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sábado, 4 de mayo de 2024

Quico, el progre

 

Quico, el progre es una tira de prensa creada por J.L. Martín para El Periódico de Catalunya en 1978, adaptada a serie de televisión del canal autonómico catalán TV3 en 1992. Quico era un hombre que había sido joven, universitario y revolucionario a principios de los años setenta. En los años ochenta ya casado y con hijos, le crece la barriga y se dedica a ganar dinero. La serie es un reflejo de las contradicciones y el desconcierto de toda una generación.​ Las tiras de Quico reaparecieron en 2017 con el nombre de Quico Jubilata.



La tira de prensa "Quico, el progre", y posteriormente adaptada a una serie de televisión por el canal autonómico catalán TV3 en 1992, es un testimonio cultural que captura la evolución y las contradicciones de una generación en un momento crucial de la historia contemporánea. El personaje principal, Quico, representa la transformación de un individuo que pasó de ser un joven universitario revolucionario en los años setenta, a convertirse en un hombre casado y con hijos en la década de los ochenta, dedicado principalmente a la búsqueda de la estabilidad económica.
A través de las viñetas y episodios televisivos, se reflejan las complejidades y dilemas que enfrenta Quico a lo largo de su vida, mostrando cómo las ideologías y aspiraciones de juventud pueden verse modificadas por las responsabilidades y exigencias de la edad adulta. La figura de Quico se convierte así en un símbolo de las tensiones internas y los cambios generacionales que marcaron aquel periodo de transición en la sociedad española.
La reaparición de las tiras de Quico en 2017 bajo el nombre de "Quico Jubilata" sugiere una continuidad en la exploración de los temas y conflictos que rodean la vida del personaje, ahora en una etapa de jubilación. Este retorno nos invita a reflexionar sobre la persistencia de las inquietudes y dilemas a lo largo de la vida de una persona, así como sobre la relevancia perdurable de la obra de J.L. Martín en la representación de la experiencia humana.
En definitiva, "Quico, el progre" es mucho más que una simple tira de prensa o serie televisiva; es un testimonio cultural que nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la existencia, los cambios sociales y la evolución individual a lo largo del tiempo. Su vigencia y relevancia perduran a lo largo de las décadas, recordándonos que las experiencias y dilemas de una generación pueden resonar en otras, trascendiendo el paso del tiempo y manteniendo su capacidad de interpelar y conmover a nuevas audiencias.









































El dibujante José Luis Martín posa con una de las tiras de su nueva serie.
N. de la R. El presente artículo fue publicado en la diario La Razón en enero de 2017. La tira on line se dejó de publicar en 2019.

En enero de 2017 la serie regresó en formato de cómic digital con el título de Quico jubilata.













Quico ya no es progre.
José Luis Martín recupera su mítico personaje convertido en un peculiar jubilado y protagonizando una tira on line.

José Luis Martín recupera su mítico personaje convertido en un peculiar jubilado y protagonizando una tira «on line».
En los años 80, el humorista gráfico José Luis Martín lanzó un personaje que se convertiría en todo un referente de una época y de una manera de mirar la realidad con ironía. Se llamaba Quico el Progre y nacía en forma de tira diaria en las páginas de «El Periódico de Catalunya». Vestido con traje de pana, camisa de cuadros, con gafas y melenudo, representaba un momento y una forma de ver la vida que hoy nos puede parecer un anacronismo. El personaje desapareció en los 90, pero José Luis Martín lo ha recuperado ahora como un jubilado que trata de sobrevivir a los nuevos tiempos, a las nuevas modas y a sus nietos. Es Quico Jubilata y desde hace unos días es el protagonista de una tira en la red (www.quicojubilata.com)
Su creador, en declaraciones a este diario, explicó que tras dejar de ser el editor de la revista «El Jueves», «pensé en realizar una tira dedicada a un mundo tan poco reflejado como el de los jubilados, aquellos que dependen de la agenda de los hijos. Todo desde un punto de vista costumbrista. Dándole vueltas me di cuenta que no tenía que crear a un nuevo personaje. ¿Por qué inventarme a un abuelo si tengo a Quico?»
En su nueva vida, Quico ha perdido pelo y ha ganado barriga. Se casó otra vez con una amante del yoga y sus hijos son buenos representantes de la sociedad actual: un alto funcionario con aspiraciones políticas y una separada antisistema que trabaja con ONG’s. Los nietos, por su parte, son de una hiperactividad total, amantes de las nuevas tecnologías, otro es un etíope adoptado y el mayor es un «ni-ni».
Precisamente las nuevas tecnologías son el vehículo escogido por Martín para que su personaje tenga nueva vida. «Los periódicos te piden una exclusividad que no hay en internet. Quiero ver cómo funciona la serie, especialmente entre los mayores de 60 años que son los que se pueden sentir más identificados con este Quico. Me he dado un tiempo y estaré con la serie hasta el 28 de enero del año que viene, que será cuando cumpla 50 años trabajando. Estaré encantado de comprobar la interacción con los que entren en la web, comunicando si les gusta o si les ha pasado lo que dibujo», comentó el dibujante.
Lo que se encontrará el lector es «una tira optimista filosóficamente. Quiero que quede claro que levantarse por la mañana es fantástico, reforzando la idea de la alegría de vivir porque el mundo puede ser divertido». Lo que sí descarta José Luis Martín es incluir la actualidad porque «prefiero tocar que Quico pierde pelo o se está engordando».
Por otra parte, las tiras tanto las nuevas como las viejas pueden adquirirse en la citada web, una iniciativa con la que se quiere ayudar a financiar el imprescindible portal Humoristan de la Fundación Gin, todo un referente del humor gráfico. (F)


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