El 1 de abril de 1944, en Suiza, los aliados bombardean "por error" la ciudad de Schaffhausen.
2 de abril de 1982
El Día del Veterano se celebra ya que el 2 de abril de 1982, la dictadura militar argentina inició el desembarco de tropas en las Islas Malvinas, que fueron usurpadas por Inglaterra en 1833. Esta defensa del territorio fue una estrategia de la dictadura para cubrir la crisis social y económica que vivía el país, además del terrorismo de estado que practicaba el gobierno de facto.
El conflicto bélico finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Se considera que la derrota militar aceleró el fin de la dictadura.
Finalmente, el 22 de noviembre de 2000 el gobierno nacional estableció el 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.
3 de abril de 1882
El 3 de abril de 1882: en los Estados Unidos es asesinado Jesse James, el bandido más famoso del Oeste, tras 16 años de persecución.
4 de abril de 1920
El 4 de abril de 1920, en Jerusalén, grupos armados de palestinos, incitados a la violencia por los líderes nacionalistas árabes, atacan durante tres días a la población inmigrante judía (pogromo de Jerusalén). Mueren 12 civiles y son heridos 250. Debido a la tardía respuesta de contención de la autoridad militar británica, los judíos deciden crear su propia fuerza de defensa: la Haganá.
Los disturbios de Nabi Musa de 1920, también conocidos como disturbios de Jerusalén de 1920 o pogromo de Jerusalén, tuvieron lugar en la parte británica del Territorio Enemigo Ocupado (OETA en sus siglas inglesas, que se convertiría en breve en el Mandato Británico de Palestina) entre el domingo 4 y el miércoles 7 de abril de 1920 en la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus alrededores. Cinco judíos y cuatro árabes murieron como resultado de los disturbios y cientos más resultaron heridos.
Los disturbios reciben su nombre de la festividad de Nabi Musa, con la cual coincidieron, que tenía lugar anualmente durante la Semana Santa, durante una época de creciente tensión entre las comunidades árabe y judía. Los hechos tuvieron lugar poco después de la Batalla de Tel Jai y en el contexto de la presión cada vez mayor ejercida sobre los árabes nacionalistas de Siria durante la Guerra Franco-Siria. Algunos líderes religiosos árabes pronunciaron discursos durante el festival (en el que multitud de musulmanes se reunían tradicionalmente para realizar una procesión religiosa), que incluían consignas aludiendo a la inmigración sionista y a los enfrentamientos previos en torno a las aldeas judías en Galilea. El motivo que hizo que la procesión se convirtiese en una revuelta no está claro del todo; algunas pruebas parecen indicar que hubo provocaciones sionistas, pero también es posible (aunque no fueron documentados) que fueran actividades árabes las que desencadenaran los disturbios. (W)
El 5 de abril de 1794, en París (Francia) guillotinan a Georges-Jacques Danton, líder de la Revolución francesa.
El 7 de abril de 611, el rey maya Uneh Chan de Calakmul saquea la ciudad-estado rival Palenque en el sur de México.
El 8 de abril de 1271, en Siria, el sultán Baybars conquista el castillo de los Hermanos Hospitalarios de San Juan, hoy conocido como Krak de los Caballeros.
El 10 de abril de 1912, el transatlántico Titanic sale del puerto de Southampton (Reino Unido) con destino a Nueva York (Estados Unidos).
El 16 de abril de 1995, en Pakistán es asesinado a balazos el niño Iqbal Masih (12), símbolo de la lucha contra la esclavitud infantil.
El 28 de abril de 1945, en Alemania ―en el marco de la Segunda Guerra Mundial― el ejército soviético vence al ejército alemán en la batalla de las Colinas de Seelow, en la última acción defensiva de los nazis en el Frente Oriental antes de la batalla de Berlín.
La Batalla de las Colinas de Seelow fue la última acción defensiva en el Frente Oriental antes de la Batalla de Berlín entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética, que trajo como consecuencia directa la ruptura de la última línea de defensa previa a la ofensiva del Ejército Rojo sobre la capital del Reich.
Hasta el inicio de 1945 el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde agosto de 1944 tras las consecuencias de la Operación Bagration. Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría. De esta manera el llano polaco fue abierto al Ejército Rojo.
Los comandantes soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945. Durante 3 días, con un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew y desde Varsovia. Después de cuatro días de lucha el Ejército Rojo logró vencer la resistencia alemana y comenzó a moverse hacia el oeste, recorriendo hasta 40 kilómetros por día, tomando los estados bálticos, Dánzig, Prusia Oriental, Poznan, trazando un nuevo frente a solo sesenta kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Óder.
Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo de Ejércitos Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permitió al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Oder. Mientras tanto en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallaron y finalmente la ciudad cayó ante los soviéticos el 13 de febrero. A pesar de que la derrota era inevitable Hitler seguía ordenando contraataques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables. A comienzos de 1945, Hitler ordenó una ofensiva en Hungría para recuperar los pozos de petróleo al sur de Budapest, y formar una barrera contra los soviéticos al oeste del Danubio, para proteger a Viena del embate soviético. Conocida como Ofensiva del Lago Balatón; cuyo nombre en clave era Unternehmen Frühlingserwachen, en español Operación Despertar de Primavera, fue un desastre desde la planificación. De hecho, Hitler esperaba que la ofensiva alemana avanzara entre 30 y 50 kilómetros hasta el río Danubio, que destruyera al III Frente Ucraniano (tres veces mayor que las fuerzas germanas que lo atacarían, mayormente tropas de las Waffen SS) y que después esas mismas fuerzas hicieran retroceder al II Frente Ucraniano al norte de la capital húngara. El 30 de marzo los soviéticos entraron a Austria y el 13 de abril tomaron Viena.
