El 24 de febrero de 2022 será recordado como el día en el que las fuerzas armadas de la Federación Rusa cruzaron la frontera ucraniana con la intención de comenzar lo que Vladímir Putin llamó “operación militar especial”. Aunque se pensaba que esta guerra encubierta iba a durar pocos días -líderes afines al Kremlin como Lukashenko así lo afirmaron en televisión- y ejércitos como el del totalitario, homófobo y machista Ramzan Kadirov se unieron a la causa previendo una victoria fulminante, el paseo militar de Rusia se ha convertido en una pesadilla. Desde el comienzo de la invasión, los números dan la espalda a la sinrazón de Putin: la mayoría de las unidades de spetsnaz, lo mejor del ejército ruso, no están operativas o sus pérdidas las hacen poco o nada efectivas en combate; el Grupo Wagner, el sanguinario ejército comandado por Yevgueni Prigozhin (qepd), ha sido arrasado en la batalla por Bajmut; los carros de combate rusos han sufrido pérdidas inasumibles, obligando a movilizar tanques T-54 de fabricación soviética; y la poca utilidad de los kadirovitas en combate y sus constantes peleas con el ejército regular ruso han hecho que su papel se reduzca al de fuerzas de represión en los territorios temporalmente ocupados. Y esto es solo un botón de la debacle de esta campaña bélica que ha provocado que la comunidad internacional activase una interminable lista de sanciones que está dañando la economía y la solvencia del país agresor.
Ucrania comparte una caricatura de Hitler junto a Putin (Días antes de iniciarse el conflicto)
La cuenta de Twitter de la nación ucraniana compartió un tuit en el que se podía ver la caricatura de Adolf Hitler haciéndole un cariño a Vladimir Putin. Una imagen que causó un gran revuelo a nivel internacional, donde se generó un debate acerca de compartir este tipo de imágenes en una situación como la que se estaba viviendo: "No soy un experto en conflictos internacionales... pero estoy bastante seguro de que los memes no son el camino a seguir cuando estás siendo invadido", expresó Zelenky.
Aseguran los medios de comunicación que no existe un conflicto armado más documentado que el que se está librando en Ucrania: a los ya conocidos reporteros de guerra se le suma una incesante pugna propagandística por parte de los dos bandos -Occidente y Rusia- para ostentar la hegemonía del relato. Por supuesto, el periodismo ciudadano hace su parte, registrando vídeos donde pueden verse como son bombardeados objetivos civiles ucranianos con misiles de crucero o armas químicas como las de fósforo blanco. Como esta guerra también se libra en redes sociales, se han popularizado canales de Twitter y de Telegram donde, entre otros contenidos, se difunden vídeos explícitos grabados por militares donde se muestran decapitaciones, castraciones o ejecuciones de prisioneros de guerra. Desmoralizar al enemigo y denunciar los abusos del agresor, este es el objetivo de estas plataformas a las que debe accederse con la prudencia y mentalidad crítica para no caer en la campaña de desinformación que lideran algunos sujetos irrelevantes pero que han encontrado su minuto de gloria al recrearse en la desgracia del pueblo ucraniano.
Aunque los aliados de Ucrania no cuentan con personajes tan extravagantes para defender su posición en el conflicto, si existe una palpable unanimidad en los medios de comunicación occidentales. Excluyendo a los canales afines o financiados por el Kremlin, donde se critica con poco rigor y mucho fanatismo la postura de los países en los que están instalados -no existen ejemplos a la inversa porque en Rusia, China o Chechenia no hay libertad periodística-, la condena a la invasión rusa es común y se extiende a todos los géneros informativos, incluyendo la viñeta de prensa.
Esta exposición, que no oculta su enfoque occidentalista y defiende con respeto la soberanía del pueblo ucraniano, analiza cómo los periodistas gráficos de todo el mundo han abordado el primer año de la Guerra de Ucrania con ilustraciones que son muy críticas con una invasión que fue negada por activa y por pasiva por Putin y sus voceros. El trabajo de estos artista retrata con contundencia el coraje del pueblo y las fuerzas armadas de un país que no solo no cayó en pocos días -¿qué ha sido de la blitzkrieg rusa?-, sino que ha conseguido expulsar al invasor de territorios como Jersón o Járkov y amenaza con recuperar la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014. Esta sucesión de viñetas no solo ordena cronológicamente esta agresión ilegal, sino que narra la progresiva degradación del que hasta ahora era conocido en el argot militar como el “segundo mejor ejército del mundo”, denuncia los cambios discursivos del Kremlin a medida que las derrotas se han ido encadenando y retrata el cambio geopolítico provocado por la insensata decisión de Putin, que nos ha llevado a todos a sufrir una nueva guerra en suelo europeo.
Texto de Lucas Morales Domínguez,
Director de la Fundación Cine+Cómics
¿Estamos en el siglo XXI o en el XIX?
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