domingo, 14 de mayo de 2023

Princesas y dragones. Ya nada es como antes

Ilustración de Steven Stahlberg.
Sabemos que los dragones no existen, pero eso no pareciera importarnos.
Las cosas han cambiado con respecto a la representación del tema de dragones y princesas. Las princesas modernas pareciera que no quieren ser rescatadas por el príncipe. Se llevan mucho mejor con su dragón y es más, parece que hay una particular sociedad entre ellos.
Toda historia de princesas y dragones tiene también una trama invisible, que es la importante. A saber: el caballero –la persona humana, hombre o mujer– es ciertamente noble y de buena casta, pero el dragón está en su corazón: en forma de miedos, inseguridades, debilidades… y también de soberbia, egoísmo y necesidad de aplauso y reconocimiento. A veces, el dragón es tan poderoso que el caballero abandona sus armas y se disfraza de simple campesino, huyendo de sí mismo, de su propia vocación y destino. Otras veces, el caballero se afana en el poder y la gloria y olvida que ser caballero es servicio.
El caballero nunca puede salvarse a sí mismo del dragón que lleva dentro. Entonces aparece la princesa. La princesa –hombre o mujer que encarna un ideal– atrae al caballero. Lo saca de sí mismo, de sus miedos, inseguridades, debilidades y egoísmos. Lo que el caballero no haría por sí mismo, lo hará por la princesa. Su vida no le importa porque le importa la de ella. El caballero vence sus dragones gracias a fuerza e inspiración de la princesa. Dicho de otra forma y con toda claridad: es la princesa la que salva al caballero de sí mismo.
Rainer María Rilke lo sabía y lo escribió en una carta personal, aconsejando a un joven, diciéndole que no tuviera miedo de afrontar su vocación de poeta: «Tal vez los dragones no son sino princesas que esperan vernos, una sola vez, hermosos y valientes». Rilke animó al joven poeta a ver más allá del dragón, para vencer al dragón. Cuando el joven poeta descubrió a la princesa, pudo vencer sus demonios interiores.
No sabemos hoy mucho de aquel poeta al que escribió Rilke. Nos quedan las Cartas a un joven poeta que Rilke le escribió, que nos revelan a un autor tan sensible y hondo como en sus poemas, pero que habla en un idioma más comprensible para nosotros. Quizá, después de todo, aquel joven poeta que pedía ayuda a Rilke fue una princesa que rescató a Rilke de un universo demasiado complejo y le permitió compartirnos su intimidad en las cartas más deliciosas que nos ha dejado nunca un poeta.
Allí donde las princesas inspiran a los caballeros a vencer sus propios dragones se inauguran mundos fantásticos, creativos y hermosos, lugares donde lo visible revela lo invisible y donde podemos avistar ese lugar donde la vida se ensancha. (F)

La relación entre Daenerys Targeryen y sus dragones en Juego de Tronos deja en claro que ya nada será como antes.


Los argumentos de ahora y los de antes

No hay dudas que en los cuentos infantiles los argumentos de ahora son diferentes a los de antaño. Por ejemplo, en "Cuentos de princesas, caballeros y dragones" de Darío A. Levin e ilustraciones de Rodrigo Folgueira los protagonistas no actúan como los de los cuentos tradicionales, aunque en algunos casos parecen remitir a ellos, ser parientes cercanos o partir de su historia. En casi todos hay un hilo conductor que podría ser el rescate. Hay muchos rescates que se hacen en estos cuentos, pero no son los rescates estereotipados.



Uno de los héroes cabalga durante días para rescatar a la princesa que duerme (como la bella durmiente), llega casi exhausto después de subir mil trecientos ochenta y seis escalones o noventa y nueve pisos y ella le dice que quiere dormir un ratito más.
Lo inverosímil, lo absurdo, las confusiones y sobre todo los finales inesperados (como en el intercambio de prisioneros), son los tópicos de estos cuentos que están publicados para primeros lectores pero que no excluyen a los adultos.
No sabemos quién fue lo primero en generar el cambio, si la literatura o la ilustración. Pero ahora no importan tanto los príncipes, importan más las princesas y los dragones para adultos y estos son algunos ejemplos.


Ilustración de Julie Bell.

























Ilustración de Boris Vallejo

La princesa que espera ser rescatada parece ser un asunto del pasado.

1 comentario:

  1. Y para novelas sobre el tema leer a Anne McCaffrey y su serie "Dragonriders of Pern".

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