martes, 16 de julio de 2024

El primer contacto con extraterrestres según Robert A. Heinlein (4)

 


Es innegable que la ciencia ficción ha tenido un impacto significativo en la imaginación y las expectativas de la humanidad en lo que respecta a los posibles encuentros con formas de vida extraterrestre. Dentro de este vasto género literario, la obra del reconocido autor estadounidense Robert A. Heinlein ha sido particularmente influyente en explorar las implicaciones y repercusiones de dicho encuentro.


Cuarta entrega


Robert Anson Heinlein (1907 - 1988) 


Robert A. Heinlein y el primer contacto extraterrestre


En sus diversas obras, Heinlein ha abordado la temática del primer contacto con seres de otros mundos de una manera especulativa y detallada. Uno de los aspectos más destacados de su visión es la idea de que tal encuentro tendría profundas consecuencias en la sociedad humana, tanto a nivel individual como colectivo.
En primer lugar, Heinlein plantea que el descubrimiento de la existencia de civilizaciones extraterrestres tendría un impacto significativo en las creencias y sistemas de valores de la humanidad. Según el autor, el reconocimiento de que no somos los únicos seres inteligentes en el universo obligaría a replantearnos nuestro lugar en el cosmos y a cuestionar algunas de nuestras concepciones más arraigadas sobre la naturaleza de la vida y la inteligencia. Esto, a su vez, podría conducir a profundos cambios en ámbitos como la religión, la filosofía y la organización social.


Asimismo, Heinlein prevé que el primer contacto tendría implicaciones políticas y geopolíticas de gran magnitud. La revelación de la existencia de tecnologías y conocimientos extraterrestres, muy probablemente superiores a los nuestros, plantearía enormes desafíos en términos de seguridad nacional, competencia por recursos y liderazgo global. Según el autor, esto podría generar tensiones y conflictos entre las naciones, a la vez que obligaría a la humanidad a replantearse su papel en el escenario cósmico y a buscar formas de cooperación y coordinación a escala planetaria.
Por otro lado, Heinlein también explora las repercusiones psicológicas y sociales que tendría el contacto con seres de otros mundos. Según el autor, el encuentro con formas de vida y culturas radicalmente diferentes a las nuestras podría generar una profunda conmoción y desorientación en los individuos y en la sociedad en general. Esto implicaría la necesidad de adaptarnos a nuevas realidades, de ampliar nuestros marcos de referencia y de reexaminar nuestras propias identidades y certezas.



Los científicos advierten: el primer contacto con extraterrestres podría acabar en genocidio

Este año 2023 parece que está siendo el año del alien. Si nos remitimos a las pruebas, no dejan de publicarse testimonios y novedades sobre el posible contacto con extraterrestres. Y como todo apunta a que el contacto es inminente, los científicos quieren avisar: es muy posible que el encuentro se convierta en un auténtico genocidio.
Hasta ahora, en teoría, nunca hemos tenido contacto con extraterrestres. Pero si estudiamos este fenómeno que todo el mundo espera con impaciencia y lo comparamos con tiempos del pasado en los que distintas civilizaciones se enfrentaron, las previsiones que podríamos llegar a hacer no serían optimistas. Desde el Centro de Investigación SETI de Berkeley tienen algunas cosas que decir al respecto.



No queremos ser genocidas
La idea estaba sobre la mesa y lo que querían hacer estos científicos era estudiar el pasado para concretar las previsiones de lo que podría ocurrir. Para ello, se han analizado multitud de casos y registros históricos en los que se ha producido el encuentro entre distintas civilizaciones a lo largo y ancho del planeta. Sí, ha sido entre humanos, pero entre humanos que desconocían todo unos de otros, así que, de cierta manera, se pueden encontrar paralelismos con el primer encuentro extraterrestre.
Insisten en fijarse en ejemplos como los del viaje de James Cook, que en 1768 recibió las órdenes de una prestigiosa sociedad británica de explorar el mundo. Su objetivo principal era calcular la distancia que existía entre el Sol y la Tierra. Y ese objetivo científico es lo primero que le movió, pero después se añadieron segundas órdenes, como reclamar todo el territorio que fuera posible. Lo que pasó después demuestra que hay que planificar mucho un contacto con una nueva civilización para evitar caer en el genocidio.

Nos exponemos a graves errores
El plan original de Cook y las órdenes que seguía eran las de no dañar a nadie. No obstante, cuando hay muchas personas de por medio, cualquier pequeño suceso puede desencadenar una serie de efectos que, como fichas de dominó, irán provocando más y más situaciones. En el pasado, el viaje de James Cook cambió la historia y provocó una serie de batallas y actos que la humanidad ha condenado a lo largo de generaciones.
Los científicos avisan, en su estudio publicado en The Conversation, de cómo algo así podría volver a ocurrir en el contacto extraterrestre si no se toman buenas decisiones y si no se establece una forma correcta de actuar. Solicitan a los gobiernos que se pongan de acuerdo sobre la manera en la que se actuaría en este tipo de caso y hablan acerca de quién debería estar al frente del primer contacto. No obstante, reconocen que es complicado.
Saben que las empresas y corporaciones que exploran el espacio tienen muchas posibilidades de ser las primeras en hacer contacto. Resulta lógico, porque son las que están haciendo los viajes y las que ponen muchos de los satélites en órbita. Pero, al mismo tiempo, que ellas se ocupasen del contacto en representación de la humanidad, no sería lógico. Por su lado, las fuerzas militares de Estados Unidos vigilan los cielos y son las que han grabado muchos de los encuentros con supuestos OVNIs. Pero su posición está alejada de lo que podría ser el primer contacto. La NASA, por su parte, lleva la voz cantante en lo que se refiere a programas dirigidos a enviar mensajes fuera del planeta a fin de intentar que alguien los reciba.
Pero, aunque sería lógico que la NASA también se ocupase de su recepción o de la vigilancia en la recepción de mensajes, de ello se ocupa el SETI. Este programa se ocupa de analizar el espacio, de escucharlo y de intentar buscar señales o mensajes. Se encuentra formado por científicos de todas las disciplinas y expertos de todo tipo que pueden utilizar recursos que la NASA no se podría permitir invertir. Ellos son, en cierta manera, los que posiblemente primero hagan el contacto.
Por ello, desde Berkeley están instando a todos los científicos a ser conscientes de lo que puede suponer el primer encuentro con extraterrestres y han invitado a participar a muchos expertos en estudios indígenas. Se intenta evitar repetir los errores del pasado y, sobre todo, no causar una guerra que pudiera poner a la especie humana en una situación de riesgo.
Pero dicen estos científicos que quizá ya estemos cometiendo errores. Por ejemplo, critican que el SETI esté «escuchando» de forma constante y reconocen que este programa de escucha se trata de algo que puede atentar contra las libertades de las sociedades alienígenas. Creen que la humanidad debería reconocer que el proceso de contacto extraterrestre comenzó desde el primer momento en el que comenzaron a escuchar. Y también opinan que, hacerlo de esta forma, sin permiso, podría desencadenar en que esas civilizaciones extraterrestres nos miren con malos ojos.
No obstante, habría que plantearse si estos científicos y académicos no están yendo demasiado lejos en sus suposiciones, más cuando es posible que esos mismos alienígenas a los que estaríamos espiando «sin permiso» (y este concepto es bastante debatible), podrían habernos estado haciendo visitas «no autorizadas» con sus platillos volantes desde hace décadas. (F)

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