domingo, 7 de enero de 2024

Las crónicas del sin nombre

En 1973, Luis García es uno de los dibujantes españoles con más renombre internacional, ha trabajado para la Warren estadounidense y está a punto de convertirse en colaborador habitual de la revista francesa "Pilote", propiedad del padre de Asterix, René Goscinny. Cuando comienzan sus trabajos para esta publicación, García decide poner al frente de los guiones a Víctor Mora, responsable de series como "Capitán Trueno", "Dani Futuro" o "El Jabato". De esta colaboración nacería la serie "Las crónicas del sin nombre", publicada por Pilote entre 1973 y 1980.




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“Las Crónicas del Sin Nombre” (1973-1980), es sin duda un de las obras claves, para entender la situación por la que pasaban los autores de principios de los 70, una época donde apenas quedaba espacio para obras de autor, Bruguera copaba todas las publicaciones infantiles, Vértice con los superhéroes Marvel, e Ibero Mundial de Ediciones editaba historias de terror de la Warren. He aquí que Víctor Mora y Luis García decidieron asociarse para realizar una obra rompedora tanto gráficamente como literariamente, influenciada de la obra maestra de Breccia y Oesterheld, Mort Cinder.
Una historia que tiene como protagonista al Sin Nombre, 7 relatos, donde va suplantado a personas para experimentar sus vivencias, un viaje entre el pasado y el futuro, en distintas época, el Oeste americano, la I Guerra Mundial, el espacio infinito, el mundo del espionaje, o la misma aparición de cómo dos autores del mundo del cómic (Víctor Mora y Carlos Giménez), como protagonistas de una historia de amor no correspondido, “Love Strip”. Todas ellas fueron una excusa, para la experimentación gráfica, la critica al sistema y a la sociedad, en pos de una mayor libertad de creación artística
Luís García (Chicharras, Nova 2) demostró en ésta obra una imaginación desbordante, con la utilización de recursos gráficos no experimentados por muchos autores de entonces. Su forma de narrar, los recursos técnicos utilizados en cada viñeta, su dibujo realista y la belleza de sus páginas, hicieron de él uno de los autores más influyentes en su profesión. En cuanto a Víctor Mora, el creador del genial Capitán Trueno, Corsario de Hierro o El Jabato, le sirvió para dar rienda suelta a su imaginación y por fin a hacer guiones para adultos, sin el corsé en el que estaba inmerso en Editorial Bruguera.
“Las Crónicas del Sin Nombre” es una obra que debe ser leída, teniendo en cuenta la época en la que fue concebida, fruto de las ganas por dar rienda suelta a toda una serie de ideas contenidas hasta entonces; una obra esencial en la carrera de dos autores, que innovaron en el mundo de la historieta. Una buena lectura para todos los aficionados.





1 comentario:

  1. Los guiones son magistrales. Me recuerdan en la idea general, a Mort Cinder, el personaje que muere una y otra vez, estando cansado de renacer. Y con historias que sólo tienen como conexión al protagonista.
    Hay cierta ambigüedad en el sin nombre. En algunas historias parece ser el mismo, en distintas vidas. En otras, un ser sin forma que se conecta con distintos seres humanos.
    El personaje es derrotado por el sistema, que corta con esa percepción que lo atormentaba. Pero no del todo, porque registra la historia.

    El dibujo es a un nivel superlativo, con un detalles extremos. Y en la historia historietistica, está el detalle de que la historieta dentro de la historieta tiene una técnica con menos reticula, menos plano. Tiene sentido que los rivales por una mujer sean un guionista y un dibujante. Parece una historia que podría haber sucedido.
    El estilo tan admirable sólo juega en contra en la viñeta en que los cruzados irrumpen en la ciudad a conquistar. Las mujeres no parecen víctimas sino modelos posando. Pero es tan magistral, que se puede perdonar, hasta admirar.

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