.

lunes, 5 de septiembre de 2022

6 de setiembre de 1874: Se disparó en la boca, pero...

 


El 6 de setiembre de 1874, en la provincia de Oriente (capitanía de Cuba), en la batalla de San Antonio de Baja― el ejército colonialista español atrapa al militar cubano independentista Calixto García Íñiguez (1839-1898), quien antes que rendirse se dispara en la boca. Sin embargo la bala sale por la frente, y gravemente herido cae prisionero. Estará cuatro años preso en España.


Calixto García Íñiguez (1839–1898) fue un líder insurrecto cubano durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878), la Guerra Chiquita (1879-1880) y la Guerra Necesaria (1895-1898). Hombre de escasa formación, la mayor parte de la cultura personal que pudo obtener fue de tipo autodidacta. De gran provecho fueron sus dos etapas como desterrado en la Península (1874-1878 y 1880-1895), gracias a la amistad que trabó con algunos intelectuales españoles y a la lectura en bibliotecas públicas.

Rompiendo la tradición familiar de lealtad a España, en 1869 se unió a la Guerra del 68 o Grande, alzándose en la región de Holguín. En 1874, mientras intentaba impedir conversaciones de paz entre oficiales españoles y algunos jefes cubanos en la zona entre Manzanillo y Bayamo, no autorizados por el gobierno de la República de Cuba en armas, el 5 de septiembre de 1874, el ya mayor general Calixto García fue sorprendido con muy pocos hombres por una columna enemiga en el lugar conocido por San Antonio de Baja. En tan desigual encuentro y ante la posibilidad de caer prisionero prefirió el suicidio y luego de gastar todos sus cartuchos se aplicó el llamado “tiro de la vianda”. Se hizo un disparo en el paladar con su revólver sin poder lograr su objetivo, pues sobrevivió y gravemente herido fue apresado por las tropas españolas. Primeramente lo condujeron al poblado de Veguitas, donde los médicos militares españoles le salvaron la vida.

Pocos días luego de su captura, las autoridades españolas, que mantenían bajo estrecha vigilancia a su madre Lucía Íñiguez, le informaron a ésta que su hijo había sido hecho prisionero. A la noticia respondió Lucía: “¡Ese no es mi hijo!”, y al informarle que antes de ser apresado había intentado suicidarse para no caer prisionero, entonces respondió temblorosa, pero convencida: ¡Ah… ese sí es mi hijo!


Calixto García Íñiguez

VER TAMBIÉN:



1 comentario:

  1. Otra efemérides: hoy hace 500 años que el marino vasco Juan Sebastián Elcano completó la primera vuelta al mundo en barco.

    ResponderEliminar