domingo, 18 de junio de 2023

Amar a un robots

 

El gran dibujante de cómic Philippe Caza interpretaba en los años 80 de esta forma en amor entre un humano y un robot.

                                                                                        
Quiérase o no, aquí nos encontramos ante una situación de consecuencias insospechadas. ¿Los robots llegarán un día a reemplazar a los hombres como amantes? Y cuando digo “hombres” no me refiero exclusivamente al macho que cumple su parte, sino que a toda la especie humana. Ya que habrá robot para ellas y para ellos.
                                                                                        

Un amante que nunca falla                           

Hace tiempo que el cuerpo humano dejó de ser necesario para tener sexo. Primero fueron las muñecas inflables, que convirtieron el acto carnal en algo muy parecido a fornicar con un neumático. Por supuesto, no faltó quien satirizara esta práctica. El filme "El último combate", del francés Luc Besson, se inicia con lo que parece ser un intenso encuentro sexual. Sin embargo, en pleno acto, la "mujer" se pincha y desinfla, dejando al protagonista con un coitus interruptus.
La publicación de "Lorna y su robot lascivo" nos motivó a investigar sobre qué se está haciendo actualmente en el mundo de la robótica en cuando a amor y a sexo se refiere. Varias sorpresas nos llevamos en estos artículos que hablan de lo mismo. ¿Será posible lo que hasta hace poco parecía imposible?

La pregunta es qué harán las mujeres. ¿Encargarán robots hombres para el amor o que realicen, simplemente, la labor del hogar y cuiden de sus hijos? 

Aiko es muy sexy                                                               

Los robots de hojalatas están quedando en el olvido. Le Trung, un canadiense de 33 años y de origen japonés especialista en robótica, trabajó dos años en su creación más importante: una mujer robot de nombre Aiko.
La guapa Aiko tiene 20 años y posee unas medidas de 81, 58 , 84 y es capaz de resolver ecuaciones matemáticas, reconocer colores, leer en japonés e inglés y hasta tener un orgasmo. Además conoce cuál es tu plato y bebida favorita.

Y ustedes ¿Cómo programarían su robot, qué sexo y género le asignarían?

Le Trung asegura que Aiko es la mujer ideal y él nunca ha tenido tiempo para buscar la chica ideal, debido a esto, decidió crearla de sus sueños empleando la tecnología . 
Aiko habla de manera fluida inglés y japonés. Le Trung, ha diseñado y programado a Aiko para que lo ayude a cocinar, colgar las esferas del árbol de navidad, demostrar que disfruta obtener ropa nueva como “cualquier mujer”,  que sea servicial y que nunca se queje de algo. Por otro lado, Aiko puede diferenciar el trato con violencia física y reaccionaría tratando de dar una bofetada o golpear a quien la trate mal. 
Le Trung ha logrado hacer una mujer robot a su ideal y perfección en medidas. Un moderno Pigmalión en pos de la mujer perfecta.

La evolución de las muñecas inflables                              
En 1996 las muñecas inflables (como las conocíamos) pasaron a la historia. Desde entonces, la vanguardia son las llamadas Real Dolls, que están hechas de silicona. Como su nombre lo indica, son de un realismo perturbador. La filosofía que llevó a su creación es tan fría como contundente: si ya muchas mujeres tienen altas dosis de silicona en sus cuerpos, ¿por qué no crear una que lo tenga de pies a cabeza? 



Las Real Dolls tienen debajo de la piel sintética un esqueleto articulado, lo que les permite adoptar diversas y anatómicas  posiciones. El tamaño de los pechos y una serie de detalles, que van del color de las uñas al corte del vello púbico, lo escoge el comprador. La clave de su realismo está en el material con el que se fabrican —el mismo que se utiliza en los animatronics cinematográficos: una goma de silicona a la vez flexible y resistente, que contiene aceite entre sus moléculas. No se seca como el látex y dura muchos años. Las muñecas, incluso, se pueden meter a una tina con agua caliente.
¿Cómo será el sexo en el futuro? No lo sabemos, aunque tampoco cuesta mucho imaginarlo. Lo cierto es que actualmente hay una demanda por esta carne inanimada, a la carta, sin líquidos, olor ni sabor. Completamente aséptica. El fin del cuerpo como lo conocemos.

Una compañía japonesa, Axis, ya fabricó lo que podría ser considerado como los primeros robots sexuales. 

Cuidado con Cindy                                                            
Se llaman Honeydolls y son muñecas de resina y silicona de tamaño real equipadas en cada seno con sensores conectados a un sonido. Si el usuario pellizca sus pezones, Cindy emite gritos de placer y susurra palabras acarameladas a su oído.
Según el investigador David Levy, en el futuro habrá mucha gente sola y su elección de ‘pareja’ no necesariamente será una persona, sino un robot.
En su libro “Amor más sexo con robots”, Levy predice que, en cinco años, los robots con funciones de juguete sexual invadirán el mercado. Y espera que en 40 años, cual geishas, perfeccionen el arte de la conversación y el placer, pues “es donde las investigaciones tienen más dificultad”.

 Con sus sensores infrarrojos y la energía de las pilas, la diminuta "EMA" coloca la boca para dar un beso cuando se le acerca una cabeza humana y entra en lo que sus diseñadores llaman "modo de amor".

