martes, 17 de octubre de 2023

La jauría del Infierno (1) Los compañeros del águila

Entre la caída del Imperio Romano de Occidente, a finales del siglo V, y la constitución del Sacro Imperio Romano Germánico, en el siglo VIII, hay un periodo de la historia lo suficientemente desconocido para que se haya ganado el sobrenombre de la Edad Oscura. En esa época en la que la historia se confunde con el mito y en la que las tradiciones y los pueblos de la Antigüedad viven sus últimos estertores se sitúan algunas de las leyendas europeas más conocidas como, por ejemplo, la historia del Rey Arturo. Ese es también el tiempo de La jauría del infierno, un cómic francés relativamente reciente que construye en esos siglos perdidos su propio universo fantástico.
Fantasía en la edad oscura

A principios del Siglo VI, lo único que queda del Imperio Romano es su mitad oriental, asentada en torno a la ciudad de Bizancio. Allí, a la sombra del emperador Justiniano, gobierna de forma poco sutil su mujer Teodora. La joven emperatriz tiene la reputación de ser una manipuladora implacable que, además, coquetea con las fuerzas de la magia. Es precisamente por esa vinculación con lo arcano por lo que hace al mago Epidamnos un encargo muy especial: el hechicero debe reencontrarse con sus viejos compañeros de la jauría del infierno, un grupo de mercenario, y localizar el último legado de los emperadores romanos a los dioses.
Epidamnos cumple con el encargo de la emperatriz y busca uno a uno a sus viejos compañeros de fatigas, retirados ya de la vida de aventuras. Con ellos recorre los confines del antiguo Imperio; viaja a Oriente, a Cartago y hasta a Italia para seguir las pistas que les llevarán a localizar una reliquia olvidada cuyo poder es demasiado grande.
Escrita por el francés Philippe Thirault, uno de los guionistas galos más activos en estos momentos, la Jauría del infierno es un título poco conocido. Incluso en el país vecino. Y eso pese a que viene avalada por una de las editoriales más relevantes y con mayor tradición del país vecino, Les Humanoïdes Associés. Una editorial con una larga tradición, por cierto, en publicar historias de corte fantástico y de ciencia ficción que, entre otras historias relevantes, albergó las series de Jodorowsky o la revista Métal Hurlant (Heavy Metal).
La jauría del infierno entronca con los títulos clásicos de esta editorial y tiene en parte cierto tono vintage que recuerda mucho a las viejas películas de romanos de los años sesenta y setenta, en las que la historia se mezclaba con la mitología y con la fantasía heroica. Péplums como los protagonizados por el hercúleo Steve Reeves en Italia o las películas de serie B pobladas por las criaturas de Ray Harryhausen.
El cómic de Thirault es una gran opción de entretenimiento para las calurosas tardes de verano. Una vuelta a esa corriente narrativa, folletinesca y divertida, en la que la los hechos históricos se reinventan a la medida de una aventura y en la que abundan los monstruos de pesadilla, las ruinas misteriosas y las peleas con espada. (FUENTE)



1 comentario:

  1. Un hallazgo la intervención de Teodora, una astuta emperatriz. Tiene sentido que tenga sus propios planes.
    Y es también idea el particular equipo, con carismáticos personajes. Incluyendo un par de guerreras. Una ciega, bella y con una especial relación con otro de los integrantes.

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