viernes, 31 de mayo de 2024

Un albino en el desierto (Love, Death + Robots) La vi



En un mundo desértico, donde el sol implacable puede cobrar vidas, Snow se oculta por su inmortalidad y es perseguido por su rareza. Hirald, una joven valiente, lo salva de una turba enfurecida, mostrando compasión a pesar de las dudas. Ambos comprenden la soledad que conlleva ser diferente en un lugar hostil. Un western del futuro.

"Un albino en el desierto" es uno de los episodios de la serie "Love, Death + Robots" que ha generado gran controversia y reflexiones entre los espectadores. La historia sigue a un hombre albino que vive en un mundo desértico y alienígena, enfrentándose a la soledad y la discriminación. A lo largo del episodio, se exploran temas profundos como la identidad, la aceptación y la belleza interior.
La narrativa del episodio nos invita a cuestionar los estándares de belleza y a reflexionar sobre la importancia de mirar más allá de las apariencias exteriores. La soledad y el rechazo que experimenta el personaje nos llevan a empatizar con su situación y a cuestionar nuestras propias actitudes hacia aquellos que son diferentes a nosotros.
Además, la estética visual de "Un albino en el desierto" es impresionante, con paisajes desérticos y criaturas alienígenas que capturan la atención del espectador. La combinación de animación y narrativa crea una experiencia inmersiva que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la belleza y la importancia de la autoaceptación.





En un planeta desértico, donde el sol abrasador tiene la capacidad de matar a los vivos, Snow está escondido por ser inmortal y ser perseguido por la gente por sus testículos. Lo cual un día lleva a una joven mujer, Hirald, a salvarle la vida pero con amabilidad vienen las preguntas, aunque ella asegura que no significa ningún daño. Pues ella sabe muy bien qué es vivir una vida solitaria.

La serie

"Love, Death + Robots" es sin duda una de las propuestas más interesantes que ha lanzado Netflix recientemente. Este formato de cortometrajes no se ha explorado tanto en la televisión tradicional, y su visualización solía restringirse a festivales de género. Sin embargo, desde que la plataforma de streaming anunció este proyecto, la curiosidad de los espectadores se ha disparado.

Los trailers llenos de adrenalina nos han dejado expectantes con su impresionante despliegue visual. Además, los nombres detrás de esta serie con un marcado enfoque antológico son lo suficientemente destacados como para llamar la atención desde el día de su estreno.

Tim Miller se ganó el reconocimiento en 2016 con "Deadpool", película que introdujo por primera vez al irreverente antihéroe de Marvel en la gran pantalla y que marcó su debut como director. Antes de esto, Miller se destacó por su trabajo en efectos visuales y en diversos cortometrajes. Incluso obtuvo una nominación al Oscar en 2005 por su cortometraje "Gopher Broke". En relación al éxito de "Love, Death + Robots", del cual es creador, productor ejecutivo y director de un episodio, Miller expresó su entusiasmo por este proyecto que combina su pasión por la animación y las historias increíbles.

En sus propias palabras, Miller afirmó que esta serie es su proyecto soñado, que fusiona su amor por la animación y las historias más extraordinarias. Se inspiró en películas de sesión nocturna, cómics, libros y revistas de ciencia ficción que lo han cautivado durante décadas, y que muchas veces han sido relegados a una cultura más específica. Está emocionado de ver cómo el panorama actual ha evolucionado lo suficiente como para incluir la animación para adultos en una conversación creativa más amplia.













Gilgamesh, el inmortal: La sangre vertida

 

"El paraíso ha sido hecho pedazos y la inocencia ha muerto"


Gilgamesh, el inmortal, es una serie de historieta argentina creada por el dibujante y guionista Lucho Olivera, basada en la antigua leyenda sumeria del rey Gilgamesh, un hombre que busca la inmortalidad de los dioses. Pertenece al género de ciencia ficción y fue publicada a partir de junio de 1969 por la Editorial Columba.


Originalmente fue una historia única, pero debido a la petición de sus lectores se continuó escribiendo.
Después de realizar durante un tiempo los guiones Olivera dejó la tarea de escribirlos en manos de Sergio Mulko, quien, con el seudónimo de Leo Gioser, ahondó con sus historias en la psicología del personaje, rozando la metafísica y el esoterismo. Esta primera parte se escribió entre 1969 y 1975, y consta de 33 capítulos, la mayoría en blanco y negro.
En 1980 la serie fue reescrita por el guionista Robin Wood (capítulos 1 al 66), luego por Ricardo Ferrari (capítulos 67 al 138), y finalmente por Alfredo Julio Grassi (5 capítulos más), siempre con los dibujos de Olivera, ahora en color.






Mitos y leyendas (1) Una de Caperucita

Tras los eventos del número 50 de la serie principal de Grimm Fairy Tales, algunas criaturas del reino de Myst han escapado a nuestro mundo y han sido apresadas por Baba Yaga para llevar a cabo sus siniestros planes que están a punto de causar estragos importantes en la Tierra.

Brittany, nuestra heroína del número 1 de la serie principal está de vuelta, la encontramos trabajando en un centro de tratamiento para adolescentes. Ella no tiene idea que algo de otro mundo ha seguido su olor y no se detendrá ante nada para encontrarla y destruirla antes de que su verdadero propósito sea revelado.

Además, con Sela perdida en otro mundo, ahora le toca a Samantha proteger a la Tierra en la guerra entre el Bien y el Mal en esta nueva serie.

Otra serie de Zenescope que se entremezcla con las demás de su universo y en la que cada arco argumental se centra en personajes diferentes.








Revista "Ko Cómics" N°2

 



El origen de K.O. Cómics se remonta a 1983, cuando un grupo de profesionales del cómic (Mariano Hispano y Leopoldo Sánchez, futuros directores de K.O. Cómics, entre ellos) se unieron para auto editar la revista Metropol, creando a tal fin una editorial del mismo nombre. Editorial y revista desaparecieron el año siguiente tras haber lanzado otras dos colecciones de aún más breve duración: K.O. Cómics y Mocambo. K.O. Cómics surgió en 1984 y se caracterizó por presentar nuevos episodios de tres series autóctonas ya conocidas y destacadas: Hombre, Bogey y Frank Cappa. Cómics extranjeros, cuentos y otras secciones de texto completaban la revista.



En el primer número de K.O. Cómics se podía leer: "Las series de Frank Cappa, Bogey y Hombre, que hasta ahora se publicaban en Cimoc, a partir de ahora y por razones obvias, se publicarán exclusivamente en K.O. Cómics" . Sin embargo, el paso de estas series por K.O. Cómics sólo fue una eventualidad, siendo Cimoc la revista que cubrió el resto de su desarrollo. Una peculiaridad de estas tres series a su paso por K.O. Cómics fue que solían presentar menos viñetas por página, dado el menor tamaño de la publicación.


Los amos de White Plain


Charles Berthier, el heredero de White Plain, una plantación de Luisiana, es un niño de trece años arrogante. Cuando descubre la estrecha relación que tiene su madre con un niño esclavo llamado Moïse, el sentimiento de odio hacia la raza negra se intensifica y está dispuesto a todo para romper esa relación, incluso aunque eso suponga destruir a su familia.

Ambientada en los Estados Confederados justo antes de la Secesión Americana, Los amos de White Plain narra una historia dura en la que nada es lo que parece y donde las verdaderas cadenas son las que impone el odio.

Terra Mater (2) Eva Methal II

 

Guion: Carlos Albiac. Dibujos: Oscar Capristo.
Serie publicada en la revista El Tony entre marzo y septiembre de 1994, totalizando 10 episodios. 

Terra Mater fue un comic argentino de los años 90 que presentaba una trama compleja e intrigante. La historia giraba en torno a un Príncipe sin patria, una hermosa cyborg enamorada, un comandante sin ejército y sus enemigos. Con un enfoque único y personajes memorables, Terra Mater se destacó en el mundo del cómic argentino de la época.


FUENTE:

Torpedo 1936: Mataharry

 


"Torpedo 1936" es una serie española de cómics con guion de Enrique Sánchez Abulí y dibujada por Jordi Bernet, que narra las aventuras de Luca Torelli, un gánster italiano y un desalmado asesino a sueldo, y de su compañero Rascal, dentro de la cultura de violencia propia del crimen organizado de Nueva York durante la Gran Depresión.


 Mega

Luca Torelli -alias Torpedo 1936, con su rostro marcado y su sombrero Stetson de fieltro, luciendo su camisa negra de seda perfectamente combinada con su traje color hueso duro, y con solapa ancha con ojal para capullo; encendiendo un cigarrillo Camel con sus manos envueltas en guantes de cabrito, mientras su corbata blanca con alfiler nacarado se resiste al viento. A su lado, por supuesto, la compañía de su fiel lugarteniente Rascal, siempre dispuesto a seguir a su jefe hasta lo más hondo del oscuro asunto que se traiga entre manos, desafiando cualquier ley y cualquier tipo de ética o moral. Y es que Torpedo, ante todo, es un individuo que vive al margen; un tipo de pocas palabras y muchas luces, en el que convergen todos los síntomas negativos imaginables, incluidos la traición y el machismo; y, por si fuera poco, es vengativo de la cabeza a los pies. 
En resumidas cuentas, Torpedo es ante todo un caballero al que le gusta cobrar siempre por adelantado, y que cuenta únicamente con un gran número de enemigos muertos; algo que no debe extrañar a nadie, ya que, sería complicado que un individuo con la maldad reflejada en el rostro, la cara acartonada y la mirada fría, se pudiera pasear por la América de la Gran Depresión con buenas intenciones (a pesar de su gran afición a contar malos chistes). 
Torpedo nació como serie en la edición española del mensual Creepy en 1982, es decir, en una revista de cómic cuyo campo temático no era la serie negra sino "el horror", por lo que, ya desde sus comienzos, Torpedo actúa al margen de la ley, estableciendo sus propias normas e infiltrándose en una terrorífica revista no apta -supuestamente- para sus andanzas. 
Nació como un encargo que hizo Marcelo Miralles, lugarteniente de Josep Toutain, a Enrique Sánchez Abulí. Concretamente, le pidió un guión protagonizado por un gángster y una rubia en los Estados Unidos de los años 30. Cuando salió el primer guión de Torpedo, Toutain decidió hacer una serie con el personaje y se puso en contacto con el dibujante americano Alex Toth. Será, a través de Toth, de donde salga el nombre de nuestro personaje, ya que fue él quien propuso una serie de denominaciones que en aquella época aparecían regularmente en la prensa y en los propios barrios conflictivos de Chicago y Nueva York para definir a los pistoleros a sueldo. De esta manera, se eligió el de mayor impacto: Torpedo. 
Alex Toth únicamente realizó los dos primeros episodios de la serie, ya que consideró que existía demasiada crueldad en ella; una crueldad que ni guionista ni editor estaban dispuestos a reducir en lo más mínimo. Por esta razón, Torpedo terminó en manos de Jordi Bernet Cusso, el cual sabrá recrear con unos cuantos trazos -evitando fondos y detalles innecesarios- todo un ambiente que ha marcado época en la historia de los cómics. 
El dibujo de Bernet impacta por sus continuos primeros planos, en los que el rostro de Luca Torelli suele llenar la viñeta, y también por la fuerza de unas imágenes que son fruto de un juego de luces y sombras espectaculares. 


Mataharry me recuerda al personaje interpretado por Uma Thurman en Bill Kill.

En realidad, la serie con Bernet, pasó de ser buena a ser magistral. La nueva combinación Abulí & Bernet supuso el embrión de un nuevo clásico, no sólo ya del cómic español sino también del cómic mundial. Dicha combinación resultó ser mágica; por un lado, teníamos a un guionista -Abulí- influenciado por lo mejorcito de la novela negra (imagine el lector los nombres que más rabia le den), con veinte años de guiones y traducciones a sus espaldas; y, por otro lado, teníamos a un dibujante -Bernet- que había iniciado su carrera profesional cuando heredó de su padre, Jorge, a la malvada Doña Urraca. Luego, podemos afirmar que Bernet ha cargado con dos personajes heredados: Doña Urraca y Torpedo 1936. El primero lo hizo debutar con quince años en la emblemática revista Pulgarcito, y el segundo lo ha consagrado mundialmente en el noveno arte. 
Entre las creaciones de estos dos monstruos de la historieta debemos señalar que Abulí es uno de los artífices de series y personajes como Kafre, Alex Magnum, Demasiado humano, o De vuelta a casa ( con Bernet como dibujante ); mientras que Bernet lo es de Sarvan, Custer, Light & Bold, Clara de noche, Andrax, o Ivranpiie. También es importante recordar que, en 1992, la décima edición del Salón del Cómic de Barcelona consagró a Bernet una importante exposición retrospectiva; mientras que en el Expocartoon 1995 de Roma, este mago del dibujo fue premiado con el Yellow Kid al mejor dibujante extranjero (el Yellow Kid, viene a ser una especie de Óscar del cómic europeo).  
Torpedo ha paseado siempre con éxito por la mayor parte de las revistas punteras del panorama "comiquero" español. Bien en forma de relato breve, o bien en forma de historieta; Luca Torelli ha sido huésped de honor de publicaciones tales como la ya mencionada Creepy, Thriller, Comix Internacional, Totem el comix, Co & Co, o Viñetas. 

jueves, 30 de mayo de 2024

Mónica Bellucci: Bien se merece ser obra de arte

 

Como no podía ser de otra manera, los artistas realistas se inspiran en la belleza que hay en este mundo. Hurgamos en Internet buscando un regalo encantador que esté de acuerdo al encanto que por años nos ha generado. No olvidamos esa escena en "Malena", la película que te hizo famosa.





La diva italiana

La actriz celebra una extensa y exitosa carrera en la pantalla grande: desde pequeños roles como en 'Drácula, de Bram Stoker', hasta la actualidad, grabando junto a Emir Kusturika. 
La fama llegó a muy temprana edad para la italiana Monica Bellucci. Nacida en la localidad de Città di Castello, indicó Vanity Fair Italia, aprovechó sus intensos rasgos y su 1,73 metros de estatura para comenzar una carrera como modelo cuando solo era una adolescente. Dividió su tiempo entre las pasarelas y una prometedora carrera de abogada, aunque a fines de los 80 se trasladó a Milán, centro neurálgico de la moda italiana.

Pintura de Antonio Tamburro.