martes, 3 de octubre de 2023

Precinto 56: Esta es la noche

El teniente Zero Galván nacido en Puerto Rico llega al Precinto 56 de Nueva York para encontrar al asesino de sus padres, pero al pasar el tiempo quedara atrapado en los casos policiales más salvajes.

Obra principalmente de Lito Fernandez y Ray Collins, Precinto 56 un historia policial que fue publicada originalmente en la revista Misterix, pero años después, pasó a Skorpio y luego fue publicada en formato Tomo aunque jamás fue completada, también fue publicada en Italia, España, Holanda y Brasil. Esta historieta nace para el mercado italiano por una petición de Hugo Pratt y presenta la mezcla de decepción, nostalgia y tristeza con la que trabajan a diario en el mundo Policial. Originalmente nació el personaje de  Zero Galván antes de ser teniente y luego el personaje pasa a formar parte de la serie Precinto 56. 
Este es un policial negro bien oscuro, un clásico de la historieta Argentina que nada tiene que envidiar a otras producciones, un homenaje al cine policial de los 70tas yanqui pero con toda la impronta barrial Argentina impresa por sus autores en la trágica vida de sus personajes. (F)




Un chicano en New York

Los buenos personajes de historieta siempre consiguen reencontrarse con sus lectores. Tal es el caso del célebre teniente Zero Galván, protagonista de la saga policial en cuestión, que surgiese de la prolífica imaginación del guionista y escritor Eugenio Zappietro -alias Ray Collins-, y al que diera vida por vez primera el gran José Muñoz allá por comienzos de la década del sesenta en las páginas de la recordada Misterix, de Editorial Yago. Claro que por entonces, el recio agente de la ley lucía acentuados rasgos anglosajones.
Habría que esperar hasta el primer número de Skorpio, con fecha de portada julio de 1974, para disfrutar de la interpretación gráfica definitiva del personaje, que acentúa sus raíces latinas, además del característico bigote, responsabilidad de Angel Alberto ‘Lito’ Fernández. Este fértil periodo se extendió hasta fines de 1981 y tuvo una suerte de breve spin-off hacia 1979 en Skorpio Extra, titulado Zero Galván a secas; instancia también escrita por su creador, que se prolongó por cinco capítulos, ilustrados por el rosarino Gustavo Trigo.
La última etapa seriada en revistas mensuales del investigador portorriqueño transcurre en Miami, tras aceptar un ofrecimiento de la DEA para colaborar en la desarticulación de una serie de carteles extranjeros que operan impunemente en el gran país del norte. Se extendió por apenas cuatro entregas, publicadas en la antología D’Artagnan, durante 1996 -ya en plena agonía del sello de la palomita-, que fueron dibujadas por la dupla artística conformada por Alfredo Flores y Andrés Páez.
Hay un retorno posterior que transcurre lejos de las viñetas, en el ámbito literario, donde la inoxidable pluma de su padre lo volvió protagonista de tres recomendables novelas negras: la homónima Precinto 56 (2011), de Ediciones La Llave, a la que siguieron Mi nombre es Zero Galván (2011) y Buenos Aires Hora Zero (2014), ambas publicadas por la editorial Del Nuevo Extremo. (F)


Historia publicada en la revista Skorpio N° 4

1 comentario:

  1. Un gran guión que ha sido dibujado magistralmente.
    Una venganza dirigida hacia alguien que no era el culpable, sino un sobreviviente.
    Cuando el culpable era otro, que se descubrió por una casualidad.
    Y resultó que la mujer sobrevivió, por la maestría de los cirujanos.

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