jueves, 9 de marzo de 2023

9 de marzo de 1961: Otra perra en el espacio

La nave espacial Sputnik 9 era lanzada con la perrita Chernushka, una cobaya y varios ratones. Tras dar una vuelta a la órbita regresó a la tierra con total éxito.

El 9 de marzo de 1961, el Sputnik 9 lleva a la perra Chernushka al espacio.


Sputnik 9, esta nave espacial Vostok, fue la cuarta prueba de una serie de naves espaciales rusas, diseñadas como precursores de los vuelos espaciales tripulados. La nave llevaba un maniquí como cosmonauta, la perra Chernushka, ratones y una cobaya. El vuelo duró una sola órbita, y la recuperación fue exitosa.
Como parte del proyecto espacial Sputnik de la Unión Soviética, el Sputnik 9 fue lanzado a las seis horas con veintinueve minutos del día nueve de marzo de 1961. Su misión, verificar la eficacia de la tecnología espacial de la nación. Sus tripulantes, fueron testigos por poco más de una hora del paisaje de la órbita celeste.
Muchas personas ya habían vislumbrado el potencial del espacio y los beneficios que los satélites podrían aportar a la Tierra y a nuestra comprensión del Universo. No hay más que ver el desarrollo de las telecomunicaciones que al igual que la industria de aviación ha hecho que el mundo fuera más pequeño, la televisión de difusión mundial, la telefonía, la conectividad móvil a Internet o las conexiones de datos han acercado a personas y países. Son muy escasas las “áreas vacías” de la Tierra que carecen de conexión. Y ahora estamos construyendo plataformas globales como OneWeb, que introducirá una nueva era en el ámbito de la conectividad. La evolución de los satélites de observación de la Tierra es también pura y simplemente sensacional, y el mercado es amplio. Según ha ido creciendo el número de aplicaciones, ha ido mejorando la resolución. Nada que ver con las primeras imágenes captadas desde el espacio. Asimismo hay que tener en cuenta los satélites de navegación y científicos. En suma, la humanidad está beneficiándose enormemente de este sector: satélites meteorológicos especiales, comunicaciones protegidas, seguimiento de los casquetes polares, programas espaciales de la UE como Galileo y Copernicus y muchas otras misiones científicas que incrementan el acervo de la humanidad.
Sputnik marcó tan solo el inicio de una carrera prolífica que no tiene fin, dejando como legado una puerta abierta al Universo. (F)


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