A pesar de que la producción militar alemana había caído a niveles desesperantes y las reservas de combustible eran más que insuficientes, las tropas alemanas peleaban con mayor fiereza que nunca y por diversas razones. El fanatismo nacionalista y anticomunista, la humillación que suponía una rendición incondicional y los millones de refugiados que iban a ser capturados por los soviéticos eran las principales razones que tenía el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo. De esta manera la ofensiva hacia Berlín resultaba más lenta de lo que a Stalin le gustaba. Además la negativa de Hitler a abandonar la capital del Reich obligaba a los generales alemanes a defenderla a todo costo, ya que habían hecho un juramento de lealtad al Führer, el cual también había ordenado no evacuar la ciudad.
Stalin por su parte, hacía creer al máximo jefe de las tropas del Frente Occidental, el general estadounidense Dwight D. Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín era una distracción para una real ofensiva sobre Dresde y que la última guarida de los nazis estaba indudablemente en Baviera cuna del nacionalsocialismo y en el Alpenfestung (fortaleza alpina), en vez de en Berlín.[cita requerida] Al mismo tiempo Stalin instaba a los generales Zhúkov y Kónev a tomar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi de la capital. Durante un tiempo los estadounidenses planearon enviar paracaidistas sobre Berlín para capturar la urbe, pero Eisenhower (y el mando militar de los EE. UU.) no tenía deseos de sufrir bajas para capturar una ciudad que quedaría irremediablemente enclavada en la zona de ocupación soviética según la Conferencia de Yalta. Asimismo, para el gobierno de EE. UU. era mucho más importante en ese momento la Guerra en el Pacífico contra Japón. (W)
El 29 de abril de 1945, en su búnker de Berlín, Adolf Hitler se casa con Eva Braun (se suicidarán al día siguiente) y designa como su sucesor al almirante Karl Doenitz.
Desde Benito Mussolini con Clara Petacci, hasta Iósif Stalin con Nadezhda Alilúyeva. Si algo ha demostrado la historia, es que incluso los líderes más crueles tienen derecho a encontrar el amor. Por ello, y como no podía ser de otra forma, Adolf Hitler no iba a ser una excepción a pesar de estar considerado como uno de los asesinos más crueles conocidos hasta el momento. Su «media naranja» no fue otra que Eva Braun, una mujer controvertida con quien decidió casarse en la madrugada del 28 al 29 de abril de 1945 bajo el replicar de las bombas que, de forma metódica, hacían llover los lanzacohetes múltiples «Katyusha» y la artillería de campaña soviética.
El desenlace de los felices esposos, no obstante, fue incluso más trágico que su boda.
Y es que, decidida a compartir el destino del «Führer», Braun se suicidó junto a su esposo en una de las estancias del «Führerbunker» (el refugio ubicado tras la Cancillería). Así pues, Adolf Hitler -con 56 años- y Eva Braun -con 33- se marcharon al otro mundo de la misma forma en la que habían vivido sus últimos días en este: unidos. Su muerte, sin embargo, supuso un respiro para los aliados, pues hizo que las desmoralizadas tropas de la « Wehrmacht» y de las «SS» capitularan dando así por finalizada la batalla de Berlín.
Eva Braun vino al mundo el 6 de febrero de 1912 en Múnich (Alemania). Hija de padres católicos, no pasaron muchos años hasta que fue enviada a un colegio de monjas. «Los Braun habían tomado por costumbre enviar a sus hijas al convento para completar allí su educación. En Baviera, ninguna chica se convierte verdaderamente en una dama si antes no pasa por una de esas instituciones especializadas donde las jóvenes aprenden una profesión, además de ciertos convencionalismos sociales», explica el escritor e investigador Nerin E. Gun en su libro «Hitler y Eva Braun, un amor maldito».
El convento
Tras abandonar el convento, y con apenas 17 años, esta alemana decidió cambiar drásticamente su porvenir y optó por cursar estudios en mecanografía y, posteriormente, por entrar a trabajar por un sueldo ínfimo en el taller del fotógrafo personal de Hitler. Allí fue donde conoció al futuro «Führer» en 1929, un hombrecillo que –por entonces- empezaba a despuntar pero que todavía no había alcanzado el poder que adquiriría en 1933 (cuando fue nombrado jefe del Gobierno alemán tras las reglamentarias elecciones). Días después, Eva envió una carta a un familiar calificando a ese hombre como un «señor de cierta edad con un gracioso bigotillo». Cupido acababa de clavar su flecha.
Hitler, por su parte, correspondió a los deseos de esta joven 20 años menor que él y ambos empezaron a verse. Así, poco a poco la relación fue cuajando hasta que, antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, ambos formalizaron su amor. Los siguientes años fueron perfectos para la pareja, que vio acompañado su romance de las continuas victorias del ejército nazi sobre sus enemigos en media Europa. El dinero, además, entraba a por doquier, por lo que el «Führer» podía dar todos los caprichos a su novia (entre los que se incluían sus largas estancias en los Alpes Bávaros).
Sin embargo, al igual que sucedería con Mussolini y Stalin, su amor estaba destinado a acabar en tragedia, una tragedia que llegó cuando a los alemanes no les quedó más remedio que huir con el rabo entre las piernas de la U.R.S.S. y empezar a replegarse hasta llegar a la capital del Reich. Finalmente, fue en las dos últimas semanas de abril cuando, rodeados por las tropas soviéticas y bajo el fuego de la artillería, esta pareja selló su amor contrayendo matrimonio entre los muros de hormigón del «Führerbunker» un día antes de suicidarse. (Seguir leyendo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario