Si los valores tuvieran tanta importancia como los derechos, creo que el mundo sería un lugar más amable para vivir.
Este breve texto que leí en Facebook nos habla en profundidad sobre lo que debería regir nuestras vidas.
Escuché a mi madre pedir sal a los vecinos, aunque teníamos sal en casa. Le pregunté por qué se la pedía, y me respondió:
"Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero y a menudo nos piden cosas. De vez en cuando les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos. Así se sentirán más cómodos y les resultará más fácil seguir pidiéndonos lo que necesiten".
Y eso es precisamente lo que aprendí de mi madre... ¡fomentemos hijos empáticos, humildes, solidarios y otros valores igualmente importantes!
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