jueves, 24 de agosto de 2023

Tarde de fútbol

Le faltaba una jugadora a uno de los equipos y yo me ofrecí para jugar al arco. Las chicas me miraron entre incrédulas y compasivas pero aceptaron que un hombre (y algo mayor) jugara en uno de los equipos con tal de equiparar las fuerzas. Los primeros 15 minutos mi valla estuvo invicta ante la mirada incrédula de un solo espectador que seguía atentamente los pormenores del juego. Después vino un penal, luego perdimos un jugadora y se vino la debacle. A los 30 minutos, más o menos, me retiré por lesión ante el aplauso de mis compañeras y rivales. Mientras me alejaba alcancé a escuchar que una me gritaba: "Quiero llegar a su edad jugando así".

El fiel espectador. Por algo se empieza.

Me parece que estoy un poco gordo

A veces me sentía solo en el arco.


La rival quiso sorprenderme pero no contaba con mi habilidad. Creo que fue ahí cuando sentí un tirón en la cadera.


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