Como bien dice el título, este es un homenaje al autor de "Sueños Rebeldes", una pintura que un jurado evaluó con la peor nota: 1,6, que no tuvieron ningún problema en publicitar de un modo humillante para su autor, y para muchos otros también.
Como ya denuncié en otro artículo publicado en este blog, la metodología empleada por las autoridades del Ministerio de las Culturas de las Artes y el Patrimonio del Gobierno de Chile fue miserable.
Por Rubén Reveco - Licenciado en Artes Plásticas
Por sentido común y decencia no publicaré el nombre completo del autor (lo llamaré sólo por su nombre de pila, Gastón). Ahora bien, Gastón es un joven pintor que postuló a una ayuda económica para sortear los problemas propios de una pandemia y con la ilusión de ser uno de los elegidos por el Gobierno de turno para comprar su obra "Sueños rebeldes". No le fue bien, lo que era una posibilidad ya que fueron varios miles los postulantes. Ese no es el problema.
El Gobierno, no conforme con marginar a muchos con la burda excusa de que "la obra no es contemporánea" ni con evaluar con un criterio sesgado y muy poco ecuánime las diferentes propuestas, cometió el desatino de humillar a cientos de postulantes publicando las "malas notas" que obtuvieron. Eso nunca se debió hacer.
Gastón seguramente sea unos de muchos pintores que sigue apostando a la pintura. Y acá quiero detenerme para decirle algo al Sistema que monopoliza los espacios de poder pregonando que "ya no se debería pintar más porque eso no es acorde a los tiempos". Al Sistema que prioriza presupuestariamente a tendencias que se llaman a sí mismas "contemporáneas" en desmedro de otras llamadas, despectivamente, "tradicionales".
Explico algunas cosas
Hay algo que quiero que comprenda esa gente del Sistema (Directores de museos, dueños de galerías, profesores de facultades, cómodos funcionarios, oportunistas burócratas y críticos): Existen personas que nacen con talento, con pasión, con inspiración. Capaces de hacer magia con materia inerte, capaces de emocionarnos hasta las lágrimas. Capaces de hacer maravillas con un lápiz entre los dedos. Ellos y ellas son únicos, están bendecidos por la naturaleza. Ustedes, señores, nunca lo podrán entender, porque promocionan un "arte" sin espíritu. Un arte que no emociona ni cautiva. Si hay algo destacable de los artistas llamados contemporáneos es el total desapego por la admiración que pueda o no causar la obra. Les de lo mismo. A mí me llama profundamente la atención que estas personas presenten objetos como si fueran arte y que en la mayoría -expertos o simples espectadores- no aparezca ni un atisbo de emoción.
La emoción -que es una reacción involuntaria ante la contemplación de una obra de arte- genera a la vez admiración. Una especie de retribución del espectador hacia el artista. Con la admiración se agradece ese momento vivido ante el objeto que tanta emoción ha provocado. Pero esto lo voy a dejar ahí, porque por más que intente explicarlo, el sistema no lo entenderá.
Un pintor con sueños rebeldes
Quiero hablarle a Gastón. Que no piense ni crea que por la nota que le han puesto a su obra, que lo que hace no tiene valor. He visto tus trabajos, tus pinturas. Hay pasión y desenfreno. Es un expresionismo figurativo con dolor y mucho que decir.
Sigue pintando. La pintura y el arte no es una moda. La pintura nace del instinto y es parte de nuestro ADN cultural. Tiene miles de años y seguirá por otros miles mientras existan pintores con tú. Un abrazo.
Ver también:
Nota de la redacción:
24 horas después de publicado este artículo, Gastón me ha enviado su pintura.
Me gusta, está bien usado el color.
ResponderEliminarY que absurdo, si algo se hace en la actualidad, es contemporánea.