lunes, 28 de agosto de 2023

Me encanta el arte de Creta (Nuevas ilustraciones)

Hubo un lugar y un momento en que la humanidad parecía bien encaminada. Vivía en paz, era amante del arte, respetaba el medio ambiente, amaba la naturaleza la que pintaba en sus viviendas, palacios y templos. Todo esto ocurrió en la isla de Creta hace 3000 años.

Sus artistas -en especial sus pintores- realizaron una obra estilizada con evidente influencia del arte egipcio: Rostros de perfil y ojos de frente. Creta tenía influencias egipcias gracias a los comerciantes de la época, fenicios y cartagineses. La pintura (fresco) decoraba los palacios tanto en el interior como en el exterior, con una gama de colores muy intensa. Las figuras aparecen también bordeadas con líneas oscuras y voluminosas. En cuanto a la representación de las figuras humanas, exageran mucho la esquematización y daban aspectos de ligereza.
En Creta, los colores de los fondos pueden resultar muy intensos (rojo intenso, verde, azul…) En estos también se utilizaba mucho la representación vegetal pero esquematizada.
La moda en la pintura cretense era muy importante, podemos ver en pinturas y esculturas, grandes y difíciles peinados junto con vestimentas con muchos detalles tanto en hombres como en mujeres.
Es pintura al fresco, aplicada cuando el muro ya está estucado. Se realiza con colores minerales disueltos en agua. También hay algo de relieve. Sólo hay un ejemplo en donde se hace una labor similar a la marquetería, con incrustaciones, que es el ejemplo del mono azul.
Se empleaban colores vivos, llamativos, limpios, claros y, a veces, ideales (como el mono azul o delfines de un tono azul totalmente distinto al real). Se trata de colores planos, sin matices. Tienen una gama cromática bastante reducida: predominaba el azul y el verde, con el blanco y el ocre. También utilizaban el negro.


Sus precedentes están en Egipto, especialmente en la pintura del imperio nuevo y en Mesopotamia, especialmente en el palacio de Mari. Es semejante en técnica y en ejecución a estas pinturas, pero es diferente en los temas y en la ausencia de tantos convencionalismos, rigidez y no encontramos una jerarquización tan marcada.


Los temas son humanos, vitalistas, que demuestran las ganas de vivir de los cretenses. Son temas cotidianos y amables. Aparece el paisaje, animales (unos reales y otros no, como los grifos), con un predominio de la fauna marina. También hay temas humanos, unos de rituales, otros de juegos, etc. Se aprecia un gran gusto por formas ondulantes que conducen a una pintura elegante.

Las personas aparecen con cuerpos jóvenes, ágiles, planos, atléticos. El hombre aparece semidesnudo y vestido con un faldellí y la mujer viste de forma muy característica: un traje largo hasta los pies, con una falda de volantes y la parte alta ceñida con una especie de corpiño de gran escote y de manga corta. También llevan peinados muy vistosos y adornos. Se utilizan colores más claros para la mujer que para el hombre. Los fondos son lisos, sin perspectiva y generalmente de un solo color.




Arthur John Evans (1851 – 1941)​ fue un arqueólogo británico, descubridor del Palacio de Cnosos, acuñador del término civilización minoica, así como el primero en definir la escritura Lineal A y Lineal B de ese mismo grupo social. Fue hijo del también arqueólogo John Evans.








El entusiasmo de Evans aumentó cuando entre las ruinas del antiguo palacio aparecieron restos de pinturas murales. El arqueólogo decidió también "restaurar" los frescos, lo que para él significaba completarlos a partir de los fragmentos rescatados. Encargó esta tarea a dos artistas suizos, padre e hijo, ambos llamados Émile Gilliéron. Aunque se basaron en evidencias arqueológicas y en su experiencia previa en Micenas, el trabajo de los Gilliéron resultó muy controvertido y los estudiosos actuales consideran que algunos elementos de las restauraciones son una mera invención.

Damas de azul: Esta famosa imagen fue pintada por Gilliéron a partir de unos pocos fragmentos del original. Copió los rostros de otro fresco de Cnosos, el de los Coperos.



Los portadores de regalos. Desde el corredor de la procesión Esta réplica griega minoica muestra a varios jóvenes vestidos con faldas que llevan vasijas, presumiblemente llenas de aceite o vino.


Príncipe de Cnosos (Museo de Heraklion, Creta). Es un relieve en estuco duro, modelado primero y pintado encima. Coronado de lirios y plumas, característica del Minoico Tardío, el joven príncipe avanza sobre el fondo rojizo del fresco como un personaje de cuento de hadas. 


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