personajes y animales así como el empleo de densos textos sacados de las propias novelas literalmente, sin apenas globos de diálogo. Algo que no fue muy del agrado de los jefes del Syndicate pero que fue ampliamente aplaudido por los lectores.
Foster dejaría Tarzán en 1937 para centrarse en su obra cumbre, el Príncipe Valiente y fue sustituido por Burne Hogarth, que continuaría la serie hasta 1950. Hogarth dotó a su Tarzán de un estilo que rayaba en el barroco más excesivo, con influencias del marienismo y el expresionismo alemán. Una abigarrada composición de la página que llevó al punto de apodarle como el Miguel Ángel del cómic. Las historietas se adecuaban a este peculiar estilo, ambientándolas en una época misteriosa e indefinida, donde Tarzán se movía entre civilizaciones perdidas y mundos oníricos en muchos casos, con especial preeminencia por vestuarios y decorados de tiempos pasados, como la Roma Antigua o el Bagdad de las Mil y una noches. Hogarth volvería a retomar a Tarzán en 1972 con Tarzan of the Apes, obra que sería posteriormente  catalogada como la primera novela gráfica del noveno arte.
Russ Manning sería el tercer dibujante importante asociado al personaje (por supuesto ha habido decenas más). Dibujó las tiras diarias y las sundays de Tarzán desde 1967 hasta 1978. Manning también dejó su impronta en la serie al ser el autor que todos señalan como el que más fiel se ha mantenido al original literario.  Su principal rasgo es el dinamismo que otorga a sus páginas, centrándose en Tarzán y los personajes en sí y dejando de lado las detalladas descripciones gráficas de paisajes selváticos y los decadentes decorados de las ciudades perdidas que tan excesivamente recreaba Hogarth. El Tarzán de Manning se adecua a los nuevos tiempos con una línea muy limpia, llena de escenas de acción y recreándose también en el lado más familiar del personaje, al presentarnos su relación con Jane Porter y el hijo biológico de ambos, Korak (nada que ver con el Boy de las películas de MGM).



El gran Joe Kubert es otro de los dibujantes que marcaron con su talentoso arte al rey de la selva. En 1972 propuso a DC Cómics adquirir los derechos de la serie para reiniciar la historia del hombre mono desde el principio, aunque manteniendo la numeración histórica. Kubert se hizo cargo tanto del guion, en el que adaptaba varias de las novelas de Burroughs, como del dibujo, dotando a su versión de Tarzán de un tono más fibroso y atlético, así como una composición de páginas dinámicas y acordes al formato comic-book en que se publicaban. Una etapa que se completó en veintinueve números y que supuso un hito en la historia de los cómics. Podéis ver una reseña más detallada sobre Kubert y su Tarzán en el artículo que escribí para exTreBeO hará un par de años.


Por supuesto, otros dibujantes e ilustradores prestaron su talento al rey de la selva en las cubiertas de las diferentes ediciones de las novelas de Burroughs que se han venido realizando, destacando el genial Frank FrazettaJoe JuskoBoris Vallejo, contando además con una colección española dedicada al personaje y editada por nuestro querido Josep Toutain con arte del gran José Ortiz o Alfonso Usero, entre otros.








9 comentarios:

  1. gracias por estos posteados un abrazo

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  2. Genial! Leí ese cómic de pequeño y ha sido un placer volver a encontrarlo. Muchas gracias!

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  3. Yo conoci a Tarzan en el comic con justamente esta historia introductoria dibujada por Russ Maning y se convirtio para mi en el verdadero tarzan, bueh, cosas de gusto no mas, jajaja...luego me di cuenta de que sus historias solo son las "Tiras comicas", sabes tu si hay algo mas de Maning aparte de esas famosas tiras??, gracias y saludos, gran blog...-

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  4. Cuando acabe esta cuarentena, y pueda viajar, volveré a comprar estas historietas en Guayaquil, pues la que tengo, la conseguí por medio de un periódico. La leia de niño, y a mis 52 me sigue gustando, espero que cuando mi hijo aprenda a leer, le guste, pues la mira, y se las leo, o repaso de hoja en hoja. La conservo como reliquia, ya que dejaron de venir desde Mexico a Ecuador hace décadas.

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  5. Gracias por tu trabajo, pero este formato se ha hecho muy incómodo...

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  6. Q tal . Me gustaría ver Tarzan y los hombres hormiga 2. Revistas .novaro

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