El 21 de agosto de 1911, se robo desde el Museo del Louvre la Mona Lisa o Gioconda. Cuadro pintado por Leonardo da Vince y recuperado en 1913.
El 21 de agosto de 1911, el carpintero italiano Vincenzo Peruggia (exempleado del Museo del Louvre) llegó al Museo del Louvre a las 7 de la mañana, vestido con un blusón de trabajo blanco como los utilizados por el personal de mantenimiento del museo, descolgó el cuadro y a continuación, en la escalera Visconti, separó la tabla de su marco, abandonando este último. A continuación salió del museo con el cuadro escondido bajo su ropa, que colocó posteriormente en una valija. Cuando poco después el pintor Louis Béroud entró a la sala para ver el cuadro, notó su ausencia y avisó de inmediato a la policía. El museo permaneció cerrado durante una semana para proceder a la investigación.
Unos años antes el museo había sufrido el robo de otras varias piezas, lo cual hizo suponer a la policía que ambos acontecimientos estaban relacionados. Guillaume Apollinaire y Pablo Picasso se convirtieron en sospechosos puesto que se los había relacionado con la desaparición de unas piezas de escultura del museo, además de por unas declaraciones en las que Apollinaire apoyaba la propuesta formulada por el futurista Marinetti de quemar los museos para dejar paso al nuevo arte. Posteriormente se demostró que ambos eran inocentes. Al mismo tiempo que se realizaban las investigaciones sobre el robo, se capturó al aventurero belga Honoré-Joseph Géry Pieret, quien confesó ser el autor de otro robo acaecido en 1906, pero no del de La Gioconda.
Durante la ausencia de la obra, se batió el récord de visitantes al museo; acudían a apreciar el hueco dejado en la pared por el cuadro que había sido hurtado.
Pintura que se exhibe tras el cristal antibalas en el Louvre.
La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo, tras la captura de Peruggia. El detenido intentó vender el cuadro original al director de la Galleria degli Uffizi de Florencia, Alfredo Geri, quien se hizo acompañar de la policía. Peruggia alegó que su intención era devolver la obra a su verdadera patria, y que él solo era víctima de un estafador; los tribunales de justicia lo condenaron a un año y quince días de prisión que luego redujeron a siete meses y nueve días. Antes de regresar al museo, la pintura se exhibió en Florencia, Roma y Milán.
En 1932, el periodista Karl Decker publicó una información según la cual el autor intelectual del robo habría sido un comerciante argentino llamado Eduardo Valfierno, que habría fallecido en 1931, con el fin de vender seis copias falsas, e incluso proporcionó los nombres de los presuntos coleccionistas estafados, pero la veracidad de este relato no pudo ser probada.
Vandalismo
El 30 de diciembre de 1956, el boliviano Ugo Ungaza Villegas arrojó una piedra contra la Mona Lisa durante una exhibición en el Louvre. Lo hizo con tanta fuerza, que destrozó la vitrina, y desprendió un trozo de pigmento del codo izquierdo. La pintura estaba protegida por un cristal, ya que pocos años antes, un hombre que declaró estar enamorado de la misma, la había cortado con una cuchilla y la había intentado robar. Desde entonces, se instaló un cristal a prueba de balas para proteger a la pintura de nuevos ataques.
Posteriormente hubo otros incidentes. El 21 de abril de 1974, mientras el cuadro estaba expuesto en el Museo Nacional de Tokio, una mujer le arrojó pintura roja, como protesta por la ausencia de accesos al museo para personas discapacitadas. Y el 2 de agosto de 2009, una mujer rusa, aturdida por la denegación de su solicitud de ciudadanía francesa, arrojó una taza de cerámica comprada en la tienda del Louvre, haciéndose añicos contra el cristal. Afortunadamente, el cuadro no sufrió desperfectos en ambos casos.
El 29 de mayo de 2022, un hombre lanzó un pastel al afamado cuadro. Un sujeto con una peluca y aparentemente en silla de ruedas vandalizó el cuadro de la ‘Mona Lisa’, conocida también como la “Gioconda”. De acuerdo al reporte de CNN, el hombre habría saltado de la silla e intentó romper la barrera de cristal que protege la obra de Leonardo da Vinci. No obstante, no logró este cometido.
Acusan a Pablo Picasso por el robo de la Mona Lisa
En la Jungla. En 1911 el robo de la Mona Lisa fue un culebrón de alcance mundial que no se aclararía hasta dos años más tarde. El maestro Pablo Picasso fue sospechoso del robo y llegó a ser juzgado junto a Apollinare.
El 21 de agosto de 1911 -un lunes, con el museo cerrado y un mínimo de seguridad. la Mona Lisa desapareció de las paredes del Louvre. La noticia se convirtió en el culebrón del momento en todo el mundo, se cerraron las fronteras del país y la policía rastreó hasta el último milímetro del país. El cuadro de DaVinci pasó a ser uno de los más emblemáticos del mundo.
Hoy puede ser impensable que un cuadro desaparezca de una de las pinacotecas más importantes del mundo, pero lo cierto es que la seguridad en el Louvre era un chiste, con apenas 150 hombres vigilando 250.000 piezas y sin asegurar los cuadros a la pared. Unos meses antes, un periodista pasó una noche escondido en un sarcófago para mostrar lo lamentables de las medidas de seguridad. (Seguir leyendo)
Vincenzo Peruggia
VER TAMBIÉN:
No hay comentarios:
Publicar un comentario