lunes, 19 de agosto de 2024

Tu retrato podría estar en un museo

 


Antes que existiera una app que busca tu parecido en una obra de arte, podías vivir la experiencia de un modo más personal y divertido. Era cosa que alguien te dijese: "Fui al museo y encontré un retrato igual ti". Y partías para allá para comprobar que tan así podía ser. Y de esas experiencias han quedado algunos impactantes testimonios.



El concepto de arte ha evolucionado a lo largo de los siglos, transformándose en un espejo de la sociedad, la cultura y, especialmente, de la identidad personal. Uno de los fenómenos más intrigantes que ha acompañado a esta evolución es la idea de que nuestras características físicas y, a menudo, nuestra esencia misma podrían estar reflejadas en el arte que nos rodea. La premisa de que "tu retrato podría estar en un museo" ha cautivado a generaciones, generando un sinfín de anécdotas y experiencias que enriquecen nuestra relación con el patrimonio artístico.
Antes de la era de las aplicaciones que prometen encontrar similitudes entre nuestra imagen y obras maestras, el descubrimiento del propio retrato en un museo se basaba en la interacción humana. Esta experiencia, cargada de una carga emocional y personal, invitaba a las personas a participar en un juego fascinante. Cuando un amigo o familiar compartía la revelación de que había visto un cuadro que recordaba a alguien, despertaba en el oyente un profundo deseo de comprobarlo. Ese impulso los llevaba a recorrer los pasillos de galerías y museos, en busca de la pintura que podría reflejar su ser.
Las historias que emergen de estas búsquedas, muchas veces, son verdaderamente memorables. Testimonios de personas que, al encontrarse con un retrato que se asemejaba a ellos, no solo se sentían como parte de la obra, sino que también experimentaban una conexión temporal que trascendía el espacio del museo. Algunos relataban momentos de epifanía, sintiéndose capturados por la mirada de un retrato que parecía conocer sus secretos más íntimos. Para otros, el encuentro se convertía en un hito —una oportunidad para reflexionar sobre su identidad y su lugar en la historia del arte.
Este fenómeno también pone de relieve la importancia de la propiedad cultural y la forma en que el arte puede actuar como un vehículo para el auto-descubrimiento. Los museos, como custodios de la cultura, ofrecen un escenario donde cada individuo puede reconocerse y representarse a través de las obras que las diferentes épocas y estilos han dejado como legado. La búsqueda personal de estas similitudes no solo enriquece nuestra experiencia cultural, sino que también fomenta un sentido de pertenencia al colectivo humano.
La experiencia de encontrar "tu retrato" en un museo se va despojando de la simple curiosidad, convirtiéndose en una reflexión sobre nuestra historia personal y cultural. Indudablemente, en una era donde la tecnología ha hecho que muchas experiencias sean instantáneas y, a veces, superficiales, es valioso recordar la magia de las instancias personales y el significado que el arte puede aportar a nuestras vidas. Al final del día, el verdadero arte está en cómo nos conectamos con él y, especialmente, en cómo nos vemos reflejados en sus invaluables imágenes.






















Los parecidos encontrados por la aap

Una app de Google que encuentra tu retrato en un cuadro de los principales museos del mundo está arrasando en redes sociales. Los parecidos son sorprendentes.

Sus aplicaciones son infinitas, pero también pueden servir para hacernos pasar un rato divertido. ¿Quieres saber si tu retrato está colgado en un museo? ¿Es posible que un pintor famoso como Velázquez o Miguel Ángel pintase un clon tuyo hace 500 años, y no te habías enterado?

La app Google Arts & Culture ha puesto en marcha un curioso experimento. Tan solo tienes que hacerte un selfie con la app, y un software de inteligencia artificial buscará tu rostro en docenas de miles de cuadros que almacena en su base de datos. El resultado puede ser impactante: ¿Es esta la prueba de que en el futuro viajaremos en el tiempo, al pasado?:

La inteligencia artificial de Google Arts & Culture es capaz de interpretar no solo la forma del rostro, sino también rasgos y características que no son fáciles de apreciar a simple vista. Sistemas similares están siendo usados por los estudios cinematográficos para encontrar parecidos entre actores y personalidades famosas. 

Claro que esta inteligencia artificial que busca tu rostro en un cuadro aún no es perfecta, y a veces el resultado, aunque correcto, no gusta mucho a los autores del selfie:







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