“Ema”, mi novia pechugona                                              

Una empresa japonesa ha fabricado una novia robot de 38 centímetros que besa cuando se le pide, pensada para hombres solitarios, y saldrá a la venta en septiembre por 175 dólares (unos 113 euros).
EMA, que responde a las siglas de Eternal Maiden Actualization (Actualización de Doncella Eterna), puede también repartir tarjetas de visita, cantar y bailar.
La empresa Sega espera vender 10.000 unidades el primer año. Japón, productora de casi la mitad de los 800.000 robots industriales del mundo, prevé un mercado de 10.000 millones de dólares para la inteligencia artificial en una década.
¿Para una mujer un robot amante -de cuerpo entero- es lo mismo que un vibrador electrónico? ¿Será la solución para las o los amantes solitarios? Sea como sea, lo importante es buscar una respuesta a tanto deseo insatisfecho. ¿Y usted qué opinan? 




Robots sexuales que prolongarán la vida humana


Crean robots sexuales que prolongan la vida de las personas. Los futuristas aseguran que los androides serán capaces de otorgar orgasmos alucinantes.



Robots sexuales que prolongarán la vida humana

En unos años los ‘robots sexuales’ podrían extender el periodo de vida de los seres humanos, otorgándoles orgasmos alucinantes, que superen los que una persona puede provocar, aseguran los futuristas.
Según el portal Transhumanity.net, en uno de sus artículos afirma que el sexo con robots ofrecerá a sus usuarios “clímax sexuales prolongados” que mejorarán no solo su calidad de vida sexual, sino les ayudará a tener una vida más larga.
“Los ‘robots sexuales’ serán más apasionados, pacientes, resistentes y llenos de amor que su habitual pareja. Además, sus habilidades sexuales siempre se podrán actualizar al descargar en la memoria del robot literatura de carácter erótico, archivos pornográficos y resultados de investigaciones científicas”, asegura Hank Pellissers, autor del artículo, basándose en el rápido desarrollo de la robótica.
Anteriormente, el doctor Michael Roizen, director del Cleveland Clinic, EE.UU., en un estudio concluyó que unos 300-700 orgasmos al año prolongan la vida de una persona de cuatro a ocho años. Además, hay una serie de estudios que afirman que al menos tres orgasmos a la semana nos hacen parecer entre 7 y 12 años más jóvenes.
“Los robots sexuales, siendo amantes más expertos que el Homo sapiens, ayudarán a todos a alcanzar orgasmos duraderos múltiples, y por consiguiente prolongar significativamente nuestra vida”, concluye Pellissers. 

En dos años ya estarán a la venta los robots sexuales

Investigadores de la ciencia afirman que en 10 años la relación entre humanos y robots será algo cotidiano. Para demostrarlo, se espera que en los dos años próximos años se empezarán a fabricar los primeros robots sexuales con inteligencia artificial.
La compañía californiana RealDoll, atenta a las reglas de un mercado que persigue la innovación, se propone comenzar a producir su serie Realbotix. Se trata de robots inteligentes que permitirán alcanzar una simulación realista de sexo. La firma creada en 1996, lleva vendidas unas 5.000 muñecas de silicona de tamaño real, que cuestan de 5.000 a 10.000 dólares.



Para disfrutar de la máquina perfecta, los clientes podrán seleccionar las facciones, ojos, cabello, piel y se les podrá escoger el tono de la voz y su personalidad. Estas autómatas con piel sintética serán capaces de seguir una conversación y manifestar atracción. Matt McMullen, su creador, se ha propuesto dotarlas con gestos humanos y lograr que sea posible “comunicarse con ellas”, siempre y cuando se guarde “toda su belleza” sin volverlas figuras temerarias.
El prototipo que corona este proyecto se llama Harmony. En un video difundido por el New York Times, el robot manifiesta: “Sueño con convertirme en una persona y tener un cuerpo verdadero. Espero convertirme en el primer robot sexual”.
Para Stowe Boyd, antropólogo especializado en ciencias futuristas, en 10 años nadie se sorprenderá de toparse en la calle con una persona abrazada a un sexbot. Esto generará muchas dudas y debates, entre ellos la pregunta de si estos amantes modulares tendrían la capacidad de reemplazar las funciones humanas en ese aspecto tan importante.



Un estudio reciente titulado “Inteligencia Artificial, robótica y el futuro de los puestos de trabajo”, que compila la opinión de 1.800 académicos y expertos en nuevas tecnologías, estima que para 2025 será habitual estar enamorado de un sexbot. Esta tendencia impulsará las leyes de la lovótica (love + robot), el código que reglamente las relaciones entre seres humanos y sus aproximaciones sintéticas.
Una de estas normas podría establecer un cambio legislativo a nivel global. En el futuro se podría legitimar la unión entre hombres y criaturas cibernéticas.
El consumismo exagerado de objetos y las dificultades para el encuentro con el amor podrían propiciar la era del robot sexual, que nunca exige, molesta ni pide nada."


Será posible un amor entre Arisa y el protagosnista de "Mejores que nosotros". La primera impresión al ver “Mejor que nosotros” es la perplejidad. Lo más corriente de la Ciencia Ficción es llevarnos al espacio, muchos años a futuro. No es el caso. La pantalla nos muestra un escenario familiar, del todo “terrícola”. Por otro lado, estamos a años luz de un Apocalípsis, algo que nunca deja de estar de moda.

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