La tripulación estaba compuesta por tres cosmonautas: Viktor Patsayev, Georgi Dobrovolski y Vladislav Volkov.
Regresaron a la Tierra a bordo de la Soyuz 11 en 1971. Cuando se abrió la cápsula los tres estaban muertos con una sonrisa en sus labios.
FUENTE
El 30 de junio de 1971, la nave espacial soviética Soyuz 11 empezó a preparar su sistema de aterrizaje automático. La nave regresaba a la Tierra después de permanecer 24 días en el espacio.
El último dialogo entre los cosmonautas fue normal: "Aquí Yantar (habla Dobrovolski) todo va perfectamente a bordo. Estamos en plena forma. Preparados para el aterrizaje. Puedo ver la estación. El sol brilla". Y Vólkov, riendo, agregó: "A punto de reunirnos, preparen coñac".
Los controles en Tierra le contestaron: "Hasta dentro de poco Yantar. Pronto nos veremos en la Patria. Inicio de la maniobra de orientación".
Un misterio que lleva 51 años
Todo iba muy bien, pero un par de minutos después comenzó un misterio que lleva 51 años y no encuentra respuestas certeras.
Al atravesar la ionosfera y con la nave aterrizando correctamente, ya no se escuchó más a los astronautas. El sistema de paracaídas se activó a la hora estimada, los motores de aterrizaje suave se encendieron y el vehículo aterrizó en el lugar especificado.
Los tres cosmonautas no llevaron trajes espaciales.
Los técnicos fueron a abrir la escotilla de la nave. No escuchaban sonidos dentro. Cuando abrieron, vieron a los tres tripulantes sonriendo, pero ninguno de ellos saludó.
Los sacaron de la nave creyendo que estaban desmayados, pero a pesar de la respiración boca a boca y los masajes cardíacos nada se pudo hacer. Los tres estaban muertos.
Allí comenzó el misterio que se basa en una sola pregunta: ¿cómo murieron los tres astronautas y porqué lo hicieron sonrientes?.
Una hipótesis habló de descompresión. Pero no podía ser: la autopsia no reveló hemorragias internas. Otra teoría dijo que sufrieron una trombosis o un shock que produjo un paro cardíaco. Pero no: hubieran quedado tirados sobre el suelo y sin esa sonrisa en sus labios.
Muchas preguntas y pocas respuestas
Los técnicos revisaron la nave y comprobaron "que no presentaba defectos de estructura". Tampoco sufrió una caída de presión, como sucedió con la Apolo 13, que sufrió una explosión en el compartimiento de máquinas.
Un médico turco, muchos años después, ofreció una teoría. El doctor Gultekin Gaymec dijo que la carga eléctrica en la ionosfera subió a niveles extremos y produjo un paro cardíaco en los astronautas. El dióxido de carbono en exceso en el cuerpo provoca rictus en la cara de las víctimas, dando la apariencia de que están sonriendo.
La teoría jamás fue comprobada
La comisión estatal de la Unión Soviética dio una explicación oficial: los astronautas (que no llevaron trajes espaciales) fallecieron debido a la despresurización de la nave espacial. La apertura prematura de una de las válvulas de ventilación provocó una descompresión explosiva.
La presión en el vehículo de descenso disminuyó en dos minutos de 760 a 50 milímetros de mercurio. La sangre de la tripulación comenzó a hervir, se llenó de burbujas de aire y sus tímpanos estallaron.
Tampoco se creyó en esta versión aunque fuera la oficial.
Los cosmonautas en camillas tras ser sacados de la nave. Se ve como a uno de ellos le hacen respiración boca a boca.
Un viaje difícil
La vida en la estación espacial no fue fácil. Los cosmonautas debían cumplir una cansadora serie de objetivos científicos y técnicos que les dejaba poco tiempo para ejercitarse y descansar.
Casi no usaron la cinta de correr porque generaba muchas vibraciones en la estación. Además, el olor a quemado en la nave fue constante durante los 28 días a bordo de la estación con dos principios de incendio incluidos.
Y entre ellos no hubo buenas relaciones. En una ocasión, el control en tierra debió mediar entre los cosmonautas y a uno de ellos se le ordenó "seguir las órdenes de su comandante".
La misión debía durar más de un mes pero se decidió ponerle fin de forma anticipada por el cansancio de los cosmonautas.
Otro de los cosmonautas cuando se le hacían masajes cardíacos.
Lo increíble es que las tripulación original de la nave estaba integrada por Alexéi Leónov, Valeri Kubásov y Pyotr Kolodin pero los médicos detectaron una mancha en los pulmones de Kubásov y se reemplazó a todo el equipo.
Ellos tres se salvaron y sus tres reemplazos murieron. Con una sonrisa en sus labios...
No hay comentarios:
Publicar un comentario